Las aportaciones de este taller se integran dentro del “Programa Integral de Codesarrollo en Marruecos, Malí y países limítrofes”, financiado por la AECID, en el que trabaja el Movimiento por la Paz desde 2006 y hasta 2010. El punto inicial es la necesidad de ahondar en el conocimiento del fenómeno migratorio y en sus posibilidades de desarrollo.
Gracias a estos estudios sobre codesarrollo y asociacionismo marroquí y maliense en España y en los países de origen, se ha establecido un primer mapa del asociacionismo con una base de datos de más de 200 asociaciones. El Movimiento por la Paz pretende prestar a muchas de ellas apoyo técnico y formativo con el fin de fortalecer el tejido asociativo y la participación de la sociedad civil con las asociaciones de migrantes.
Según recoge el estudio, el asociacionismo marroquí está más asentado que el maliense en España, debido a que, en general, los marroquíes llevan más tiempo en nuestro país, lo que favorece un mayor arraigo, se encuentran más integrados y conocen mejor el funcionamiento de nuestra burocracia. Sin embargo, los malienses tienen una mayor experiencia comunitaria que les resulta muy valiosa a la hora de atender las necesidades de sus compatriotas.
En este estudio ha colaborado el socio local en Marruecos del Movimiento por la Paz, AMSED (Association Marocaine de Solidarité et Développement), que recomienda apoyar a las asociaciones provinciales para que medien entre las asociaciones locales, las de emigrantes, el sector público y el privado.
La idea es que las asociaciones provinciales fomenten la realización de estudios de mercado sobre los diferentes sectores de inversión para orientar a los emigrantes acerca del mercado laboral. Las asociaciones regionales habrían de intervenir facilitando los procedimientos administrativos a los posibles inversores, mientras que las asociaciones locales se encargarían de sensibilizar a los inmigrantes para que se organicen en asociaciones una vez fuera de Marruecos.
El resultado de estas actuaciones sería la de propiciar que se desarrolle un vínculo entre las asociaciones de inmigrantes y las organizaciones, tanto del país de acogida como del de origen, que beneficie a todos.
Desde 2004 hasta 2008 las migraciones marroquíes se han dirigido fundamentalmente hacia España y Portugal. El Estado marroquí ha intentado controlar el flujo migratorio financiando pequeños proyectos en el ámbito rural y urbano, pero la emigración, clandestina o no, se convierte para los jóvenes en una manifestación de desesperanza y en única alternativa.
Cada vez más, se negocian las salidas con contrato, lo que lleva a muchas familias a endeudarse para comprarlos (cuestan entre 80.000 y 100.000dirhams). Este endeudamiento permite la salida de al menos un miembro de la familia en condición legal, con lo que dicho miembro carga con el peso de suponer el pilar del futuro familiar. El deseo de obtener un contrato lleva en ocasiones a estrategias clandestinas y a prácticas dudosas para conseguirlos. El fenómeno de la migración ha pasado en Marruecos de ser un hecho “vergonzoso” a convertirse en la única alternativa de éxito social para muchos.
Bbarberá
(14/01/09)