En este sentido, Azzimán subrayó que las relaciones bilaterales están “en un buen momento”, y que “la crisis se superará cuando sea el momento oportuno”; ya que, aunque ahora es un momento de “relaciones intensas” entre ambos países en múltiples ámbitos, también “hay problemas” como corresponde a “dos países vecinos con tanta historia”.
La reciente crisis hispano-marroquí se originó por la visita de Juan Carlos I y doña Sofía a las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla a principios de noviembre. Una visita que provocó el malestar en las autoridades marroquíes, por tocar un tema de conflicto entre ambos países; ya que Marruecos sigue reclamando ambas ciudades como parte de su país.
Esta visita real provocó un parón en las relaciones diplomáticas de ambos países, debido a la retirada del embajador en Madrid, Omar Azzimán, durante dos meses. Con la visita, a principios de enero, del Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación español, Miguel Ángel Moratinos con su homólogo marroquí Taib Fassi Fihri, y la entrega de una carta del presidente español al monarca marroquí, se puso fin a esta crisis, y las actividades diplomáticas han vuelto a tomar carrerilla.
Una vuelta a la normalidad diplomática para reconducir las relaciones bilaterales en donde “ambas naciones” han dado “el primer paso juntos”, especificó Azzimán.
No obstante, aún no se ha dialogado sobre el asunto conflictivo en cuestión: Ceuta y Melilla, que, según ha declarado a la agencia Efe el embajador O.Azzimán, no está “en el calendario”, aunque ha señalado que debería “hablarse de las que no funcionan bien”, en referencia a este asunto.
Azzimán hizo estas declaraciones a la prensa durante la presentación del Trofeo Ciudad de Tánger, organizado por la embajada marroquí en España y la línea aérea de bajo coste Easy-Jet, con el que se promocionaba la nueva línea Madrid-Tánger mediante un partido de fútbol entre altos cargos de al delegación diplomática marroquí y de la Comunidad de Madrid.
(28/01/08)