En efecto, con o sin pedagogia alguna y con la misma e inconcebible inconciencia dialéctica, con sus sueños inciertos, unos, en dias siguientes electorales otros, izquierda y derecha y demás fuerzas políticas españolas prefieren aferrarse al estado vegetativo de la solución-crucigrama de este territorio antiguamente colonizado por su pais.
Al unísono, esmaltando la verdad, no por modestia, sino por miedo a desagradar a su electorado progresista o demócrata y cualquiera que fuese la invitación a la reflexión sobre el tema, la exclamación pierde color político, constancia del pretexto histórico e incluso la lógica de proceder a la biopsia de un momento y de un destino de quien se había colonizado.
El complejo en forma de "legitimo"argumento para la legalidad internacional es: ¡ El pueblo sahrauí nunca ha sido consultado ! ¿ Por quién? Evidentemente la referencia implícita debe ser a la ex potencia colonial y a través de ella a Marruecos.
Asi que… pese a sus 32 años, debido a la voluntad deliberadamente acrobática de casi la totalidad de esta clase política (que, cuando se trata del Sahara en vez de buscar posibles soluciones a los problemas, busca problemas a soluciones existentes), por ser de una intransitiva facilidad, el problema del Sahara sigue a pesar de su, cada vez menos soportable dimensión dramática, con su mortal frescura.
Los más intelectuales ( o más demócratas o izquierdistas) reprochan al Acuerdo Tripartita de Madrid, auspiciado por el Consejo de Segruidad de Naciones Unidas, el haber sido concebido, negociado y firmado por dos regímenes dictatoriales: de Franco y de Hassan II.
No obstante, en esta dialéctica grosera se olvidan que la independencia del norte de Marruecos en 1956 fue negociada, aprobada y firmada por los mismos regímenes, bajo los auspicios de los mismos primeros mandatarios. Lo que lógicamente confiere el resbaladizo derecho de preguntarse: ¿ Debemos considerar esta inepcia “ democrática” como una invitación a una revisión del pacto de independencia de Marruecos, procediendo a una re-colonización del norte, objeto de este pacto entre los dos mismos “ dictadores” en espera de un poco más de democracia en Marruecos ?
Extraña austeridad imaginativa. De cantinela a cantilena. De la monótona “la provincia de Ifni-Sahara es parte integrante de España” a la insistente “ el pueblo sahraui no fue consultado”.
Un dilema ético porque, entre otras indeficiencias humanitarias, esta airada postura de despecho por la “arrogancia” en la concepcion, mantiene a miles de “refugiados” o “ secuestrados” en Tinduf, más que vivos, atados a la vida.
Concientes de su modesta ecuación histórico-estratégica, unos y otros hacen su posible para que el argumento se mantenga eternamente adolescente, encarnando de esta manera con ardor, un atavismo geopolítico gratuito.
Obviamente, hablar sin pruebas es difamación o cuando más , moralismo intempestivo.
El tercer artículo de la resolución de la Asamblea General de la ONU sobre el dictamen el 16 de octubre de 1975 de la Corte Internacional de Justicia de la Haya a la que recurrió Marruecos para una opinión consultiva sobre su diferendo con España sobre el Sahara dice:
1-La Asamblea General de la ONU insta a los signatarios del Acuerdo de Madrid ( España, Marruecos y Mauritania ) a velar por el respeto de la opinión de las poblaciones sahrauíes, libremente expresada.
¿Fue respetada esta recomendación del organismo mundial? Entre las fuerzas políticas españolas y a través de ellas amplios sectoàres de la sociedad civíl, difícilmente se puede encontrar quien respondiera afirmativamente.
Sin embargo, la evidencia histórica al respecto censura toda duda. El documento que vamos a revelar por primera vez en estos largos y tumultuosos 33 años de tira y afloja en lo que se da por llamar el expediente del Sahara, permite cabal y fehacientemente responder afirmativamente.
Este es el relato de una realidad inexplicablemente momificada. una realidad que muchos en España, conciente o inconcientemente han preferido-prefieren mantener anestesiada: Un paso hacia atrás para poder enmarcar el acontecimiento en su verdadero contexto histórico-jurídico: el 31 de enero de 1971, en su calidad de potencia colonial, España organizó elecciones en el Sahara para formar una Cámara de Representantes de las poblaciones del territorio a la que dió el muy indígena aunque subjetivo nombre de Jamaa.
