(29/04/2010).- La situación del inmigrante marroquí frente al nativo y a los demás inmigrantes es de desventaja. La investigación de Cebolla y Requena analiza el grado de integración de los emigrados marroquíes a España, Países Bajos y Francia, donde éstos encuentran una “mayor desventaja social y económica”.
Los investigadores señalan que “no parece existir una relación clara entre los diferentes modelos de integración de la inmigración y los resultados de la integración de la inmigración de origen marroquí”.
La comparación de la situación de los marroquíes en los tres países tiene un obvio interés derivado de los distintos modelos de integración socio‐cultural que éstos representan. “Mientras el modelo francés persigue maximizar la asimilación de los inmigrantes, entendida como una adhesión más o menos incondicional a los cánones de la propia ciudadanía francesa y una paulatina disolución de sus peculiaridades culturales, los Países Bajos han apostado por un modelo de corte multicultural, mucho más tolerante con la idiosincrasia étnica y el mantenimiento de las especificidades de sus inmigrantes.”
Por su lado, España es un país “con una corta y muy reciente experiencia inmigratoria, ha eludido hasta el momento el compromiso con cualquiera de esos dos modelos, habiéndose decantado en la práctica por una política de amplia concesión de derechos sociales que no pone en cuestión la identidad étnica de sus inmigrantes”.
De los resultados no se deduce un orden común a los tres casos examinados en lo que atañe a nivel de integración. “Mientras que los marroquíes en Francia y en los Países Bajos presentan una desventaja laboral mayor que en España, las tasas generales de exogamia son menores en Francia que en España o los Países Bajos. Los marroquíes emigrados a los Países Bajos, con tanta desventaja laboral como los instalados en Francia, registran en cambio tasas de segregación espacial menores. La tasa de desempleo de los marroquíes es en España más baja que en los dos otros países, pero su segregación residencial es mayor. Por otra parte, los marroquíes en París se encuentran menos segregados que en Ámsterdam o en Madrid.”
Sin embargo, los investigadores proyectan nueva luz sobre las causas que explican la difícil integración de los marroquíes en estos países europeos para que futuros estudios determinen con exactitud cuáles son las barreras que encuentran los inmigrantes marroquíes en Europa.