Las suposiciones de que Marruecos puede ser una alternativa para las pymes de construcción españolas atenazadas por la crisis, parece que se afianzan cada vez más. Efectivamente, Marruecos, es un cobijo apropiado por tantas razones. Es la conclusión a la que ha culminado la asesora internacional del Gremio de Constructores de Obras de Barcelona y Comarcas, Gloria Mérida, en declaraciones a los medios de comunicación locales. Siendo así, las constructoras podrían invertir en Marruecos que está hecho una obra homérica, visto que el mercado interno está saturado y estancado.
Las razones de esta potencial viabilidad son numerosas. Primero, la demanda de vivienda tanto social como económica crece en Marruecos a velocidad de crucero. Segundo, la imperecedera obra homérica que está hecho Marruecos tanto en servicios básicos como obras publicas. Tercero, el enorme déficit que padece el país en referencia a las constructoras locales. Y por último, las transacciones, contrataciones y licitaciones que el país pone en concursos públicos, como es el caso de carreteras y autopistas.
A lo sumo, se puede tener muy en cuenta que, según determinadas recientes estimaciones, en Marruecos, en la que la construcción representa casi un 5% del PIB y emplea a un 7% de la población activa, hay una demanda que supera el millón de viviendas económicas y sociales, la realización de las nuevas ciudades cara al crecimiento demográfico a medio plazo, debido en gran medida a la carencia registrada de más de un millón de viviendas, y por supuesto los titánicos planes del Gobierno como el considerable Plan Azur, concebido para el año 2020.
Al respecto, conviene tener presente que Marruecos pone a disposición de los interesados y potenciales inversores considerables incentivos fiscales, así como una tramitación de inversión facilitada, como es la única ventanilla, dedicada entera y exclusivamente a la inversión extranjera, con vistas a incentivas aún más los capitales extranjeros para poner el pie en el país, y desde luego, contribuir, codo a codo, con los actores locales para llevar a buen térmico la barca de la construcción del Marruecos emergente.
Ahmed Bensalh