El 24 de febrero de 1971 el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, López Bravo declaraba en Túnez que “ la fecha del referéndum en el Sahara era una cuestión que incumbía única y exclusivamente a la Jamaa sahrauí”.
Al dia siguiente de esta declaración, la prensa de la época: El Pueblo, de Emilio Romero, Informaciones de Jesús de la Serna y “ Ya”, El Alcàzar o Arriba, entre otros, se preguntaban en sus editoriales “por qué una consulta si los representantes legítimos de todos los sahrauíes proclamaron su voluntad de seguir con España, de la que nunca se separaron”.
Desde entonces España exploró todas las vias y recurrió a todos los golpes bajos para contrarrestar las legítimas reivindicaciones de Marruecos.
1974: Se comenzaba a oler fosfatos. El nombre de Bucraa fortalecía la irrealidad entre las posturas de Marruecos y España respecto la descolonización del Sahara. Saliendo al paso de las decisiones tomadas unilateralmente por el Gobierno español en torno al futuro del territorio, el difunto rey Hassan II envió, el 5 de julio del mismo año un mensaje en el que “advertía al general Franco contra las consecuencias de las iniciativas de su pais en el Sahara”.
Desde enero de 1975 el general Franco comenzó a mostrar una inquietante indiferencia para con algunas “ prioridades” en la política exterior de España. En su entorno nadie se atrevía a resolver la ecuación de las enormes riquezas descubiertas o por descubrir en el Sahara y su inevitable descolonización.
En el Palacio El Pardo sólo una persona tenía lo que creía ser la llave de la solución: Carro Martinez, ministro de presidencia, encargado de los asuntos del Sahara.
El 11 ( o 15) de marzo de 1975, el Jefe de Estado español, Francisco Franco con los primeros indicios de la enfermedad que le iba a ser meses después fatal, acompañado por Carro Martinez, Ministro de la Presidencia, encargado de Asuntos del Sahara ( el mismo que se trasladó y negoció en noviembre a/en Agadir en plena Marcha Verde, donde se encontraba el rey Hassan II ), el general Eduardo Blanco, Director General de la Seguridad Nacional y Director de Asuntos del Sahara, El Sr. Mira, traductor del árabe del Gobierno general del Sahara ( estudió en Tetuán ) y el Comandante José Crespo, Director Adjunto de los Servicios de Información del gobierno español con sede en Layun, convocó “ a consultas” a una delegación de los representantes "legítima y democràticamente elegidos por las poblaciones sahrauíes" ( la lógica de la entonces potencia colonial), cuyos miembros eran todos a la vez, diputados en las Cortes Españolas y en la Jamaa constituida cuatro años antes.
Se trataba de :
1.Haj Jatri Ould Sidi said Joummani, Presidente de la Jamaa y jeque de la tribu de R’Guibat, facción Labuihat.
2.Suilem Ould Ahmed Brahim, alcalde de Dajla ( entonces Villa Cisneros) de la tribu de Ould Dlim, fracción Tagadi.
3.Jouly Ould nan, encargado del programa Juvenil en el Sahara de la tribu R’Guibat, fracción Souaad.
4.Ahmed el Bachir, tercer vice-presidente de la Jamaa en representación de la tribu Izarguíen, fracción Chtouka
5.Saila Olud Aabidy, presidente del Cabildo de Layun, representando a la tribu Rguibat, fracción Oulad Chikhe.
6.Baba Ould Hassana, segundo vice-presidente de la de la tribu Oulad Dlim, fracción Oulad Baamar. Su abuelo paterno, fue nombrado por Dahir ( decreto real ) del Sultàn Mulay El hassan Primero en tanto que jefe de la tribu de Oulad Dlim.
7.Y por último Dr. Brahim Hussein Mussa, jefe de sanidad ( médico-jefe) de la provincia de Uadi Adahab o Rio de Oro, bajo administración española.
De hecho todas estas personalidades fallecieron a excepción de Jouly Oulad Nan, quien, en una edad muy avanzada, vive actualmente en Mauritania y el médico-traductor de la delegación, el Dr. Brahim Mussa, actualmente Embajador de Marruecos en Caracas ( Venezuela).
