Una nueva cita en la que Marruecos y el Frente Polisario tratarán de buscar soluciones a este conflicto, junto a la presencia de representantes de Argelia y Mauritania, bajo el auspicio de Naciones Unidas, representada por el enviado especial para Sahara Occidental, Peter van Walsum, quien “hará todo lo posible” para desbloquear las negociaciones entre Rabat y los independentistas saharauis.
“Pero eso no depende del secretariado (de la ONU), eso depende de las partes”, agregó Montas.
El diálogo iniciado el año pasado tras siete años sin contactos directos es fruto de la resolución 1.754 del Consejo de Seguridad que llamó en abril de 2007 a “entablar negociaciones sin condiciones previas y de buena fe”.
Sin embargo, pocos son los que creen que se solucione realmente con la dinámica de las últimas tres rondas de conversaciones entre las partes implicadas. Marruecos propone como única opción la autonomía del territorio bajo su soberanía y el Frente Polisario reclama un referéndum de autodeterminación que incluya la independencia. Estas son las posiciones y lo único claro por ahora en este conflicto.
Antes de esta cuarta ronda, Van Walsum visitó a la región a mediados de febrero con el objetivo de encontrar elementos que permitan activar las negociaciones. Reuniones en Rabat, campo de refugiados de Tinduf, Argel y Nuakchot que sólo confirmaron el estancamiento del proceso de negociaciones. “Sería mejor no dar falsas esperanzas, según las cuales todo se va a arreglar en la cuarta ronda de negociaciones”, previno Van Walsum.
En este estancamiento, el Primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Abdelkader Taleb Omar, ha instado a la ONU a que desempeñe un papel “más activo” en las negociaciones, aunque tampoco descartó la vuelta a las armas si fracasa la vía política.
En declaraciones a la agencia española Efe en la localidad de Tifariti, donde se celebró el 32 aniversario de la fundación de la RASD, Taleb Omar, recalcó que en las negociaciones actualmente en curso entre el Frente Polisario y Marruecos, Naciones Unidas debe “hacer cumplir sus propias resoluciones y la legalidad internacional”.
“La ONU no puede sólo pedir a las partes que se entiendan entre ellas, porque si pudieran entenderse no habría un problema. Debe desempeñar el papel de árbitro y estar al lado de la legalidad internacional”, señaló Taleb Omar.
Además, el primer ministro de la RASD advirtió de que si fracasa esta próxima ronda negociadora, “la vuelta a las armas es una posibilidad”, tal y como se afirmó tras el congreso que el Frente Polisario celebró el pasado mes e diciembre.
Tifariti: Jugando a aumentar la tensión política
La localidad de Tifariti, situada 60 kilómetros al este del muro defensivo construido por Marruecos, está considerada por Rabat una zona “tapón” fronteriza, aunque el Polisario la define como “territorio liberado”.
Efe pudo comprobar que tanto Tifariti como toda la zona de 400 kilómetros que separa esta localidad de los campos de refugiados de Argelia está controlada por las fuerzas del Polisario. El área es básicamente una zona militar pero también cuenta con población civil saharaui que se dedica a la ganadería.
En este lugar, el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, puso la semana pasada la primera piedra de un estadio deportivo que se construirá con apoyo de Sudáfrica, cuyo nuevo embajador, Maki Tukla Nziwikuli, presentó sus credenciales en Tifariti.
Abdelaziz y el resto de miembros del Gobierno presidieron el acto de incorporación al Ejército saharaui de un contingente de 400 jóvenes de entre 18 y 19 años, que desfilaron ante los habitantes de la localidad.
“La celebración del aniversario, aquí en Tifariti, también demuestra que éstas son zonas liberadas y no ‘tierra de nadie’ como dicen los marroquíes y aquí estamos creando las estructuras necesarias para la población civil, que cada vez vive aquí en mayor número”.
Estas celebraciones y acciones políticas han despertado las previsibles declaraciones de Marruecos, que advirtió el pasado viernes bajo las declararciones de su ministro de Asuntos Exteriores, Farsi Fihri, que Marruecos "no tolerará la ruptura del status quo en esta zona".
Tifariti es calificada por Rabat en tanto que zona tapón desde la proclamación del alto el fuego con el Polisario, bajo los auspicios de la ONU en 1991. Siempre, Rabat reafirma "su determinación nítida con preservar, por medio de todos los medios, su integridad territorial del conjunto de su Sahara y salvaguardar, de manera legítima, su seguridad nacional", añade la misma fuente.
No hay que olvidar, tampoco, que Marruecos pretende usar la ciudad de Tifariti con fines políticos con la celebración de una marcha pacífica a la zona organizada por una asociación marroquí. Una marcha prevista para el pasado 27 de enero, que se ha aplazado para el próximo 16 de marzo.
Una fecha, nada casual, puesto que es la elegida para aplazar esta cuarta ronda de negocaciones. Así, a la espera de que Marruecos y el Frente Polisario se vuelvan a reunir en esta fecha, la localidad de Tifariti está siendo usada por ambas partes, para “jugar” a aumentar la tensión previa a la ronda de negociaciones. Una ronda de negociaciones entre sordos, bajo el auspicio de unas Naciones Unidas miopes.
(03/03/08)