El estudio, dirigido por Jesús A. Núñez Villaverde junto a la participación Isabel Fajardo López, Jesús García-Luengos y Rabia Zbahk, ha abarcado estas cuatro provincias del norte de Marruecos (zonas de principal presencia española en materia de cooperación) y varios sectores importantes, como la promoción de la mujer, la educación, protección medioambiental, sanidad básica, fortalecimiento de las capacidades productivas de los sectores rurales, creación y desarrollo de microempresas o el apoyo a la sociedad civil por parte de las asociaciones locales.
El objetivo del informe, que parte de la iniciativa de la Agencia Regional para la Inmigración y la Cooperación de la Comunidad Autónoma de Madrid, como complemento a su interés por incrementar el conocimiento sobre un país como Marruecos, ha sido estudiar, desde una evolución histórica del movimiento asociativo marroquí así como su situación actual, “las fortalezas y debilidades del tejido asociativo del país”, destacó Jesús A. Núñez el pasado 28 de junio en la presentación del libro.
Asimismo, es un informe que pretende identificar y evaluar propuestas de proyectos que provengan de las propias asociaciones marroquíes susceptibles de contribuir al desarrollo en los sectores estudiados, así como identificar las mejores líneas de actuación que contribuyan al fortalecimiento de las asociaciones marroquíes activas en la zona y a los actores adecuados para lograr el desarrollo integral de la región.
Para hacer una evaluación del informe se celebraron unas jornadas de presentación y debate en Tánger, Chefchaouen y Alhucemas, una ocasión “sorprendentemente novedosa, puesto que fue un espacio de debate entre las asociaciones y ONGs marroquíes y españolas”, destacó la representante de la fundación IPADE, ong que desarrolla programas y proyectos en el norte de Marruecos desde hace 18 años. “Unas jornadas muy participativas que muestran el interés de las asociaciones marroquíes por ver los aspectos claves futuros de cara al progreso social”, incidió Jesús García-Luengos, experto en la materia e investigador del informe.
Como conclusiones generales, este libro muestra la debilidad estructural en los actores internos del tejido asociativo marroquí así como los actores externos, como la administración local, las comunas, el poder jurídico y la propia relación del Estado marroquí con esas asociaciones.
Los rasgos de la asociaciones marroquíes en el norte de Marruecos
Junto a la activación de nuevos actores que luchan contra los problemas que caracterizan a esta región marroquí, las conclusiones destacan en cambio “aspectos inquientantes”. “Marruecos sigue sin romper la espiral de marginación y exclusión que condena a una parte importante de su población al subdesarrollo, sin que la relativa mejora de sus variables macroeconómicas o las reformas parciales de su modelo sociopolítico se traduzcan en beneficios generalizados para los más de treinta millones de marroquíes”, y más aún en el norte, “resultado de un abandono sistemático, ejercido tanto desde Rabat como desde el exterior del país”, precisa el informe.
Los rasgos desde hace diez años de la mayoría de asociaciones de la región muestran una “seria debilidad estructural”, ya que “falta autonomía financiera, necesidad de formación en todos los niveles, insuficiencia de recursos humanos (voluntarios, expertos, etc) e infraestructuras, así como la insatisfacción en las relaciones con la Administración (en sus diferentes niveles), inadecuación de los canales de comunicación entre los socios y directivos y con otras asociaciones similares nacionales e internacionales, y una excesiva rotación de las personas implicadas en los proyectos”.
Junto a estas características, también se destaca en el estudio el “escaso nivel de representatividad social, con problemas para establecer canales de diálogo y cooperación estable con los potenciales beneficiarios”, y una falta de especialización, ya que en la mayoría de los casos estas asociaciones orientan sus proyectos en función de las potenciales inversiones y sólo establecen líneas de actuación a corto plazo.
La Administración marroquí y las asociaciones
En el estudio se destaca el cambio de mentalidad por parte de la Administración marroquí con respecto a las ONG, “que se traduce en abrir nuevos espacios a su labor asistencial”. En este sentido, los investigadores apuestan por “aprovechar esta posición para impulsar encuentros de diálogo y debate orientados a reforzar su posición interna y a conseguir un entendimiento entre la sociedad marroquí y sus autoridades sobre la conveniencia de superar las limitaciones actuales del marco asociativo a nivel legal y financiero”.
