Este proyecto empezó en el año 2003, momento en el que Manuel Jove, fundador de Fadesa, logró hacerse con la adjudicación del concurso público convocado por el Gobierno de Marruecos para construir este complejo turístico y residencial, como parte del programa “Plan Azur” y “Visión 2010”, que el ejecutivo marroquí puso en marcha para llegar en 2010 a los diez millones de turistas anuales.
Unos programas que evidenciaron entonces la apuesta sólida del gobierno de Marruecos por activar su motor económico a través del turismo. Un turismo de lujo que atrajera al turista europeo y de los países árabes que busca comodidad, playas vírgenes, balnearios y golf.
Una vez que Fadesa, bajo su filial “Grupo Fadesa Maroc” GFM, puso el pie en Saïdía, otras empresas e inversores españoles acudieron ante la potencialidad de este macrocomplejo por urbanizar, ubicado enfrente de la costa almeriense.
Así, tenemos las cadenas hoteleras Barceló e Iberostar, instaladas en Mediterrania Saïdía, como parte de los nueve hoteles previstos en este complejo, que incluye además 3.093 viviendas y 17.000 camas turísticas, así como tres campos de golf.
En concreto, se trata de dos hoteles de cinco estrellas, el “Barceló Mediterránea Saïdia”, de 614 habitaciones, y el “Iberostar Saïdia”, de 485 habitaciones.
Cabe señalar que tras las diversas modificaciones de Fadesa, ahora es el Groupe Addoha, quien posee la mitad del Grupo Fadesa Maroc GFM, y quien ha seguido adelante con el proyecto Mediterrania Saïdía, que se inauguró el pasado mes de junio.
El pasado 19 de junio, el monarca Mohamed VI inaguraba la estación balnearia, en el marco de la Novena Convención de Turismo de Marruecos, cuya construcción ha permitido la creación de 850 empleos directos y 3.400 indirectos, que se prevé que aumenten hasta 8.000 puestos directos y 40.000 indirectos.
La estación balnearia de Saïdia ha supuesto una inversión de 1691 milones de euros, está a 42 kilómetros del aeropuerto de Oujda y a 40 del aeródromo de Nador y cuenta con una superficie de 696 hectáreas.
Ahora falta que el resto de empresas y promotoras, muchas españolas, puedan dar un empuje final al proyecto, que, según previsiones, estará totalmente puesto en marcha dentro de cinco años.
(31/07/09)