En esta entrevista a Marruecos Digital, nos aporta algún dato nuevo sobre este consejo consultivo creado por Mohamed VI en diciembre pasado, así como su opinión sobre la situación actual de la inmigración en España, con el caso concreto del plan del “Retorno Voluntario” de Zapatero.
Como es costumbre en nuestras entrevistas, nos gustaría que nos hablase de su trayectoria hasta llegar a su puesto actual en Comisiones Obreras, para que el lector le conozca desde su propia narración.
Para empezar, decir que soy marroquí de Tetuán, y que llegué a España en el año 1986 y pasé por el típico proceso que experimenta el trabajador inmigrante. Empecé siendo inmigrante sin papeles, indocumentado, durante cuatro años, y trabajé en diversos sectores propios de la acogida de mano de obra inmigrante, como la hostelería, construcción, reparto de mensajería…Luego me acogí al proceso de regularización de los sin papeles, en 1991, siendo de los primeros. También, por diversos motivos tenía relación con el sindicato de Comisiones Obreras. Un sindicato muy conocido en Marruecos, además. Empecé a colaborar con el tema de la inmigración y también me afilié como trabajador, aunque estuviera indocumentado. Al mismo tiempo también trabajé con el ámbito de la inmigración marroquí más intelectual y fui uno de los fundadores de AM (Asociación de Inmigrantes Marroquíes en España), siendo de las primeras asociaciones sobre inmigración en aquél entonces; que ya se disolvió. Y bueno, hasta aquí podría resumirse a grandes rasgos mi trayectoria hasta llegar a Comisiones Obreras.
¿Y cuál es la actividad actual que desempeña en CCOO?
Comisiones Obreras tiene vínculos históricos con la inmigración. Por sus razones políticas-históricas se fortaleció y creció por la inmigración española trabajadora en Europa. Y desde que España empezó a ser país de acogida de inmigrantes se tomó como parte de la realidad sindical de este país, y parte de los deberes de este sindicato. Cuando me incorporé a las labores de dirección dentro del sindicato, tras el quinto congreso de CCOO en 1992, esta secretaría se llamaba Secretaría de Emigración e Inmigración, tratando la realidad de los españoles emigrantes y los inmigrantes residentes en España. Ahora mismo el tema de la inmigración está teniendo mucha importancia a nivel político y laboral. Y esto se nota dentro del sindicato. Por ejemplo, como datos, decir que hoy representa el 35-40 por ciento de los afiliados, en sectores claves como agricultura, hostelería y construcción, siendo más de 70.000 afiliados.
¿Cuál es el reto actual a la hora de trabajar con la inmigración?
Uno de los principales retos en los que trabajamos desde CCOO es la integración del inmigrante en la sociedad y en el mercado de trabajo, con trabajos específicos. Nosotros asesoramos, damos formación específica, o cursos de idioma, etc., al margen de que el inmigrante que se beneficia de nuestros servicios de asistencia sea afiliado al sindicato o no, esté o no en situación legal.
Hay que resaltar que hoy en día, aún el trabajador inmigrante está discriminado en el mercado laboral, en cuanto a las condiciones, el salario, los sectores de demanda… y su situación es más vulnerable. Al igual que aún ocurre con el joven o la mujer.
Otro reto dentro de CCOO es el de que los propios inmigrantes entiendan el papel que pueden jugar dentro de un sindicato de trabajadores, como herramienta dentro de una sociedad democrática, y que acceda a puestos de representación en el sindicato a nivel general, no sólo del sector inmigrante.
Esto está asumido a nivel teórico, pero si hacemos una autocrítica o revisión objetiva se deber resaltar que a la hora de llevarlo a la práctica nos topamos con que la tasa de afiliados inmigrantes sigue siendo insignificante; algo que puede ser por propia discriminación, pero también debido a la diversidad plural de nuestro sindicato.
Centrándonos en el colectivo inmigrante marroquí, ¿considera que son más afines al sindicalismo que otros inmigrantes? Más que nada porque nos consta que en Marruecos hay varios grupos sindicalistas fuertes, aunque el contexto social y democrático sea distinto al de España…
La verdad es que los marroquíes son el colectivo inmigrante que más se acerca a nuestro sindicato y otros; eso es cierto. Son los que menos necesitan una sensibilización específica para acercarse a un sindicato de trabajadores. Pero sí que hay que resaltar que los sindicatos en Marruecos actúan en una realidad política diferente a la actual española. Es decir, allí se reivindica el derecho a la democracia, libertades públicas, libertad de expresión etc, y aquí esa etapa se ha pasado, reivindicando ahora la igualdad en el trabajo, defensa de los trabajadores inmigrantes desde el punto de vista del discurso, etc.
¿En qué provincias hay más afiliados marroquíes a Comisiones Obreras?
