Foto: Casa Árabe/Alberto Gallego
Han pasado cinco años de la aplicación del Código de la Familia en Marruecos, ¿qué obstáculos sigue encontrando esta experiencia?
Tras cinco años de la Mudawana, Marruecos ha establecido el diez de octubre como día nacional de evaluación de nuestra experiencia, sabiendo que esta fecha coincide con el discurso histórico de su Majestad el Rey Mohamed VI en el que anunció el nacimiento del nuevo código de la familia. Así que se trata de un día de participación nacional en el que participan tanto el gobierno, como la sociedad civil. A partir del próximo mes de febrero vamos a cumplir cinco años. Más adelante tendremos las cifras sobre la aplicación de la Mudawana como cada año, evaluando esta experiencia. Eso si, quien dice evaluación también dice corrección de los puntos que puedan dar problemas para su aplicación.
¿Por ejemplo?
Quiero decir que después de cinco años, el código de la familia está dominando, mientras que durante siglos anteriores la familia ha estado dominada por leyes totalmente diferentes a las actuales basadas en la superioridad del hombre, la poligamia, etc.
Se trata de una mentalidad que la ley ha podido contribuir a cambiar, pero cinco años es poco tiempo para contrarrestar todos los siglos que la preceden y, en consecuencia, hay un cambio de mentalidad porque si pregunta a un marroquí te dirá que ya no es como antes: las mujeres tienen más derechos, es más fácil divorciarse… Creo que todo esto es importante como mensaje porque todo el mundo siente que estamos en una nueva era. Puedo decirle que las cosas han avanzado mucho, pero la situación está lejos de ser perfecta. Por ejemplo, encontramos familias que tratan de eludir la ley porque se sienten presionados por antiguas tradiciones como en el caso de los matrimonios de chicas menores de 18 años, pero somos conscientes de este tipo de problemas.
¿No encuentra ciertas resistencias por parte de los sectores más conservadores marroquíes?
Puedo afirmar que no hay ningún cambio sin la existencia de una resistencia a dicho cambio. En todas las sociedades, cuando hay un cambio que toca la vida diaria de la gente, su vida familiar y sus intimidades, existe una resistencia natural al cambio. Por nuestra parte, esta situación nos exige un verdadero trabajo de sensibilización en el que hemos requerido la implicación de varios actores. Pero todo esto exige más tiempo, puede que haga falta toda una nueva generación para poner fin a cierta mentalidad.
¿Pero una generación, quiere decir al menos treinta años?
Creo que treinta años es poco tiempo para contrarrestar totalmente los siglos pasados, pero no vamos a esperar sin hacer nada durante treinta años. Nuestro Ministerio está llevando a cabo acciones para promover una cultura de igualdad y una imagen positiva de la mujer a través de los medios de comunicación. Ahora hay unos actores implicados en la causa de la Mudawana, que hacen que muchas de las acciones se lleven a cabo en el plano artístico y popular.
¿Qué acciones ha realizado en el plano mediático ?
Enviamos una carta para la mejora de la imagen de la mujer en los medios. Esta carta está firmada por el primer ministro y hemos implicado al sindicato nacional de la prensa y a la asociación de anunciantes y de la educación nacional, es decir, a todo los actores que pueden intervenir en los medios y la promoción de la cultura de la igualdad. Aun así, sabemos que todavía hay anuncios que se puede calificar de negativos. Este tipo de publicidad todavía muestra a la mujer como la encargada de fregar los platos, pero encontramos otros anuncios que muestran al marido dando el biberón al bebé, etc.
Cuando encontramos una serie de televisión donde la mujer es miembro activo en una brigada de policía científica, esto comienza a promover una imagen diferente de ella. En todo caso, todo este cambio pide tiempo. Pongo el ejemplo de otros países, como la experiencia de España, donde han tenido lugar cambios muy profundos, pero hace falta tiempo para cambiar la mentalidad social, para instaurar otra cultura.
¿Usted está preparando una nueva ley sobre el acoso sexual, puede arrojar algo de luz sobre este proyecto?
