La conocida ONG internacional, que vela por el derecho a la libertad de prensa en el mundo, ha realizado un seguimiento de la situación de la prensa en Marruecos.
Reporteros Sin Fronteras considera que durante los diez últimos años las condiciones de trabajo de los periodistas marroquíes han mejorado, ya que las "líneas rojas" aunque son una realidad, retrocedieron gracias a la firmeza y el empeño de la prensa independiente y a una voluntad de Mohammed VI", diciendo que los periodistas pueden abordar hoy temas que, hace diez años, eran "completamente tabúes”. Estos temas son por ejemplo, informar sobre el monarca y la monarquía, el Gobierno, el Islam, la sexualidad y el Sahara Occidental.
Por otro lado, la organización afirma que el número de publicaciones estalló ampliamente desde hace diez años. Sin embargo, la justicia marroquí ha realizado condenas arbitrarias, tales cono veinticinco años de prisión a periodistas y dos millones de dirhams como multas a medios de comunicación.
Un matiz a destacar por RSF es que ningún periodista es hoy encarcelado por delitos de prensa, pero "permanecen numerosos presos de opinión a la sombra".
Respecto a la organización del sector de los medios de comunicación, la organización subraya que desde 1999 se ha registrado una considerable ola de liberalización del sector audiovisual que se ha convertido en un aumento del número de cadenas de televisión y radios.
No obstante, la laguna no es otra que la decepción sobre todo después de la -atribución reducida – de licencias de radios y televisión que tuvo lugar en febrero de 2009, diciendo que el Consejo Superior de la Comunicación Audiovisual (CSCA) sólo concedió cuatro nuevas licencias para radios temáticos y regionales (sobre veintitrés candidaturas) y ninguna licencia para cadenas de televisión.
Desde la perspectiva institucional, dice RSF que el actual código de la prensa en vigor "contiene penas privativas de la libertad", pero registra que las penas de encarcelamiento por delitos de prensa se redujeron considerablemente sobre todo una vez repasado el código en 2002, formulando al cabo que "el Estado sigue iniciando pleitos contra los responsables de los periódicos, con miras a acallar y ahorcar las voces de la libertad, sin pasar por alto expresar su denuncia en cuanto a la censura de ciertas publicaciones extranjeras".
Como punto final, RSF concluye diciendo que el proyecto de reforma cuyos debates han sido iniciados en 2007 entre el Gobierno y los profesionales del sector está actualmente en un punto muerto, y desde luego, se impone otra reforma del Código de la prensa, en el sentido de una despenalización de los delitos de prensa, calificándolo a la vez de represivo y vago, diciendo que sigue representando una amenaza.
La organización, mediante su análisis, ha fijado su atención ante el fenómeno de la censura de medios extranjeros, poniendo de relieve, el número de pleitos y multas exorbitantes y dramatizadas contra los periodistas, en referencia y alusión a los últimos pleitos contra tres diarios (condenados a pagar dos millones de dirhams cada uno) a favor de Gadafi, sin hacer caso omiso al caso de "Economie & Entreprises" (condenada por ingresar por sí sola 5,9 millones de dirhams) a favor de una empresa de fabricación de muebles.
Las conclusiones de RSF son claras y evidentes: el progreso realizado es palpable, pero queda aún un largo camino por recorrer, puesto que una democracia no puede construirse sin verdadera libertad de prensa, predicando en primer lugar la reforma del Código de la prensa, un mejor acondicionamiento para los periodistas, una justicia independiente, y por encima de todo, una cultura de los derechos humanos.
Cabe recordar que, en 2007, RSF dijo en su informe anual que “las esperanzas surgidas del advenimiento al poder de Mohammed VI, retrocedieron progresivamente”, igual que en 2008 en donde la ONG indica que “la libertad de la prensa parecía haber perdido el terreno difícilmente conseguido entre finales del reinado de Hassan II y principios de Mohammed VI”, a sabiendas de que en 2008, Marruecos ocupaba el 122 rango sobre los 173 países catalogados en el mundo a nivel de la libertad de la prensa.
Ahmed Bensalh Es-salhi
(24/07/09)