Los marroquíes están concentrados en nuestra organización entre Madrid, Cataluña, el Levante, Murcia y Andalucía. Los niveles de acercamiento y aproximación son parecidos. Quizás desde el punto de vista cualitativo destaca Cataluña, por su experiencia a la hora de haber acogido antes a inmigrantes españoles de otras comunidades, como Andalucía; pero en general, Comisiones Obreras trabaja en su campaña de asistencia y sensibilización hacia los inmigrantes de forma parecida en cualquier comunidad. En el trabajo cotidiano CCOO es ahora mismo la asociación con más número de afiliados inmigrantes que cotizan, y por cifras, unos 73.000 inmigrantes de distintas nacionalidades. Tenemos en todo el estado español 177 centros dirigidos por cuadros inmigrantes, que enlazan con otros sectores de la organización.
También tenemos la Fundación de Estudios 1º de Mayo, con investigaciones sobre el papel de los planes de integración en las comunidades autónomas, por ejemplo. O el campo de la cooperación, con actividades y acuerdos comunes con sindicatos argelinos, marroquíes, del África subsahariana, …con acciones desde la formación de cuadros, a la discusión sobre flujos migratorios, preocupación por el aumento de mafias en el tema de la inmigración, etc. Es un trabajo que se completa con acciones comunes.
Su trabajo en el campo activo de la inmigración le ha llevado a ser uno de los cinco miembros españoles del Consejo de Marroquíes en el extranjero. ¿Cómo entra a formar parte de este órgano consultivo? Y ¿cuáles son las tareas o puntos a tratar que cree que deben abarcarse primeramente desde este órgano?
Me contactaron precisamente por mi relación sindical con los inmigrantes que residen en España; y es que el ámbito sindical a nivel de trabajo con la inmigración es el más intenso aunque el menos conocido al menos entre la opinión pública; pero para los interesados sí que es muy conocido, porque nuestras actividades abarcan varios ámbitos, desde el trabajo con inmigrantes, cooperación e investigación.
Los cinco miembros españoles estamos barajando tener próximamente una reunión con la embajada marroquí en España; porque además Omar Azzimán, el embajador marroquí, es presidente adjunto de la Fundación Hassan II de inmigrantes marroquíes en el extranjero. No obstante, es un trabajo en grupo que requiere tiempo.
En este consejo, creado en diciembre, nuestra tarea es conjunta con instituciones y miembros de varios países. Y la selección de los candidatos, aunque no ha sido por votación sino por designación real al ser un órgano consultivo y no ejecutor, es la de poder hacer una selección de lo más representativo del colectivo marroquí inmigrante. Es significativo que en España y Francia han cogido representantes de distintos segmentos, aunque yo soy el único miembro sindicalista.
Como único miembro sindicalista, tendrá entonces una gran labor a la hora de otorgar opiniones sobre la prioridad de acción a favor de los trabajadores marroquíes…
Bueno, hay que partir de la idea de que el inmigrante por definición es un trabajador en otro país distinto al suyo. Siempre he dicho que también tiene que dar importancia al trabajo que hacen otros marroquíes que conozco que trabajan en sindicatos franceses, resto de Europa, etc. Hay bastantes cuadros activos de inmigrantes de origen marroquí en Europa, y yo insisto en que se les tome en cuenta, porque llevan trabajando años en este ámbito. Por ejemplo hay en CCOO más de 60 cuadros marroquíes con cargos activos.
Creo que la primera acción a realizar precisamente desde este Consejo de Marroquíes en el Extranjero deber ser la de hacer un seguimiento de aquellos inmigrantes activos y reconocidos en su ámbito de acción: trabajadores, miembros de asociaciones, investigadores, intelectuales, etc, para poder generar una verdadera corriente de opinión que impulse tareas conjuntas en el Consejo que de verdad represente y aúne a las fuerzas más activas marroquíes. Lo que da forma a una entidad es el contenido de trabajo, no el ente en sí. De ahí que se cuente con más asociaciones y gente activa que están y seguirán trabajando, exista o no exista este consejo. Es decir, contenido y aglutinar el trabajo, que sigue siendo una tarea pendiente.
Uniendo un tema de candente actualidad: ¿qué opina del plan de inmigración que se está sacando en España, el llamado “Retorno voluntario”?
La idea de que el inmigrante regrese a su país, no es una opción realista, por más que piense lo contrario el Ministro de Trabajo e Inmigración español. Es cierto que los inmigrantes marroquíes por ejemplo quieren ver su país avanzando, saliendo de la pobreza. Pero eso es una realidad objetiva. De alguna manera les interesa que el país de origen vaya adelante es distintos ámbitos. Pero el inmigrante marroquí no es el perfil del que quiere regresar, sino quizás invertir en su país de origen pero seguir viviendo desde donde ya lo hace desde hace años, ya sea España, Francia, Bélgica, etc.
