MarruecosDigital ha tenido el placer de entrevistarle sobre un libro que acaba de escribir junto a su compañera periodista Ángeles Blanco. Titulado “Sahara – Un viaje a la sabiduría de las gentes del desierto”, el libro no hace sino invitar al lector a atreverse a conocer como viajero, y no como turista, la magia que encierra el Sáhara.
MD: ¿Cuándo nació su pasión hacia el Sáhara y sus gentes?
Josto Maffeo: Ocurrió hace una cuantas décadas (no perdamos tiempo en contarlas…) y fue una sucesión de casualidades. Durante un viaje en el norte de Argelia, un viaje que nada tenía que ver con el desierto, me quedaron unos días libres y sin buscarlo me encontré visitando algunos pueblos hasta que me dí cuenta de que ya había metido los pies en el desierto.
Fue el comienzo de una creciente e intensa relación con esa fascinante inmensidad geográfica, con gentes de diferentes países, etnias y lenguas. Fue sobre todo el comienzo de la relación con el mundo de los nómadas, gentes que a lo largo de los siglos han sabido convivir con la maravillosa dureza de un entorno en el que han conseguido sobrevivir. A base de esfuerzo, paciencia, solidaridad y sabiduría.
Muchos años más tarde, después de haber vagabundeado conociendo lugares y gentes, y habiendo conseguido sentirme alguien de la gran familia del desierto, fui “adoptado” por un oasis marroquí, M’Hamid el Ghizlane, y por la gentes del maravilloso Valle del Drâa. Allí, donde comienzan la pistas que penetran en el desierto, desde donde salían los grandes azalay que cruzaban el Sahara hasta las minas de sal de Taoudenni o hacia la mítica Tombouctou, pues allí tengo hermanos y hermanas, familias no de sangre pero sí de sentimientos, forjadas con profundas amistades.
En M’Hamid, en Iriki, en las dunas de Ch’Gaga y a los pies del Jebel Bani, en todos esos lugares estoy en casa. Como Pedro por su casa.
Junto a usted, en este libro también participa la periodista Ángeles Blanco, que a diferencia de su estrecha relación con el Sáhara, era su primer viaje a esa zona. ¿Cómo surgió la idea de este libro? ¿Qué aportan cada uno al libro, qué tipo de miradas se plasman en sus hojas?
El libro nació por casualidad cuando una mañana, en televisión, Ángeles me soltó por enésima vez eso de “¿Cuándo me llevas al desierto?”. Me lo había preguntado muchas veces, como otras personas, medio en serio medio en broma. Pero esa mañana yo, que tenía ya previsto darme una vuelta al desierto con mi amigo el doctor Alfonso Morán, médico de emergencias que ya había colaborado con mis expediciones sanitarias en el desierto, contesté sin pensarlo mucho: “Vale, Ángeles. Te llevo, pero me echas un cable para escribir un libro”.
Y así fue. “Sahara – Un viaje a la sabiduría de las gentes del desierto” reúne experiencias, vivencias, aventuras, sensaciones, encuentros, anécdotas, momentos que he vivido a lo largo de mis vagabundeos saharianos. Y Ángeles, novata, a su primer impacto directo con ese mundo, ha aportado sus sensaciones y percepciones, además con ojos de mujer, visiones relativas a ese último viaje.
¿Podría decirse entonces que “Sáhara. Un viaje a la sabiduría de las gentes del desierto” es un viaje interior, un relato de anécdotas sobre el desierto o un modo de iniciar al lector sobre la riqueza del Sáhara?
A la vuelta, en el momento de comenzar a escribir, yo me planteé el libro – y así lo propuse a Ángeles, que mantuvo esa línea en sus contribuciones – como un estímulo para esos lectores que querrían y que no se atreven. Pues es una invitación a intentarlo, a aproximarse al desierto de manera prudente, sosegada, con los sentidos abiertos a muchas experiencias.
Es querer transmitir una pasión. Es querer que los demás, sobre todo los españoles que tan cerca lo tienen, crucen el Estrecho, atraviesen Marruecos y sigan hasta “pisar arena” no como turistas, más bien como viajeros y visitantes curiosos, abiertos al contacto con las gentes, non sólo a la contemplación de los lugares.
Pero no es una guía, non es un manual aún siendo todo eso. El libro arranca en la romana Volubilis, pegada a Moulay Idriss. Dos lugares que sirven para comenzar a facilitar nociones de historia, a explicar por qué, por ejemplo, se dice “moro” o como se formaron los territorios, los amalgamas de las poblaciones, los mismos estados. Todo corre paralelo y se entremezcla: la historia, la gastronomía, las costumbres, el cómo y el por qué de muchas cosas, de muchas situaciones que el visitante contempla y a menudo lo hace sin tener a mano los elementos de comprensión.