Tras la lectura por el Dr. Brahim Musa, del dicurso preparado con esta ocasión, el general Franco reveló a la delegación de la Jamaa sahrauí la, según los servicios de información del gobierno español en Layún, “probable invasión del territorio por tropas y civiles marroquíes ”.
Dichos servicios se basaban en la instalación a partir de febrero de 1975 en la cercana Tarfaya por Marruecos de una estación de radio regional llamada “ Voz de la Liberación y de la Unidad”, de algunas actividades en el “ Crushe” o Cruce punto fronterizo con el ex Sahara español del Ejército de Liberación e Unidad, dirigido, segun los servicios secretos de la potencia colonial, desde Tarfaya y Tah por oficiales de las Fuerzas Armadas Reales y de la Gendarmeria Real y sobre todo a algunas acciones armadas de un Frente Popular para la Liberación de Sakiat Al hamra y Rio de Oro ( Polisario, en cuyas siglas Sakiat se quedó en árabe mientras que el intruso Rio de Oro se encrustó para siempre en español).
El informe de los servicios de información del gobierno español en Layún sospechaban a los máximos dirigentes de dicho frente, más exactamente al principal fundadador del frente, Mohamed Uali, fallecido en la batalla de Nouakchut y su cerebro gris, Omar Admi ( alias Hadrami actualmente gobernador de Kalaat Asraghna en Marruecos de la que es también originario el responsable militar del frente y tercer elemento de la trilogía histórica del Polisario, Brahim Ghali) de obrar a sueldo de Marruecos.
A raiz de lo cual, dando prueba de un proverbial discernimiento entre lo real y lo ficticio, dirigiéndose con una voz grave pero templada al presidente de la delegación, Haj Jatri Ould Sidi Said Jumani, en su calidad de presidente de la única instancia representativa de todos los habitantes del territorio ( el entonces Partido de la Unión Nacional Sahrauí, PUNS dirigido por el actual Presidente del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sahara, CORCAS, Ikhalihanna Ould R’chid no representaba al conjunto de los sahrauíes) el Jefe de Estado español le preguntó:
– Sr. Presidente, al ejército español en el Sahara le gustaría saber si, en caso de producirse esta, hasta ahora, supuesta agresión marroquí contra su territorio, podría contar con su cooperación activa junto a nuestras tropas para rechazar la agresión marroquí.
– No general, respondió sin vacilar el Haj Jatri Ould Said Jumani. Los sahrauíes no solemos disparar contra nuestros hermanos y los marroquíes lo son.
– ¿ Quiere decir que no podemos contar con Ustedes si las cosas llegan hasta este extremo?
– Exactamente general
– Esta audiencia ha terminado, salmodió el general Franco. O lo que es igual: esta consulta ha terminado.
La prensa antes citada, en su abrumadora mayoria oficial u oficiosa, tenía razón: La Jamaa, único órgano legislativo con prerrogativas de pronunciarse "legitimamente" en nombre de las poblaciones que "representaba" lo dijo en voz alta y en mayúscula. Es más: lo dijo al Jefe de Estado quien adivinando el comienzo de un desenlace fatal optó, supersticioso como era, para la tranquilidad de su conciencia respecto a su pueblo, a los que colonizaba y respecto a la instauración de una verdad durante lustros tergiversada, por escuchar, de las bocas de los propios interesados por el destino del Sahara, su opinión consultiva y su concepción del futuro de su territorio.
O sea: que, contrariamente a las alegaciones de muchos en España y fuera de ella, los sahrauíes fueron atinada y debidamente consultados por la potencia ocupante sobre su futuro. Una consulta del Jefe de Estado de esta potencia ocupante a los entonces únicos y legítimos representantes de los ocupados: los diputados de la Jamaa o Cámara de Representantes sahrauí.
Más tarde surgirán alucinaciones de un Marcelino Oreja, ex ministro español de Asuntos Exteriores e inventor de la diferencia entre la soberania y la administración, ignorando deliberadamente la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que sancionaba su periodo de sesiones de 1965 exhortando al gobierno español “ en su calidad de potencia adminsitradora, a tomar urgentemente las disposiciones pertinentes con vistas a descolonizar los territorios del Sahara español y Sidi Ifni, invitando al gobierno español a iniciar negociaciones en torno a la cuestión de soberanía de esos territorios”.
Soberanía, precisaba la resolución del organismo mundial, no administración…Con Marruecos y con nadie más.
Said Jadidi
(19/04/08)