Basta pensar, cuando por ejemplo personas de primera generación, como yo, vamos a Marruecos de vacaciones y nos cuesta adecuarnos, y echamos de menos el país en el que vivimos. Imagínate el inmigrante de segunda generación. Cuando va a Marruecos, el país de sus padres, siente vínculos afectivos, culturales, pero no se adecua porque no es su país. En este sentido es un error el tratamiento francés, al considerar a los inmigrantes de segunda y tercera generación como inmigrantes antes que como población francesa. Es evidente que se instrumentaliza la inmigración.
En el caso de España, sobre el Retorno Voluntario, hay que decir que están haciendo pura demagogia con el plan. En primer lugar, habría que consultar a los propios interesados, en segundo lugar ver quiénes van, cuantos y el coste del propio plan.
En términos cuantitativos no tiene repercusión real, y hay que plantearse si de verdad merece la pena o se está utilizando para otros fines políticos.
Y sobre el tema de la reagrupación familiar, se están observando verdaderos tícs de la Derecha política, algo que se está denunciando desde Comisiones Obreras, porque la reagrupación familiar es un derecho conseguido por el trabajador inmigrante.
Ya hemos publicado varios comunicados oficiales en el que CCOO rechaza la ‘directiva de retorno’ aprobada por el Parlamento Europeo porque “criminaliza la inmigración y supone un grave retroceso democrático”. Esta directiva, por otro lado, vulnera derechos y libertades de las personas al permitir ampliar hasta 18 meses el periodo de retención en los centros de internamiento, y tiene difícil encaje en alguna de las Constituciones de países europeos, por ejemplo cuando niega la protección de los menores o rechaza la tutela judicial al inmigrante en un centro de internamiento.
¿Este tipo de Plan de Retorno Voluntario del que se está hablando en España se ha hecho en otras partes de Europa?
Le han cambiado en España el nombre, pero en realidad no es algo nuevo. Lo han hecho los países europeos cuando hay crisis, como es el caso actual español, porque quieren “escurrir el bulto”. Sin embargo, son los inmigrantes el que más se mueve y da “el do de pecho” para dinamizar el mercado de trabajo. Es el que más se mueve de un sector a otro y de una zona a otra, porque tiene unas realidades inmediatas a las que debe responder, y en este tipo de contexto, son los que más se adecuan, por propio principio de adaptación al mercado.
Además, es una realidad que hay cada vez más demanda laboral de inmigrantes, demanda en sectores concreto, pero el discurso político que se da es distinto. Algo está fallando. En España, tenemos un gobierno que ha incluido el tema de inmigración dentro del Ministerio de Trabajo; y esto es un avance. Pero este tipo de plan no son más que ocurrencias e intenciones que van saliendo, cuando en realidad creemos que la crisis (aunque no les guste llamarla por su nombre) hay que afrontarla, pero sin echar la culpa a otros; que es lo que estamos viendo últimamente.
En pocas frases, para finalizar esta entrevista, qué destaca sobre la riqueza del inmigrante marroquí en España
El inmigrante marroquí en su trabajo cotidiano cuando va de vacaciones por ejemplo a Marruecos llevan a amigos españoles; y eso ya es un trabajo enorme de conocimiento de intercambio entre la población. Van conociendo el país vecino, te gusta o no, pero lo vas conociendo. También en el mundo académico y de investigación se está dinamizando el interés por conocer de verdad al marroquí, se promueven tertulias y conferencias inter-universitarias. En CCOO por ejemplo hay acciones de cooperación con el Norte de Marruecos y Andalucía, Galicia coopera con el sur marroquí en Agadir, desde Murcia con Tetuán, Baleares con Oued Laou, Alhucemas, etc.
De todos modos, es un trabajo que debe potenciarse, el dar a conocer la realidad del inmigrante, fomentar las relaciones; desde inversiones a relaciones personales. Hay potencialidades enormes, que se están trabajando día a día, pero están muy dispersas, y se puede hacer un esfuerzo de aglutinación de todo esto, como es el caso del Consejo de Marroquíes en el extranjero, y desde otras formaciones. Creo que es muy importante.
Además, desde Europa, España tiene una imagen muy positiva respecto a su trabajo con la inmigración y cómo va resolviendo. Y esto se debe a algo, no porque los españoles sean más majos que otros, sino porque está funcionando. Y los problemas que están surgiendo no deben camuflarse sino resolverlos.
En este contexto, lo que creo es que el inmigrante se debe afiliar a los sindicatos, porque hay que hacerles llegar que el sindicato es un instrumento que está en sus manos para trabajar en la sociedad de acogida. Y por otro lado, es importante sensibilizar al trabajador español que los inmigrantes no vienen a usurpar puestos de trabajo, sino a dinamizar el mercado laboral, algo que es fundamental. El problema es que existe un discurso demagógico que hay que eliminar. Hay que hacer saber que el 85 o 90 por ciento de la inmigración que entra en España lo hace desde Barajas y el Prat, verdaderos “coladeros” de entrada de inmigración; y no mediante pateras, cayucos o saltos de valla, que es puntual y se usa de forma visual y demagógica.
Patricia Trejo
(30/06/08)