21/12/2009 -. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se han mostrado preocupadas: "Hemos percibido que la vigilancia comercial se apretó este último mes", señala Andrés Góngora, presidente de la COAG.
"Es evidente que -el Ejecutivo- va a relajar la presión una vez solucionado lo de Haidar. Desde que se firmó en 1985, Marruecos ha incumplido el acuerdo con el beneplácito del Gobierno español, ahora van a volver a incumplirlo", advierte por su parte Francisco Vargas, presidente de Asaja.
Los agricultores creen que el control de las importaciones durante el último mes ha sido un arma diplomática para presionar a Marruecos a encontrar una solución al caso de la activista Saharaui. Roberto Góiriz, portavoz de Fedex,a través de una nota insistió en que el acuerdo "lo precipitó el caso Haidar", de forma que fue un asunto que "entró en el paquete para su solución".
Entretanto, el presidente del Partido Popular ha señalado la coincidencia entre la firma del acuerdo agrícola entre Marruecos y la UE y la solución del caso ‘Haidar’. El que sale perdiendo es el gobierno español, que, según Mariano Rajoy, “cada vez pierde más peso en el mundo”.
El acuerdo contempla en la base: 225.000 toneladas de tomate en la primera campaña, tras su entrada en vigor, 233.000 toneladas en la segunda, 241.000 toneladas en la tercera, 249.000 toneladas en la cuarta y 257.000 en la quinta.
En general, la UE abrirá por completo su mercado de inmediato al 55% de los envíos marroquíes. La mejora en las cesiones hortofrutícolas supone un 80 de las importaciones de ese país a los 27. En contrapartida, informa la agencia Efe, Rabat se ha comprometido a abrir su mercado de inmediato al 45% de las importaciones agrarias procedentes de la UE y tras un período transitorio, el valor del comercio totalmente liberalizado pasará al 61% en cinco años y al 70% en diez.
Según la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pilar Merino, el acuerdo tendrá una incidencia "especialmente negativa" en zonas como Andalucía, Murcia, Valencia y Canarias, sobre todo en las producciones hortícolas intensivas y de fruta temprana, con la consiguiente destrucción de empleo y exportación.