Dentro de la población residente en España que profesa la religión islámica, hay más de 710.000 personas de origen marroquí, siendo junto con el colectivo rumano la comunidad inmigrante más importante en el país.
Este importante número de marroquíes viviendo en España ha sido un fenómeno de reciente configuración, sobre todo desde hace diez años, que, sin duda, ha influido en el actual problema de representatividad de los organismos islámicos existentes 20 años antes en una España en donde el fenómeno de la inmigración no era tan potente.
La Comisión Islámica de España, su división interna y carácter obsoleto
El principal organismo o institución que intenta englobar a todo el colectivo musulmán de España es la llamada “Comisión Islámica de España” (CIE), creada a nivel nacional, por iniciativa del gobierno español a principios de los años 90, con el objetivo de que se estructurara así la comunidad islámica española, se facilitara la práctica del Islam en España y que fuera el único órgano interlocutor con el gobierno español.
Esta Comisión no tiene un núcleo como tal, sino una organización bicéfala. Es decir, hay dos grandes federaciones que la forman desde 1992, cuyas rivalidades son conocidas por todo el colectivo musulmán. Se trata de la Feeri (Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas) creada en 1989 de la que se escindió varias asociaciones que darían lugar en 1991 a la otra federación, la Ucide (Unión de Comunidades Islámicas de España).
La Feeri, es la minoritaria y representa sobre todo al colectivo marroquí y a conversos españoles; aunque también se le reprocha estar demasiado cerca de las ideas del gobierno de Marruecos sobre todo desde que tiene a Mohamed Ali, como nuevo presidente desde 2007.
La Ucide, considerada mayoritaria, está liderada por Riay Tatary, de origen sirio, y sus integrantes son sobre todo inmigrantes musulmanes no marroquíes.
El principal problema que existe en esta Comisión Islámica española creada hace 17 años que aglutina a conversos, marroquíes y musulmanes no marroquíes, es el conflicto de representatividad interno, el choque de intereses, y una falta de puesta al día con la realidad de la inmigración musulmana actual que se vive en España.
Según afirmó en una entrevista a Marruecos Digital el diputado catalán del PSC de origen marroquí y miembro del Consejo de la Comunidad Marroquí residente en el Extranjero, Mohamed Chaib, estos órganos de representación deben “contar con la inmigración que supone la inmensa mayoría de los musulmanes que residen en España". Una inmigración musulmana que tiene rostro marroquí.
Aparte, al hecho de una inmigración que hoy día es mayoritariamente marroquí se une la proliferación de pequeñas asociaciones e iniciativas islámicas que no se han integrado en la Comisión Islámica de España, porque no se sienten representadas.
Un mosaico que se divide aún más, y que evidencia que el Islam no sirve como nexo de unión que aglutine al colectivo musulmán, porque dentro se juegan muchos intereses.
El importante peso de los marroquíes y el propio interés de Marruecos
Los más de 700.000 marroquíes musulmanes que residen en España basculan entre la Feeri y otras asociaciones más pequeñas. Pero es evidente que su peso es cada vez mayor en España.
En este contexto se debe tener en cuenta el interés de Marruecos en el colectivo islámico español. Marruecos busca que el Islam que se propugne en España y resto de Europa sea un islam moderado, de origen malekita, en vez de un islam de corte radical wahabita, que sea caldo de cultivo de acciones de carácter terrorista que cale entre la población inmigrante de origen marroquí.
Un interés que puede estar encubierto en la próxima creación de la “Casa de Marruecos” en Barcelona, (en Cataluña se aglutina el mayor número de marroquíes que residen en España) o en la sugerencia de Marruecos de celebrar elecciones entre los musulmanes que residen en España para elegir a sus líderes islámicos y configurar así una institución votada por el colectivo actual, y no el de hace 20 años.
Esta sugerencia es vista con recelo por muchos musulmanes en España, puesto que la forma de intentar controlar ese islamismo radical se ve como injerencia de un país en otro.
El caso concreto de Murcia y Valencia, y el peso de “Justicia y Espiritualidad”
Otro aspecto muy reciente es la creciente presencia en España del movimiento islamista apolítico “Justicia y Espiritualidad”. Aunque tolerado como movimiento es censurado como partido político en Marruecos por no reconocer la legitimidad religiosa del monarca marroquí, Mohammed VI, (es decir, ser su jefe espiritual) y que propugna una acción pacífica política decidida a cambiar la naturaleza del Estado.
La Federación Islámica de la Región de Murcia, FIRM, así como otras partes del Levante español, ha estado ligada a cursos y formaciones a imanes por parte del movimiento Justicia y Espiritualidad. Según informa a MarruecosDigital la agencia “Vega Media Press”, los islamistas de Justicia y Espiritualidad a través del FIRM intentan formar parte de la Feeri para entrar en la CIE (Comunidad Islámica Española), pero aún no encuentran el apoyo necesario.
Sin embargo, sí que se han acercado a una nueva plataforma llamada la “Federación de Entidades Musulmanas de España” (FEME), cuyo secretario general es Mohamed Amin (Felix Herrero), el que fue hasta hace poco presidente de la Feeri.
Y ahora entra la Política
Otro aspecto que va ligado a la población inmigrante, es la posibilidad del voto de los inmigrantes en las elecciones españolas a nivel municipal.
Una petición que piden muchos colectivos de origen marroquí en España pero que es de difícil realización puesto que aunque la Constitución española permite el voto de los extranjeros si los españoles pueden votar en este país, precisamente Marruecos debería cambiar su constitución para permitir el voto de los españoles en su territorio, algo que a medio plazo es difícil que ocurra.
En este contexto, acaba de nacer en verano pasado un partido político de formación islámica llamado “Prune” (Partido Renacimiento y Unión de España), liderado por Mustafá Bakkach, periodista de profesión que además forma parte de la Feeri.
El objetivo del Prune es “ser la voz de los marginados” y pretenden acaparar posibles votos de inmigrantes, sean o no musulmanes, y que se estrenará para las elecciones municipales de 2011 en lugares como Granada, Oviedo, Madrid, Barcelona, Ceuta o Melilla.
El hecho de que Bakkach sea integrante de la Feeri lleva a muchos a pensar que su nuevo partido esté vinculado a esta federación. Sin embargo, él desmiente la conexión del Prune con la Feeri o con el gobierno marroquí.
Ante todo este panorama de disputas internas en el órgano principal musulmán español, con un nuevo perfil del colectivo inmigrante, con las acciones externas de Marruecos en pro de su comunidad residente en el extranjero, y los nuevos grupos y asociaciones que se forman, el Ministerio de Justicia español, órgano que se encarga de los Asuntos Religiosos, de momento no ha movido ninguna ficha en este complicado tablero de ajedrez en donde hay más de dos y tres jugadores.
PTZ.