En el artículo publicado por El País, “El autismo europeo”, advierte que Europa “hace cada vez más oídos sordos a las críticas por las violaciones de los derechos humanos de sus socios privilegiados”, entre los que se encuentra Marruecos y, el que “parece que va a ser agraciado con dicho estatuto”, Túnez.
El catedrático explica cómo a partir de la segunda mitad del S.XX los países europeos han buscado la exportación de su modelo de bienestar económico y jurídico así como sus valores democráticos a los países de la orilla sur del Mediterráneo. Entre ellos, Marruecos, al que se adjudicó este “estatuto privilegiado”, ya que “había puesto en marcha ciertas reformas, aunque al ritmo homeopático marcado por los lastres de unas estructuras sociales y políticas arcaizantes que han trabado y traban dicha convergencia institucional y jurídica con Europa”.
Ahora, Bernabé López García denuncia el uso de este estatuto como “aval y carta blanca para reforzar las derivas autocráticas” de su sistema político. Por su parte, Tel Quel, una de las más importantes publicaciones independientes del país, considera que Marruecos “va encaminándose hacia una burda dictadura a la tunecina, donde toda disidencia es perseguida” señala. Así como la AMDH (Asociación Marroquí de Derechos Humanos), también disiente en cuestiones como la “unanimidad forzada en la cuestión del Sáhara” o “las expulsiones de religiosos cristianos por supuestos "delitos" de proselitismo”. En este contexto, Bernabé López García acusa a una Europa “autista ante estas derivas autocráticas, ya sea en Túnez o en Marruecos” que se aleja “de día en día de cuantos creyeron que podía ser una esperanza para el cambio democrático en los países de su entorno".