(15/10/09).- Así lo expresó Mohammed VI en un mensaje de felicitación al rey español, Juan Carlos I, con motivo de la fiesta nacional española, que tuvo lugar el pasado lunes 12 de octubre. En este mensaje, el soberano marroquí reiteró su afecto al rey español, así como su orgullo por el patrimonio histórico común y los vínculos de amistad y cooperación sólidos que unen a Marruecos y España en la actualidad, tanto a nivel bilateral como dentro del marco de la Unión Europea.
En dicha carta, el monarca alauita subraya que Rabat y Madrid comparten el "profundo apego a los valores de libertad, democracia, buena vecindad y alianza de las civilizaciones, lo que traduce su convicción de ganar los retos comunes que consisten en la construcción de un espacio mediterráneo que permita el refuerzo de la solidaridad y la cooperación en los distintos ámbitos estratégicos y de desarrollo".
Asimismo, el mensaje de Mohammed VI también iba dirigido al presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, a quien felicitó por su “apego constante a proseguir la acción concertada para elevar las relaciones entre los dos países a altos niveles”, conforme a las aspiraciones de "los dos pueblos amigos" sobre la base de la “confianza mutua y la buena vecindad”.
Evidentemente, la carta de felicitación a España también sirvió para que Mohammed VI manifestara su confianza en el papel que desempeñará España cuando detente la presidencia europea a partir de enero de 2010.
En este sentido, el monarca alauita se declara “convencido” de que España hará de su mandato en la presidencia de turno de la Unión Europea “una oportunidad” para poner en marcha los programas y recomendaciones inscritos en el acuerdo concluido entre Marruecos y la Unión Europea sobre el Estatuto Avanzado.
Son noticias que no sorprenden. Zapatero ya declaró en la última reunión de Alto Nivel con Marruecos que España se encargaría de realizar, durante su turno de presidencia europea, la primera reunión oficial de Marruecos en la Unión Europea en calidad de país que goza del Estatuto Avanzado, concedido en octubre de 2008.
Es decir, que todo sigue igual, viento en popa a toda vela, puesto que a ambos países les interesa muy mucho esta buena vecindad. Ya sea por intereses propios, bilaterales o regionales, sobre todo con una Unión Europea que mira de cerca las políticas que ambos países llevan a cabo, ya sea en términos de agricultura o de inmigración, por ejemplo.
(15/10/09)