El viernes 8 de noviembre se producía un nuevo intento de entrada a España por la frontera de Farhana (Melilla). Un grupo de 10 subsaharianos intentaban saltar la valla que separa España de Marruecos en la ciudad autónoma de Melilla.
A pesar de los esfuerzos de la policía marroquí y de la Guardia Civil Española por repeler el asalto, 2 subsaharianos consiguieron trepar a un poste de iluminación de 6 metros de altura y permanecieron encaramados allí mismo durante unas 2 horas, el tiempo que tardó la ambulancia en llegar, ambulancia que ellos mismos solicitaron y que les trasladó al Hospital Comarcal aunque tras un examen médico se confirmó que el estado de salud de ambos era bueno.
Asimismo, mientras todo esto ocurría, en alta mar el equipo de submarinistas de la Guardia Civil (GEAS) prestaba asistencia a una patera con una veintena de inmigrantes también de origen subsahariano.
Esa misma semana, en la madrugada del martes un grupo de 300 subsaharianos intentaban saltar la valla en la zona de Tres Forcas (Melilla). La operación se saldó con un muerto de entre los que quedaron de lado marroquí, a causa de una caída desde lo alto de la valla. Se estima que unos 40 subsaharianos fueron detenidos.
Cuchillas cortantes
Estos acontecimientos tienen lugar cuando aún están calientes las protestas de grupos políticos como EQUO, PSOE e IU o de ONGs de derechos humanos como Amnistía Internacional por la instalación de cuchillas, a finales de octubre, en un tercio de los 12 kilómetros de verja de la ciudad autónoma de Melilla.
Instaladas en 2005 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, fue él mismo quien decidió retirarlas tras una visita en 2006 a la ciudad autónoma, consciente del grave peligro que suponen para la integridad física de los inmigrantes ya que producen fuertes cortes. En 2007 eran retiradas.
Sin embargo, y frente a las críticas recibidas, tanto el Secretario de Estado de Seguridad español, Javier Martínez, como el Delegado del Gobierno marroquí, Abdelmalik el Barkani, defienden el uso de esta medida como efecto disuasorio de la entrada irregular de inmigrantes.
Por su parte, el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks ha criticado duramente la reinstalación de dichas cuchillas. Ha puesto el acento en la negatividad y la ineficacia de dicha medida por lo costoso de la misma y por la desesperación que va a crear en los inmigrantes.
Con esta medida, el Gobierno pretende acabar con la entrada irregular de inmigrantes, debido al masivo intento en estos meses de saltar la valla. En lo que va de año, casi 3000 inmigrantes irregulares han intentando saltar la frontera frente a los 1610 que lo hicieron el pasado 2012, según explicaba el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz en el II Foro Hispano-Marroquí que tuvo lugar el 23 y 24 de septiembre.
En un clima cada vez más hostil para los inmigrantes, el Ministro anunciaba en dicho Foro, que España colaborará con Rabat para repatriar a inmigrantes que se encuentren irregulares en el Norte de Marruecos y aliviar así, la presión sobre las fronteras de Ceuta y Melilla. Dicha iniciativa, conocida como Programa de Retorno Voluntario y gestionada por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), ha permitido, hasta fecha de hoy, el regreso voluntario de 35 ciudadanos de Nigeria, Camerún y Costa de Marfil.
Eugenia Jiménez Pariente