¿Quiera usted hacernos una breve presentación del Proyecto ADL que los ministerios de justicia español y marroquí está llevando a cabo 2005 al 2008?
El proyecto tiene por objetivo fundamental apoyar el proceso de modernización que está en marcha desde hace años por parte de la administración marroquí. En este contexto el ministerio de Justicia español, junto al ministerio de Justicia marroquí han identificado este proyecto en el que ven unos puntos de intervención que consideran fundamentales. El proyecto se compone de dos partes. En primer lugar está lo que es la cooperación jurídica internacional que consiste en mejorar los mecanismos de cooperación jurídica. Pues el contexto de globalización y de la muy estrecha relación entre Marruecos y España, hacen que los sistemas judiciales estén más vinculados y que haya cada vez más casos en los que un juez español necesita pedir un acto de cooperación a un juez marroquí. Esto es lo que se llama en derecho comisión rogatoria. Entonces hay cada vez más comisiones por muchos temas. Tanto en los casos de terrorismo, como de blanqueo de dinero o tráfico de drogas. Son casos en los que se necesita la cooperación de la justicia marroquí o la justicia marroquí de la justicia española. Pero hay también muchos casos de derecho civil, por ejemplo los divorcios, en que se necesitan actos de cooperación. Entonces, lo que busca este proyecto es la creación de una red en la que habrá 50 puntos focales que sigue el modelo de la red que existe en la Unión Europea. La red de la Unión Europea ha conseguido que la cooperación judicial entre jueces ya no esté centralizada en los Ministerios. El problema ahora es que cuando un juez español quiere pedir algo a un juez marroquí tiene que pasar por el Ministerio. El hecho de que esto esté tan centralizado hace que se ralentice mucho y muchas veces pues las respuestas llegan tarde tanto por la parte marroquí como por la parte española. Entonces con la creación de esta red lo que se busca es que además de la participación del Ministerio de Justicia, pueda haber también una comunicación directa entre jueces. Esto no hay que verlo exclusivamente como un proyecto hispano-marroquí, sino que después Marruecos pasaría a integrar también la red europea de cooperación judicial.
¿El proyecto contiene también una parte relativa a la asistencia a personas desfavorecidas?
Sí. PRO ADL tiene por objetivo también mejorar de la asistencia a grupos vulnerables. Esta parte del proyecto se enmarca plenamente en la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH) y trata de mejorar el acceso a la justicia o a la situación legal de estos grupos que se han identificado. Hemos identificado cuatro grupos que son las personas en situación legal de pobreza, las mujeres, los menores desprotegidos y las personas presas.
¿Qué ofrece el proyecto a las personas en situación legal de pobreza?
En la situación legal de pobreza, lo que se busca es hacer algunos estudios de cómo se podría dar una asistencia legal gratuita a la población marroquí en situación de pobreza. Porque esto es un coste. Algunos países cuentan con un sistema para que las personas que no tienen recursos puedan tener un abogado. Es lo que en España se llama el turno de oficio. Pretendemos hacer un estudio que luego pondremos a disposición de la administración marroquí para que tome las medidas políticas oportunas. Está claro que esto tiene un coste económico importante. Por ello queremos aprovechar las experiencias que ha habido en otros países de la región. A este fin se organizará un seminario regional en el que miembros del sistema judicial de otros países del entorno marroquí podrán darnos su punto de vista, presentar sus experiencias y las buenas prácticas que hay en este campo.
PRO ADL ofrece ayuda también a las mujeres…
En lo que respecta a las mujeres, que es la parte del proyecto donde ya ha habido algunas actividades celebradas. En este campo, Marruecos ha avanzado mucho en los últimos años. Hay realmente una voluntad política desde la Mudawana hasta las campañas de sensibilización contra la violencia de género. Este proyecto viene a fortalecer esta estrategia nacional. En primer lugar se ha hecho una formación a favor de jueces y fiscales para que conozcan el sistema de lucha contra la violencia de género que hay en España. Así, en el mes de noviembre pasado hubo diez jueces y fiscales marroquíes que estuvieron durante una semana en España. Fueron recibidos entre otras autoridades por el ministro de Justicia español y por el Fiscal General del Estado. Fue una experiencia importante para ambas partes.
