(09/05/11).- La visita de los Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, a Marruecos, donde fueron recibidos por el rey Mohamed VI, supone un espaldarazo al país alauí, en un delicado momento tras el reciente atentado que tuvo lugar en la plaza Yemá el Fna de Marrakech y que causó 17 muertos, y cuando el país se halla inmerso en un importante proceso de cambios políticos, tras el discurso real del pasado 9 de marzo, anunciando una reforma de la Constitución.
La visita se concluyó el 10 de mayo en el Palacio Real de Marrakech, en un encuentro con el rey Mohamed VI y su familia, su visita privada de cuatro días a Marruecos invitados por el monarca marroquí. Decidida después del atentado contra el Café Argana de Marrakech, que el pasado 28 de abril costó la vida a 16 personas y heridas a unas 20, la visita de D. Juan Carlos se inscribe sin duda en la solidaridad de España con la corona y el pueblo marroquí tras el atentado.
Pero hay otro trasfondo previo a dicho suceso: la normalización de las relaciones entre los dos países, transcurridos algunos meses desde los incidentes provocados en la ciudad de Melilla por algunos súbditos marroquíes, que presentaron queja y denuncia por supuestos malos tratos de la policía española en la frontera. El hecho causó malestar en la diplomacia de las dos naciones, y quedó sellado con una futura visita real española a Marruecos que ahora ha tenido lugar.