Había un agricultor, cuyo maíz siempre había obtenido el primer premio en la Feria del Estado. Y tenía la costumbre de compartir sus mejores semillas con todos los demás agricultores de los contornos.
Cuando le preguntaron por qué lo hacía, dijo: “En realidad, es por puro interés. El viento tiene la virtud de trasladar el polen de unos campos a otros. Por eso, si mis vecinos cultivasen un maíz de clase inferior, la polinización rebajaría la calidad de mi propio maíz. Esta es la razón por lo que me interesa enormemente que sólo planten el mejor maíz”.
Esta parábola refleja perfectamente el sentido de lo que quiero, de lo que queremos, reflejar con esta Exposición y conferencia y su propio nombre: el reafirmarnos nosotros mismos y creérnoslo, que, efectivamente, somos reserva de la biosfera y que ello, supone una auténtica oportunidad histórica para nuestra comarca, para todo el Sur de Andalucía y todo el Norte de Marruecos.
Las reservas de la biosfera, deben y tienen que contribuir a preservar y mantener valores naturales y culturales, mediante una gestión sostenible, apoyada en bases científicas correctas y en la creatividad cultural. La Red Mundial de Reservas de la Biosfera es un instrumento integrador que puede y debe contribuir a crear una mayor solidaridad entre los pueblos y naciones del mundo.
El 25 de Octubre de 2006, el Programa MAB (Hombre y Biosfera) de la UNESCO, aprobó por unanimidad, la inclusión en la lista Mundial de reservas de la Biosfera, la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo Andalucía –Marruecos, promovida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Reino de Marruecos.
Esta Reserva tiene como objetivo fundamental, fomentar la conservación y el uso sostenible de los recursos por parte de las poblaciones locales. El interés se fundamenta, además, en la oportunidad de acercar dos territorios que, pese a la división física por un mar, compartimos bastantes aspectos de nuestro patrimonio natural y cultural.
La Reserva va a gestionar un millón de hectáreas de ambas orillas del Estrecho, protegiendo la biodiversidad de la zona e impulsando la cooperación en ambos sentidos.
Además, se trata de la Primera Reserva que cuenta con un mar dentro de sus límites, teniendo un ámbito geográfico que abarca algunos de los espacios más emblemáticos de las provincias de Cádiz, Málaga y Campo de Gibraltar, en Andalucía, y de las provincias de Tánger, Tetuán, Larache y Chaouen en el norte de Marruecos.
En la parte andaluza, esta reserva está constituida por los Parque naturales de la Sierra de Grazalema, Sierra de las Nieves, nuestro Parque Natural del Estrecho y los Alcornocales, los parajes de Sierra Bermeja, la playa de Los Lances en Tarifa y las Dunas de Bolonia. En la parte marroquí, está Jbel Moussa, la laguna de Smir, la propia ciudad de Chaouen como tal, Ben karrich y Cote Ghomara.
Y nos encontramos ante una oportunidad excepcional de cooperación entre Andalucía y Marruecos, lo que puede hacer mejorar algunos aspectos importantes de ambas zonas como el propio desarrollo económico del norte de Marruecos, de nuestro campo de Gibraltar, mejorar el propio tráfico marítimo, etc.,
Entre los objetivos perseguidos por la propia Administración andaluza, está la de la creación de un gran Centro de interpretación de la naturaleza en Marruecos y otro en el sur de Andalucía, junto con la formación de profesionales turísticos, la puesta en marcha de distintivos de calidad para los productos de toda la zona comprendida dentro de la Reserva, así como el desarrollo de equipamientos turísticos y agrupaciones de desarrollo rural.
Se trata, además, de una reserva no sólo intercontinental, sino también transfronteriza. Es decir, traspasa las fronteras políticas, rompe las fronteras, mediante la gestión de la misma favoreciendo el uso sostenible de los recursos medioambientales y culturales tan similares a ambos lados que, en este caso, han quitado las fronteras.
Y en este proyecto, es necesaria la aportación activa de las poblaciones locales que son las verdaderas depositarias de los saberes tradicionales y que, a la vez, deben adecuarse a las innovaciones para reorientar sus prácticas económicas, en función de un modelo de desarrollo racional que asegure un futuro digno y solidario.
