Según destacó el presidente de los armadores andaluces, Pedro Maza, a la agencia Europa Press, “las expectativas que el sector se hizo en cuanto a la rentabilidad no se han cumplido en las diferentes modalidades”, que, según detalló, en Andalucía son el cerco y el palangre de fondo.
Otro punto negativo es que persisten las dificultades técnicas para que esta modalidad de pesca sea viable y pueda garantizar un mínimo de rentabilidad, y que aún se espera a que concluya la Comisión Mixta “que se efectuó el año pasado” para determinar el uso o no de las luces y para que los puertos marroquíes se adapten a las necesidades de los barcos andaluces en cuanto al desembarque de material, añade Maza.
El acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos beneficiaba principalmente a España, con cien de las 119 licencias de pesca previstas, que fueron a parar sobre todo a la flota artesanal andaluza, repartidas entre Barbate (21 licencias), Algecias (13), Cádiz (2), Conil de la Frontera (2), Motril (2), Huelva (1), Tarifa (1), La Línea de la Concepción (1) y Roquetas (1 licencia).
Después de un año de acuerdo, la UE y Marruecos mantuvieron diferentes reuniones para revisar los convenios en los que el país alahuita afirmó no aceptar el uso de luces para los 20 barcos que tenían licencia de pesca para el boquerón, por lo que el consejo de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Isaías Saldaña, destacó que los barcos “volverían al caladero nacional”.
“Si Marruecos no acepta las reclamaciones, se habría cerrado la posibilidad de que esta pesquería fuera rentable para el sector del cerco y la flota de Barbate (Cádiz) decidiría no continuar, desplazándose al caladero nacional”, subrayó.
Tras las reuniones en la Comisión Europea, los armadores andaluces tendrán que esperar hasta junio o julio para saber si podrán utilizar o no las luces en el caladero marroquí, añade Europa Press.
(15/04/08)