Este informe sale en un momento especialmente delicado debido al conflicto de Gaza, que afecta a los puntos de vista entre los miembros sobre la cooperación euromediterránea que debe haber y el tipo de implicación en este conflicto.
Una de las ideas que destaca Napoletano es la "voluntad de reforzar el diálogo" en todos los dominios, dando importancia al papel que debe jugar la APEM, Asamblea parlamentaria EuroMed, para salir de "situaciones delicadas" que han desembocado en una avería del proceso. No obstante, aunque el Parlamento europeo intente ayudar a salir del impasse en el que se ha visto sumergida la "Unión por el Mediterráneo" UPM, "todo depende del gobierno israelí", precisa la eurodiputada.
Ahora mismo la presidencia europea la detenta la República Checa. El viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, ha señalado que la UPM forma parte de sus prioridades, aunque "no es el único mecanismo de cooperación" con la región mediterránea.
No obstante, Vondra precisó que la voluntad de la UE es la de jugar un papel activo en la conferencia de donantes económicos que tendrá lugar en marzo en Egipto para la reconstrucción de Gaza.
Por su parte, la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, ha señalado la "contribución positiva" del informe de Napoletano, para "definir una política euromediterránea coherente" que respete "lo adquirido en el proceso de Barcelona", y para reforzar el carácter paritario del diálogo entre los miembros de la rivera norte y rivera sur de la región euromediterránea.
Casi todos los intervinientes señalaron que la UPM representa una misión de paz y que contribuye a la estabilidad y prosperidad de la región.
"Tenemos los recursos y herramientas, estamos preparados. Solo hace falta el rumbo, pero Gaza es una realidad”, insistió Vondra.
Por otro lado, Ferrero-Waldner dedicó puso de nuevo la UPM “en el marco de la política de vecindad” lo cual implica, recordó, aspectos de cooperación con el Mar Negro y el Báltico.
También informó que se instaurará próximamente un Comité de redactores para trabajar en los estatutos del Secretariado de la Unión por el Mediterráneo, para definir el tipo de papel de gestión que tendrá.
Un paso más para no dejar morir este proyecto impulsado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el verano pasado, que buscaba dar vida a los objetivos del Proceso de Barcelona que terminó en 2005 en fracaso. Los problemas de Oriente Medio siguen siendo decisivos, como cuando el proceso de Barcelona estaba en vigor. La cuestión es ver cómo se llenará de contenido el Secretariado de la UPM y los objetivos concretos y acciones que se llevará a cabo. Una tarea difícil que implica por igual a todos los miembros de la zona sur y norte del Mediterráneo.
PTZ
(20/02/09)