(12/11/09).- Otros países que han solicitado esta petición son Guinea Ecuatorial, Filipinas, Bélgica e Italia, así como una docena de organismos internacionales, como el Banco Mundial o la OCDE. Aunque no puedan votar, podrían hablar y dar su opinión si lo piden de forma unánime los jefes de Estado y de Gobierno.
La creación del estatus de observadores asociados, para los Estados, y de observadores consultivos, para los organismos internacionales, fue acordada el año pasado en la Cumbre de San Salvador, ante la demanda de algunos países de ser asociados a la Conferencia de países de habla hispana y portuguesa de América y de la península Ibérica, indica el periódico español ABC.
Para poder tener el estatuto de observador se debe tener afinidades lingüísticas y culturales con la comunidad iberoamericana, así como aceptar el acervo de las cumbres, incluyendo el respeto de los derechos humanos.
XIX Cumbre Iberoamericana
Las Cumbres Iberoamericanas comenzaron a celebrarse desde 1991, y desde entonces sólo se ha aceptado a Andorra como nuevo país miembro de pleno derecho. Se prevé que Italia y Bélgica puedan participar en la próxima cumbre que se celebrará a partir del próximo día 30 de noviembre en Estoril (Portugal), y a lo mejor también Marruecos, Filipinas y Guinea Ecuatorial si los ministros de Asuntos Exteriores lo acuerdan antes.
Portugal acogerá a finales de noviembre y hasta el 1 de diciembre la que será la XIX Cumbre Iberoamericana, para fomentar el diálogo entre los países de la región, sobre todo entre Venezuela y Colombia, y el fomento de programas de innovación.
Se busca que esta cita entre los jefes de Estado de los 22 países miembros puedan acercar a algunos países como Venezuela y Colombia. Al respecto, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias (fotografía), afirma tener “confianza” en que los presidentes de Colombia y Venezuela, Álvaro Uribe y Hugo Chávez, aprovechen la reunión de Estoril para entrevistarse, y hablar del último tenso episodio entre ambos países por el acuerdo militar firmado entre Colombia y Estados Unidos para la utilización de siete bases militares colombianas.