De los 58 detenidos, de 19 nacionalidades diferentes, cuatro están acusados de un delito de suplantación de personalidad por falsificación de documentos; y cinco ya habían sido expulsados anteriormente de España y habían vuelto a entrar en el país sin cumplir el plazo hasta poder regresar. Los 49 restantes, según informó el Ministerio del Interior, volvieron a sus domicilios a lo largo del día con un expediente de expulsión; datos que ATIME desmiente alegado que 35 de estos sin papeles, no estaban en sus casas, sino que ya habían sido trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga, desde donde serán expulsados.
Fuentes de esta asociación de trabajadores inmigrantes marroquíes declaran que hubo una auténtica "caza al inmigrante, con brutalidad, agresiones y violencia verbal y física". Rahmouni lamentó el trato dispensado por los agentes, que "sacaron de los bares, locutorios y de la misma mezquita a las personas con aspecto de extranjero, para concentrarles en tres plazas y pedirles la documentación".
Por otro lado, la asociación Murcia Acoge calificó ayer mediante un comunicado de prensa de "vergonzosa" esta intervención policial para el control de la inmigración irregular, expresando su "más enérgica protesta ante los lamentables hechos acaecidos en Torre Pacheco", que no son sino “el caldo de cultivo perfecto para fomentar el rechazo a la inmigración y generar actitudes xenófobas y racistas".
Acción desmesurada para una localidad de menos de 30.000 habitantes
Asimismo, Murcia Acoge exige a la Delegación del Gobierno "una explicación urgente de lo sucedido" y que informe si "éste va a ser a partir de ahora el modus operandi con el que se va a actuar con las personas migrantes en la Región". Una actuación “contradictoria” puesto que, en aras de la “seguridad ciudadana” y “pacífica convivencia” se han realizado actuaciones de este calado en una localidad de 29.187 habitantes, de los que 6.060 son extranjeros, siendo los marroquíes (3.000) el colectivo más numeroso, seguido de un millar de ecuatorianos, y el resto argelinos y latinoamericanos.
Por su parte, la Delegación del Gobierno insiste en que se cumplieron todas las garantías legales. Dos traductores acompañaban a los agentes y se ofreció asistencia letrada a los detenidos. Desde la Delegación también se desmintió que la policía entrara en la mezquita de la localidad.
Ante estos hechos, ATIME tuvo una reunión desde la que se ha exigido al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que explique si éste va a ser el procedimiento habitual; y también pidió a Marruecos que se posicione en defensa de sus ciudadanos.
Ley endurecida europea en materia de inmigración
Esta intervención policial deja flotar en el aire la duda de si el gobierno español está dando “un giro radical” en la acción inmigratoria, tras la aprobación por el Parlamento Europeo de una directiva “del retorno” encabezada por la Francia de Sarkozy, que según declara el sindicato de Comisiones Obreras supone un “criminalización de la inmigración y supone un grave retroceso democrático”.
Un triste episodio para la inmigración en España, sin duda; que podría no ser el único.
(01/07/08)