Posteriormente, y dentro de la parte de mujeres, se trata de crear una Red Nacional de Asistencia a las mujeres víctimas de delito. En este sentido queremos aprovechar la experiencia española. Recientemente tuvo lugar un seminario en el Instituto Superior de la Magistratura en Rabat durante el cual jueces, fiscales y ONGs han podido reflexionar sobre cuál puede ser el papel del Ministerio de Justicia en esta estrategia nacional. Actualmente hay dos consultores españoles que están preparando el plan de acción para los próximos años en el campo de la violencia doméstica.
¿Y en lo que concierne a los menores desprotegidos?
En lo que concierne a los menores desprotegidos, esta parte la vamos a planificar ahora para empezar el año que viene. Creemos tanto desde Marruecos como desde España que hay un compromiso de salvaguardar los derechos humanos de los menores. Se pretende buscar soluciones a este problema que tienen ambos países. También habrán estudios y se celebrarán seminarios entre ambas partes para ver cuál es la situación legal de estos menores que llegan a España.
Está también una parte dedicada a los presos…
Por último en el ámbito penitenciario, se trata de encontrar las buenas prácticas en materia de control judicial de ejecución de pena entre jueces y fiscales marroquíes y españoles.
¿Cuáles el perfil de estos jueces y fiscales?
Se buscan jueces que tengan una visión dinámica, que tengan ganas de trabajar y ganas de contribuir a este proceso de modernización de la justicia marroquí. Hemos encontrado programas de iniciación muy buenos y hemos encontrado jueces muy abiertos con ganas de trabajar y con cierta facilidad para aprender idiomas, cosa que es muy importante. Una parte de proyecto es la de clases de español. Tanto jueces como funcionarios del Ministerio de Justicia marroquí se beneficiarán de clases de español en el Instituto Cervantes.
¿Colaboran con ONGs marroquíes?
Si, hay varios centros de escucha que trabajan con nosotros en la parte de asistencia a mujeres. En la parte de los menores desprotegidos estamos trabajando con el Observatorio Nacional de los Derechos del Niño. Además, queremos abrir el proyecto a otras muchas ONGs porque el proyecto está abierto a la sociedad civil.
PRO ADL termina en el 2008. ¿Cuál es la meta que se pretende alcanzar en este plazo?
Queremos que de aquí al 2008 la red de cooperación judicial, que es un aspecto muy importante del proyecto, esté constituida, que haya cincuenta jueces con conocimientos y formación en cooperación jurídica internacional con un equipo informático que les permita ser conectados a esta red y que la red esté funcionando y facilitando la cooperación judicial entre ambos países. En la parte de personas en situación desfavorecida, se pretende avanzar poco a poco en las actividades. En el caso de mujeres, esperamos reforzar las células existentes en las fiscalías.
¿Marruecos es el primer país árabe que se beneficia de este proyecto?
Sí. Marruecos es el primer país árabe que se beneficia de este proyecto. Esto da una idea de la importancia que tiene el país para la cooperación española. Marruecos es un país considerado prioritario para la cooperación española en el Plan Director 2005 2008. El montante total de la cooperación en los últimos cinco años es de 700 millones de euros. En el ámbito de la Cooperación en materia de Justicia, queremos que Marruecos sea una puerta hacia la cooperación con otros países del Magreb.
¿La diferencia cultural no supone ninguna traba para el proyecto?
Es muy importante tener en cuenta la diferencia cultural. Lo hemos visto en la red de asistencia a las mujeres durante la formación de los jueces y fiscales marroquíes en España. Era muy importante recordar a los ponentes que estaban presentes que no pueden intentar implantar el sistema español de asistencia a mujeres maltratadas en Marruecos tal cual, sino que hay que adaptarlo a las especificidades culturales y sociales del país. Hay que tener en cuenta los avances que está haciendo Marruecos en este ámbito no tienen nada que envidiar a cualquier otro país del mundo. La Mudawana ha supuesto un avance gigantesco. España, por su lado, ha promulgado la ley integral de violencia de género, que entre otras medidas prevé la creación de unos juzgados que se ocupan de este tipo de violencia, y que también en cierto sentido es un paso enorme.
¿Cómo valora usted la cooperación marroco-española en materia de justicia?
La valoro de una forma muy positiva. Creo que hay que entenderlo en el contexto de las excelentes relaciones hispano-marroquíes y la buena sintonía que hay entre ambos gobiernos y las ganas de trabajar en ambas partes.
Khadija Warid/Rabat
(La Mañana, 13/12/05)