También, en el libro, hay una constante voluntad de barrer los prejuicios, de invitar al contacto humano con humildad, sin la carga de esa odiosa opulenta prosopopeya occidental. Sin creerse nunca superiores, sólo diferentes pero con mucho, muchísimo a disposición para poder compartir.
El libro tiene como acompañante ideal a Guiakash, Guia, mi amiga de noventa años que vive en M’Hamid y que un lejano día – entonces tenía trece años – llegó desde el Mali con un azalay. Hoy matriarca de los camelleros, Guia fundó una gran familia, es una mujer respetada e idealmente cruza en el libro todo Marruecos para acompañar al lector hasta el desierto, su desierto.
¿Puede explicarnos cuál fue la ruta elegida del viaje del libro y por qué este recorrido?
Ya he contestado hace un momento. Es querer comenzar desde el principio porque vamos a cruzar un país fascinante, Marruecos, y es desde Volubilis y Moulay Idriss donde mejor se puede comenzar a tener algunas claves para comprender mucho de lo que el visitante se encontrará a lo largo del recorrido.
¿Cómo definiría el Sáhara y sus gentes en un solo párrafo a alguien que jamás se ha atrevido a conocerlo?
De muchas maneras. Yo al Sahara no le pongo acento porque el mismo Sahara se encarga de poner todos los acentos necesarios cuando se requieren. Si tengo que limitarme a algo, me gusta decir que el Sahara en su inmensa y fascinante dureza es el lugar donde los seres humanos – hombres, mujeres, niños – mejor explican, con los hechos, no con las palabras, el sentido pleno y más profundo de la palabra “solidaridad”.
Usted, como periodista por un lado, y como viajero enamorado de esta zona por otro, ¿qué opina de la situación actual que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental?
Con ocasión de las distintas presentaciones del libro y de entrevistas, me han hecho esta pregunta. Ahora, en este contexto, prefiero evitar meterme en un complejo contencioso sobre el cual se han escritos cientos de miles de páginas utilizando ríos de tinta. Repito: el libro es un viaje al desierto y a sus gentes, después de un largo recorrido. No va de conflictos. Pero no escondo que tengo mi opinión, que estoy dispuesto a exponer en otro contexto. Sin embargo, si el libro se lee con atención, si se presta la debida atención al relato de Volubilis y de Moulay Idriss, a muchas consideraciones en la segunda parte, pues se puede deducir que mi opinión – por le menos así creo – va en sintonía con los aconteceres de la historia y con la evidencia de las gentes más sencillas y menos manipuladas de esos lugares.
Su libro es un compendio de recuerdos de viaje que habla de historia, costumbres, religión y sociedad que acercan al lector una realidad de la que normalmente no se informa en los medios de comunicación. Como por ejemplo…
La profundidad del ser humano y de su cultura, siempre respetable y siempre sorprendente. Y no necesariamente forjada en ateneos o en bibliotecas. Pero la sabiduría de los sencillos no es noticia, no es “in”. ¡Allá quienes quieren perdérsela! Yo no: quiero seguir aprendiendo de los supuestos “ignorantes”, muy a menudo auténticos maestros de vida.
¿Qué consejo daría al lector interesado en viajar a algún rincón del Sáhara?
Avergonzarse un poquito de no conocer los suficiente ese mundo que los españoles tienen a sólo un quincena de kilómetros más al sur. Atreverse a cruzar el Estrecho, a impregnarse de los olores, sabores, historia, costumbres, de todo lo que ofrece esa maravilla marroquí con la que se han compartido siglos de historia y de costumbres. Seguir hacia el sur, confiar en las gentes, vivir con esas gentes y seguir hasta los espacios inmensos donde nuestras seguridades flojean y todo se hace relativo.
Pero si se trata sólo de comprarse un todo terreno para darse un garbeo en algún tramo de pista o lucirse subiendo una cresta de duna quemando carburante, pues que compren otro libro. O que se vayan a los Monegros a correr por sus caminos y planicies derrapando para impresionar a los amigos. Eso sale más cercano y más barato. Pero no es viajar hacia seres humanos, no es conocer, no es ir al desierto con la mochila vacía para regresar con un gran equipaje de vivencias. Único.
Información sobre “Sáhara-Un viaje a la sabiduría de las gentes del desierto”
Autores: Josto Maffeo y Ángeles Blanco
Editorial: La Esfera de los Libros
Fecha de publicación: Abril 2009
Dónde puede comprarse: En todas las librería españolas y en Internet.
Fotografía: Josto Maffeo junto a su amiga Guiakash, la “matriarca de los camelleros y la compañera ideal de viaje”.
Patricia Trejo
(09/07/09)