En palabras de su fundador, el abogado Ahmed Dghorni pues, la ilegalización del partido constituye “un duro golpe a los derechos políticos, porque nosotros como “amazighes” tenemos el derecho de tener un partido que nos representa y que nos defiende ante tantos partidos de inspiración panárabe en Marruecos”.
Un veredicto que se pronuncia en una coyuntura en que apenas el rey Mohamed VI había ya reconocido la lengua “amazighe” en tanto que lengua del país integrándola en el sistema educativo nacional, desde ya hace cinco años en algunas escuelas primarias, instaurando por el otro lado el Instituto de la Cultura “Amazighe”, pero en el plano político, los partidos étnicos siguen siendo prohibidos.
El cuarto artículo de la ley sobre los partidos, en vigor desde octubre de 2006, estipula, entre otras cosas, que la constitución de todo partido político instaurada sobre una base religiosa, lingüística, étnica o regional " es automáticamente prohibido y de ningún efecto”.
ABE
(22/04/08)