Así de sencillo. El conflicto del Sáhara Occidental da otro paso, que ni avanza ni retrocede, sino que varía sin duda el recorrido emprendido. Peter Van Walsum ha sido en los últimos tres años el encargado de trabajar con las partes implicadas en el conflicto mantenido entre el Frente Polisario y Marruecos. Un responsable que, al margen de mantenerse neutro, en los últimos meses inclinó la balanza hacia Marruecos, al afirmar en su último informe de abril que la opción de referéndum por la independencia del territorio propuesta por el Polisario no era una “solución realista”.
En concreto, el enviado explicaba en dicho informe que no existe presión internacional hacia Marruecos para que abandone su reclamación sobre la soberanía del territorio, "por lo que un Sáhara Occidental independiente no es una proposición realista".
Estas afirmaciones causaron un impacto importante en la situación actual del conflicto. Hasta entonces, Marruecos y el Polisario celebraron cuatro rondas de negociaciones desde junio de 2007 bajo los auspicios de la ONU; pero tras la dinámica de estancamiento de ambas partes y la opinión de Van Walsum hecha pública a nivel internacional sobre esta situación, la quinta ronda ha quedado en el aire, sin fecha fija, y los ánimos sobre todo de los representantes del Frente Polisario, más que crispados.
Ahora, con el fin del periodo de Van Walsum como enviado especial, tanto Marruecos como el Frente Polisario deben estar a la expectativa del nuevo elegido para este puesto; ya que el curso de las negociaciones podría avanzar de verdad o inclinarse hacia una u otra parte, lo que volvería a ser contraproducente.
Lo que sí queda claro, es que el mandato de Van Walsum expiraba el pasado 21 de agosto y no ha sido renovado, tal y como afirmó el diplomático holandés en un artículo de opinión publicado ayer en el diario español “El País”. Los motivos de esta no renovación podrían apuntar a su inclinación a apoyar el plan de autonomía que propone Marruecos; aunque no es algo confirmado.
Una vez al margen Van Walsum, el Polisario está dispuesto a una quinta ronda
Desde el Frente Polisario se habían levantado varias voces que pidieron a Ban Ki Moon la destitución de Van Walsum por considerar que se había posicionado en el lado marroquí. A mediados de agosto, el líder del movimiento saharaui, Mohamed Abdelaziz, escribió una carta al secretario general de la ONU en la que aseguraba que su enviado personal "se ha descalificado" y le instaba a destituirle para que así se pudiera continuar con las negociaciones con Marruecos.
Ahora que se aparta del conflicto Peter Van Walsum, el embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Argel, Brahim Ghali, ha manifestado que están dispuestos a retomar las negociaciones con Marruecos para seguir con la quinta ronda de negociaciones.
"Se había convertido en un factor de bloqueo. Cometió un error imperdonable al tomar posición por el ocupante, lo que va contra la ética y la carta de la ONU, así como contra su estatus, al que se le supone la neutralidad", subrayó Gali.
"Ahora habrá que reunir las condiciones para volver a las negociaciones", explicó Ghali a la agencia Efe, e indicó que en el seno de la ONU "ya han comenzado a circular ciertos nombres" para el puesto de enviado especial y que las negociaciones podrían reanudarse en octubre o noviembre.
El nuevo enviado para el Sáhara se sabrá “pronto”
A este respecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon ha informado que "el anuncio del nuevo enviado personal (del secretario general) se hará pronto", concluyó la portavoz de Ban que subrayó que el secretario de Naciones Unidas "sigue comprometido" a ofrecer a las partes sus buenos oficios a medida que se preparan para una quinta ronda de negociaciones este otoño.
El secretario general "cree firmemente" que hay necesidad de revitalizar el proceso negociador para conseguir una solución pacífica en el Sahara Occidental, añadió la portavoz de Ban Ki-Moon en rueda de prensa.
Marruecos alaba el “coraje” de Van Walsum, afirma que el expediente del Sáhara “está en la buena vía” y que la creación de un “sexto Estado en el Magreb es algo absurdo”
Ayer, con estos nuevos hechos, Marruecos también se pronunció de cara a su pueblo y la opinión pública internacional. El portavoz del Gobierno y ministro de Comunicación, Jalid Naciri, indicó que el expediente del Sahara está hoy en día en “la buena vía, la de la seriedad y de la objetividad”.
