¿Cómo es que en una familia conservadora de los años de plomo en Marruecos, nace la figura de una mujer militante?
He nacido hace 56 años en la antigua medina de Tánger, contrariamente a lo que es el caso estos días, cuando vivíamos allí la medina era un espacio donde se encontraban mezcladas todo tipo de clases sociales, al llegar a los 10 años empecé a notar que muchas amigas mías dejaban de ir a la escuela porque sus familias querrían casarlas, mientras que los chicos con quien solíamos jugar hasta los 8 años, siguen yendo al colé, entre la realidad de las afueras del casco antiguo de Tánger, mis lecturas en la biblioteca, los debates con mis amigos, empecé a cuestionar las dogmas de la sociedad en la cual me críe, una vez en el instituto empecé a formar parte de grupos de debate y lucha política, al cabo de un tiempo ya fue miembro del movimiento “ela al amam” ( Hacia delante). Mi familia no lo sabía pero mi hermano era mi compañero de lucha, me enseño y me llevo por todas las partes donde se hablaba de cambiar el Marruecos donde vivíamos.
Cambiar supone muchas cosas, las que queremos cambiar ahora no son las que querrías cambiar antes, ¿Cuál era la lucha vuestra?
Después de la independencia nuestros padres tenían una idea de un Marruecos liberal, desarrollado y sin ataduras, la realidad que tomó asiento no era la esperada, ellos en gran parte decidieron sufrir en silencio, la decepción dio paso a una pasividad, tampoco se podían usar las mismas armas que echaron al colonialismo para establecer una democracia, nuestra generación confeccionó nuevas armas y buscó nuevas brechas para respirar, el precio a pagar era alto pero el resultado valía la pena, así que empezamos a sacar las uñas y arañar donde mas duele…de allí los 7 años de cárcel.
Háblame un poco de tu experiencia en la cárcel, como militante pero sobre todo como mujer.
Es gracioso, las autoridades no sabían como comportarse con nosotras, era la primera vez que había mujeres presas con un cargo de militancia política, mi familia tampoco lo entendía, me costaron años explicarles lo que es una presa política y muchos más para que lo entendieran. Nos han torturado, nos han maltratado pero lo que más nos hundía en la desesperación era quitarnos nuestra identidad de seres humanos asignándonos números en lugar de nuestros nombres, así que entre todas decidimos que aunque nos han arrebatado la libertad no vamos a permitirles que nos arrebaten nuestra condición de seres humanos y sobre todo de mujeres, intentábamos con todos los medios que teníamos de seguir siendo mujeres y cuidar nuestros cuerpos y nuestras mentes como pudimos, la cárcel para mi fue una experiencia magnifica, me permitió conocerme a mi misma y establecer unos lazos excepcionales con unas mujeres impresionantes que no se pueden forjar en ningún otro sitio, conocí a la realidad de la mujer marroquí como nunca lo hubiera hecho si no fuera por haber estado con ellas en la cárcel: prostitutas, mujeres que han matado a sus maridos por desesperación..etc.
Si te digo Mohammed Srifi, ¿Qué me dices?
Mi marido, mi hermano, mi padre, mi amante…mi compañero de lucha, nos encarcelaron a los dos, a mi me tocó 7 años de cárcel a el 18 años, en la cárcel nos permitían vernos pero cuando me soltaron me denegaron la petición de visita porque al no ser un miembro de la familia ni su mujer no podía visitarle, así que contraté un abogado para que nos permitan casarnos, y fue la primera boda en la cárcel, le espere 11 años y le hubiera esperado toda la vida. Cada vez que le veo pienso que antes había más tolerancia en Marruecos, su padre es marroquí pero su madre es española llego a Marruecos con 4 niños se caso con el padre de sirifi y vivió con su familia siendo cristiana, madre soltera, sin ningún problema cosa que no vemos en el Marruecos de hoy.
Al salir de la cárcel, ¿fue un choque o un reencuentro con una realidad que no ha cambiado nada?
Digamos que he tenido un poco de suerte, porque lo primero que necesitaba era un trabajo, en la cárcel luché para que me dejaran terminar mis estudios, tuve mi licenciatura en derecho desde la cárcel, pero al ser presa política no tenia derecho de trabajar como abogada, así que unos amigos me permitieron trabajar en su empresa como secretaria, cuando salio Srifi de la cárcel me dediqué al tema asociativo en Darna una asociación para niños de la calle. Los compañeros y las compañeras de la lucha siempre están allí para ayudar y apoyar cada uno en su campo, mientras que la familia intenta olvidar y no hablar del tema.
La mujer hoy en Marruecos…
La mujer marroquí siempre ha estado presente entre las líneas de la historia marroquí, lo que necesita es un reconocimiento de su labor y una mejora de su condición legislativa y social, mi generación y la tuya formamos parte de aquellas mujeres que no paran de luchar por la mejora de esta condición pero las que sabrán plasmarla en sus actitudes son las mujeres de mañana, lo que hoy reivindicamos mañana para ellas será pan de cada día una realidad palpable y adquirida. Siempre hemos militado por la mejora de la condición humana en Marruecos, la lucha no era solo para las mujeres, porque para nuestro movimiento tanto los hombres como las mujeres eran las dos caras de la misma moneda, inseparables, y no podemos imaginar un Marruecos en condiciones si excluimos una cara o la otra.
Tu mensaje a la mujer española…
Es incomprensible como nuestras vecinas mas próximas geográficamente, son las mas lejanas en concepto de conocimiento mutuo y entendimiento cultural, tenemos identidades culturales diferentes pero en cuanto a identidades humanas se refiere, tenemos las mismas esperanzas, entre todas podemos hacer que la condición de la mujer sea a la altura de nuestras inquietudes, nos pueden ayudar en muchos aspectos, porque los cambios que ha sufrido España se asemejan en muchos aspectos a los que esta sufriendo Marruecos hoy en día, ellas nos pueden hablar de cómo se han hecho las cosas y nosotras podemos adecuar las estrategias a nuestra realidad, esto supone un dialogo y una voluntad mutua.
¿Para cuando este libro?
Me cuesta sentarme para escribir sobre mi experiencia de militancia, cada vez es vivirla otra vez más y esto me invade por dentro, quiero enfocarlo desde otra perspectiva que me permita hablar de los demás y perderme entre ellas, es un modo de amortiguar el efecto devastador de la memoria dolida, hablar por ejemplo de porque una mujer al tener ningún otra posibilidad para escapar al maltrato físico de su marido y al maltrato legislativo de la ley no le queda otra solución que matar a aquel que duerme al otro lado de la cama, hablar de estas mujeres del mercado de carne que la ofrece en ofrenda después de usarla como trapo, de esas militantes que decidieron un día hacer una huelga de hambre para que les permitan tener papel y bolígrafos….hablar de mi en termino de ellas.
(11/03/07)