Antes de responder a su pregunta, me gustaría hablar de lo que ya está hecho, pues justo hace algunas semanas el código electoral ha asegurado una presencia mayor para las mujeres en comparación con el pasado, y esto teniendo en cuenta que hoy en día tenemos más mujeres en puestos de responsabilidad en Marruecos, con siete mujeres ministras en el gobierno actual y cinco mujeres embajadoras que acaban de ser nombradas. Hay incluso mujeres gobernadoras, concejalas.., de modo que la población va acostumbrándose a que la mujer marroquí pueda gobernar. Además, las mujeres jueces son cada vez más y más numerosas dentro de nuestro país.
¿Y en relación con la ley contra el acoso sexual?
Hay leyes contra el acoso sexual.
¿Pero qué leemos en los periódicos?
En efecto, es una interpretación de los periódicos, y algunas veces los diarios dicen lo que quieren. Estamos capacitados para trabajar en una ley contra la violencia, principalmente dirigida a la violencia conyugal, que constituye el 86 por ciento de los casos de violencia cuyas víctimas han presentado denuncias en Marruecos. También debo decir que la actitud del Estado con respecto a la violencia contra la mujer cambió a partir de 1995, cuando se creó el primer centro para escuchar a las mujeres víctimas de la violencia en el que yo era una miembro fundadora.
Recuerdo que cuando solicitamos autorización a la autoridad central, nos preguntó acerca de los objetivos de este centro, porque no había una toma de conciencia de este problema. Ahora tenemos 145 células de acogida de mujeres víctimas de violencia entre la policía nacional y la gendarmería real junto a 41 unidades móviles para apoyar a las mujeres víctimas de la violencia. Dentro de los hospitales tenemos 11 servicios hospitalarios para las mujeres y los niños víctimas de la violencia. Por último, el mismo ministerio de justicia dispone de una sala especial para recibir a las mujeres víctimas de la violencia. Además de nuestro ministerio, hay una línea verde para recibir las llamadas de las mujeres y tenemos una asociación entre las organizaciones no gubernamentales y sectores del gobierno para ayudar a esas mujeres. En definitiva, puedo decirles que éste es un cambio en la actitud del Estado hacia las mujeres y el proyecto de ley supone reforzar las pruebas de que no es fácil proteger a una mujer víctima de la violencia, porque todo ocurre en un dormitorio.
¿Pero no cree que las mujeres marroquíes todavía no tienen el suficiente coraje para denunciar los casos de violencia ante la autoridad, sobre todo cuando se trata de denunciar a sus maridos?
Tiene razón al plantear esta cuestión, pero hay que ver cuáles son las alternativas, cuando una mujer es pobre y depende totalmente de su marido, tiene miedo, aunque llame, teme que no tendrá nada que comer cuando el marido esté en prisión.
Pero, ¿es éste el caso de Marruecos?
También es el caso de España. Cuando hay mujeres marroquíes que llegan a España y tienen un permiso de residencia que les prohíbe trabajar, se encuentran en una situación de dependencia en relación con su marido. En tal caso, no es libre de presentar una denuncia contra el marido, aunque haya sido víctima de violencia. En nuestro país, sucede lo mismo.
Por esto tenemos un programa bastante importante apoyado por la cooperación española. Se trata de un programa de territorialización de la lucha contra la violencia con respecto a las mujeres. Se han dirigido en seis regiones como áreas de prioridad: Souss Massa Daraa, Tassaout Haouz, la región oriental, Tánger, Tetuán, Tadla Azilal, además de la capital de Rabat. Por lo tanto, en estas regiones hay centros de escucha para mujeres víctimas de violencia, centros de refugio para mujeres y proyectos para fortalecer la autonomía de las mujeres para que tengan ingresos que les permitan presentar denuncias en caso de ser víctimas de violencia.
Usted ha sido militante durante mucho tiempo y hoy en día es ministra, ¿cuál es la diferencia?
Yo soy ministra militante, antes yo decía qué hacía falta hacer, ahora hago.
¿Es fácil de hacer?
No es fácil, pero lo hago.
(18/12/08)