Un gran reto para actuaciones futuras es establecer “un mismo lenguaje entre la administración y las asociaciones”, saliendo de la excesiva individualización de los proyectos, destacó Jesús García-Luengo.
En este sentido, se llega a la conclusión de la “gran utilidad de los financiadores españoles si potencian actividades dirigidas específicamente a los funcionarios marroquíes encargados de temas de cooperación, dándoles la oportunidad de conocer experiencias y enfoques españoles a través de programas de intercambio con sus homólogos del sector en España”.
Asociaciones como “palanca” política
Es destacable la consideración de Jesús A. Núñez sobre la vinculación de algunas asociaciones marroquíes con los partidos políticos. “Siguiendo los datos aportados por varias encuestas se sabe que el 80 % de los marroquíes no se sienten identificados con los partidos políticos clásicos. Por lo que en el ámbito asociativo se busca dar un empuje político”. Hay en algunos casos “puro clientelismo de padrinos locales que juegan con las asociaciones a favor de su partido político propio, otras asociaciones son abiertamente políticas y otras islamistas, que buscan ganar la simpatía de la sociedad allí donde el Estado no llega”. Jesús García-Luengo apuntó que “hoy, muchas asociaciones marroquíes se mueven más por ideología política que por actividades a llevar a cabo”.
Las asociaciones islamistas, las más activas en el país
Las asociaciones más activas, destacadas por su capacidad organizativa y ejecutiva así como por su implantación social, son las de perfil islamista. En el estudio se precisa la necesidad de analizar qué tipo de relación se podría establecer con ellas, como contraparte española. “En la práctica, parece más aconsejable actuar caso por caso, en lugar de adoptar posturas generalistas que pueden llevar a rechazar por sistema cualquier proyecto, al margen de su conveniencia o necesidad para paliar problemas reales que, de otro modo, quedarían desatendidos”.
Necesidad de cooperación y contrapartes
Otra conclusión que se desprende del estudio es la identificación de socios en las cuatro provincias marroquíes estudiadas, para actuar “por sistema con contrapartes y estar abiertos a sus planteamientos y llevar a la práctica en todas las fases del proyecto el concepto de la corresponsabilidad”. Por ello, sería positiva la creación de plataformas permanentes de coordinación hispano-marroquíes.
Líneas de acción futura
El último capítulo del libro aborda, junto a las conclusiones, posibles sugerencias para actuar en la zona de cara al futuro. Como ejemplos, se incide en la necesaria identificación de las auténticas necesidades de los beneficiarios y la apropiación por éstos de los proyectos, la atención a las asociaciones de barrio, reforzar las acciones en las zonas rurales “que contribuyan a una estabilidad de la población en su medio y a generar expectativas de arraigo en condiciones existenciales aceptables”, proyectos sobre el fenómeno de la emigración, desde el codesarrollo, promoviendo la “coordinación entre las asociaciones de inmigrantes y las ONG españolas y sus contrapartes marroquíes, incorporando a las primeras en determinados proyectos de cooperación”.
Por otro lado, se incide en que un “gran reto de futuro del entorno asociativo es la evolución en las relaciones entre las asociaciones islamistas y aquellas que no lo son, especialmente las de corte más progresista, por ejemplo las relaciones entre asociaciones de mujeres feministas e islamistas. En este sentido, la cooperación española, pueden jugar un papel relevante.
Apostar por el vecino del Sur
Este libro dirigido por el IECAH plantea, al fin y al cabo, “la necesidad y la urgencia por apostar por el desarrollo y la estabilidad de nuestro vecino del Sur”. Potenciar a la sociedad civil servirá para la “resolución de problemas básicos de la población, y para acelerar, desde dentro, las necesarias reformas que Marruecos debe emprender por su propio beneficio, pero también por el de sus vecinos”. En este sentido, las asociaciones y ONGs son “instrumentos imprescindibles en la construcción de un futuro mejor para un país y unas personas cuyo destino, por tantos motivos, nos debe resultar muy necesario clarificar”.
Para consultar este estudio, se puede acceder a través de
Patricia Trejo
(01/07/07)