"No nos imaginamos un regreso a los años estériles que marcaron este dossier", dijo Naciri antes de destacar las posiciones “sabias” expresadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y por “varios países conocidos por la objetividad y la seriedad de sus enfoques respecto a los diferentes aspectos de este tema”.
Estas fueron las respuestas del portavoz marroquí durante una rueda de prensa celebrada al término de la reunión semanal del consejo del Gobierno a una pregunta sobre el fin del mandato de Peter Van Walsum como enviado personal del Secretario general para el Sahara.
Naciri subrayó además que Van Walsum "cumplió su misión con mucha objetividad" y añadió que este último "ha tenido el coraje político de decir lo que todos los sabios de este mundo admiten. La creación de un sexto Estado en el Magreb es algo absurdo".
Por otra parte estimó que las presiones ejercidas sobre el Secretario general de la ONU son vanas.
Pesimismo y estancamiento
Cabe recordar que tras más de treinta años de conflicto en el Sáhara Occidental, 2007 fue un año clave, puesto que se dio una nueva dinámica al contexto. Tanto Marruecos como El Frente Polisario presentaron a las Naciones Unidas un informe en el que cada uno proponía la solución posible para resolver de modo pacífico este conflicto.
Unos informes que afianzaban lo que hasta entonces habían sido y siguen siendo las posturas de cada parte: Marruecos cree que la única solución es otorgar la autonomía al territorio de la antigua colonia española, como parte del Reino. Por su parte, el Polisario sigue defendiendo que se celebre un referéndum de autodeterminación.
Estas son las posturas y tras cuatro rondas, iniciadas en junio de 2007, no se ha llegado a ningún avance significativo, con informes por parte de Van Walsum y Ban Ki-Moon que confirmaban ese estancamiento crónico.
Cuando dos posturas no quieren tender un puente, un término medio si quiera, hay quien cree que la responsabilidad debe recaer en las Naciones Unidas, que auspician las negociaciones, para presionar de forma eficaz a ambas partes y lograr el fin del conflicto que, no debe olvidarse, afecta a población civil saharaui.
Al respecto, en el artículo de opinión publicado en “El País”, Peter Van Walsum declaraba que el conflicto del Sáhara Occidental es un problema "insoluble". "En vista de los 33 años que ha durado el contencioso sobre el Sáhara Occidental, en ocasiones caigo en la tentación de pensar que no he logrado encontrarle una solución porque es un problema insoluble", aunque se resiste porque continúa "creyendo que con voluntad política sí podría resolverse".
Van Walsum ratifica que su "análisis" no ha cambiado, pero subraya que "si el Consejo de Seguridad hubiera estado dispuesto a imponer una solución", este análisis "habría sido muy diferente". "La necesidad de llegar a una solución consensuada tenía que ser el punto de partida" según la decisión tomada por el máximo organismo de la ONU, añade.
El diplomático recuerda que en las negociaciones entre Rabat y el Frente Polisario había que "embarcarse sin condiciones previas", pero remarca que "lo más realista era pronosticar que, mientras Marruecos ocupara gran parte del territorio y el Consejo de Seguridad no estuviera dispuesto a presionarle, el resultado no llegaría a ser un Sáhara Occidental independiente".
Asimismo, el ex enviado de Ban Ki-Moon opinó que si el Polisario contemplara una "hipotética solución negociada que no fuera la independencia total, contaría inmediatamente con un abrumador apoyo internacional", y espera que si este momento llega el movimiento independentista "presente su propia propuesta global de autonomía" en lugar de limitarse a introducir enmiendas en la marroquí. Sin embargo, no espera que el Polisario "dé ese paso en un futuro previsible", por lo que "nada cambiará por el momento".
Ahora, en la cabeza de todos está intentar dilucidar quién será el próximo rostro que representará a las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental, y si éste logrará encauzar un proceso de paz en el territorio.
PTZ
(29/08/08)