Estas declaraciones aparecen en un momento tenso entre ambas partes, tras las dos rondas de negociaciones entabladas en verano, junio y agosto, en las que se había conseguido sentar en la misma mesa a los dirigentes marroquíes y del Frente Polisario para buscar una solución al conflicto del Sáhara occidental, pero que no había dado grandes frutos.
Tras las dos rondas celebradas en Manhasset, Nueva York, bajo el auspicio de la ONU, se había comentado la posibilidad de celebrar antes de fin de año una tercera ronda en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.
Sin embargo, las declaraciones posteriores de ambas partes implicadas en el conflicto retrocedieron dos pasos atrás las conversaciones iniciadas. Muestra de esto fue la conclusión del último informe que remitió Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU, en el que evidenciaba que no quedaba claro el concepto “negociar sin condiciones previas” que había instado Naciones Unidas en su resolución 1754 dictada en abril de 2007.
“El Polisario quiere continuar las negociaciones y es Marruecos el que las obstaculiza al presentar como condición que se reconozca al Sahara Occidental como su territorio”, indicó el líder saharaui el pasado 4 de diciembre.
De hecho, Salek añade que, el gobierno marroquí “tiene una postura contraria al contenido de las resoluciones 1754 y 1783 del Consejo de Seguridad de la ONU que estipula una solución política al conflicto basada en la autodeterminación”, ya que “todos los argumentos presentados por Marruecos tienen por único objetivo ganar tiempo, maniobrar y rechazar la legalidad internacional”, concluye el representante de la RASD.
Falta por observar las declaraciones del gobierno marroquí durante estos días antes de esta tercera ronda. Un nuevo encuentro que parece quedar lejos de la frase que afirma que “a la tercera, va la vencida”.
(10/12/07)