La reserva se ha definido atendiendo a las propias características naturales, históricas, culturales y económicas. Y a partir de las mismas, se pone de manifiesto la complementariedad que existe entre ambas orillas del Estrecho y lo específico de esta zona privilegiada del Planeta, constituyendo un espacio idóneo, un espacio único para ser significado internacionalmente con su declaración como reserva de la Biosfera Intercontinental. Y, además, con una clara visión de futuro como un importante espacio de comunicación entre el continente africano y el europeo. Un lugar estratégico de intercambio socio-cultural, cuya gestión y conservación, requiere, necesariamente, una consideración transfronteriza y, por las condiciones de su medio, intercontinental, pero con grandes relaciones naturales, históricas y culturales que hacen que este proyecto tenga un interés añadido porque se convierte en un buen ejemplo para superar diferencias en esta encrucijada que es el Mediterráneo.
Un mundo único e irrepetible que fue tan bien definido por Braudel cuando nos decía que “Tanto en su paisaje físico como en el paisaje humano, el Mediterráneo se presenta en nuestros recuerdos como una imagen coherente, como un sistema, donde todo se mezcla y se recompone en una unidad original. ¿Cómo explicar esa unidad?. Tendremos que esforzarnos una y otra vez para lograrlo.”
La explicación no es solo la naturaleza que, a tal efecto, ha trabajado mucho. Tampoco es sólo el hombre que ha ligado todo con obstinación. Son, a la vez, las gracias de la naturaleza ó sus maldiciones y los esfuerzos múltiples de los hombres, tanto ayer como hoy. Ó sea, una suma interminable de azares, accidentes y logros repetidos.
Y las actuaciones que se van a llevar a cabo, van a ir siempre en interés de la cooperación y el intercambio entre las dos orillas, previéndose abordar cuatro objetivos principales y específicos:
1.- Fortalecer la Reserva de la Biosfera Intercontinental mediante la puesta en marcha de mecanismos de coordinación comunes, tanto en gestión, como en cooperación ó en logística, promoviendo intercambios y capacitación cruzada entre funcionarios y técnicos de la zonas protegidas. Y también el inicio de proyectos de investigación coordinados de interés común, de bases de datos y cartográficas.
2.- Fomentar el desarrollo sostenible, promoviendo el desarrollo rural y su mejora de la calidad de vida para evitar la emigración, persiguiendo el equilibrio socioeconómico en ambas orillas, fomentando, principalmente la participación de las organizaciones locales, y en especial de las mujeres y los jóvenes, buscando alternativas económicas al cannabis.
3.- Acercar la Reserva de la Biosfera a la población. Esto, entendemos que es fundamental y es lo que estamos intentando con este primer seminario, el darla a conocer, el saber que poseemos este instrumento que nos puede y nos debe servir para la formulación, financiación e inicio de proyectos y acciones de cooperación destinados a campañas de comunicación, de recuperación y valoración del patrimonio histórico y cultural común, y POTENCIAR UNA IMAGEN TERRITORIAL Y DE MARCA CONJUNTA DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA INTERCONTINENTAL.
4.- Promover mejoras ambientales, con proyectos para la recolección y tratamiento de residuos sólidos urbanos, mejorar la depuración y reutilización del agua y la promoción de energías renovables en el entorno rural.
Hasta el año 2010, se deberá trabajar en estos objetivos, fundamentalmente para crear esa imagen propia, esa marca conjunta de Reserva de la Biosfera Intercontinental, promoviendo la coordinación entre instituciones de ambas orillas y la cooperación y complementariedad con otros actores de la sociedad civil.
Estamos, por tanto ante un magnífico instrumento que se nos ha concedido, como es la declaración de nuestra zona, en ambas orillas, como Reserva de la Biosfera Intercontinental, instrumento que tenemos la obligación moral de utilizar y gestionar para nuestro propio futuro.
Todos los aspectos: medioambientales, culturales, tradiciones, históricos, turismo y economía etc., son susceptibles de trabajar y de mejorar si somos capaces de ello. Esto será tan importante como nosotros mismos seamos capaces de hacerlo.
En nuestro caso, de Algeciras, del Campo de Gibraltar, quiero poner sólo un ejemplo. El Parque Natural del Estrecho comienza en la Ensenada de Getares. Y el Parque forma parte de la Reserva de la Biosfera, por lo que la propia ensenada de Getares, es decir Getares, es ya Reserva de la Biosfera, catalogación muchísimo más importante que la que antes se podía obtener con la bandera azul y lo que eso puede significar para el turismo.
Por último, una aportación para que pueda ser recogida por la propia Consejería de Medio Ambiente: El gran centro de interpretación de la reserva en esta orilla, podría ser, y está incluido en la misma, el Faro de Punta Carnero ó si ustedes lo prefieren EL MIRADOR DE LA BIOSFERA.
Si mis vecinos cultivaran un maíz de clase inferior, la polinización rebajaría la calidad de mi propio maíz.
(27/09/07)
Patricio González