Fassi Fihri declaró a la agencia MAP (ya que a la prensa española se negó hacer declaraciones) que "nada puede justificar el recurso a métodos de ofensa, al acoso sistemático y discriminatorio de la comunidad marroquí y menos aún la utilización de modos degradantes y atentatorios a la dignidad humana como indican documentos de la prensa española".
Unas declaraciones realizadas tras la entrevista del ministro de Esteriores marroquí con el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Angel Losada Torres-Quevedo, quien desmintió que exista "ninguna directriz ni normativa" relativa a la residencia de los extranjeros y menos aún en lo que se refiere a la comunidad marroquí, según informa la agencia española Efe. Asimismo, Losada reiteró la consideración "muy positiva" del ejecutivo español hacia la emigración marroquí legal.
Precisamente, el jefe de la diplomacia marroquí reconoció que la información sobre las supuestas medidas de la policía española para identificar inmigrantes sin papeles procedía de la prensa española, y no de fuentes oficiales.
La opinión pública marroquí indignada
La prensa marroquí se ha hecho eco extensamente de la campaña policial en España, desvelada el pasado fin de semana, para detener a inmigrantes indocumentados. En concreto, se publicó una nota interna de las comisarías de la Comunidad de Madrid en la que se informaba que había que detener a un cupo determinado de inmigrantes sin papeles, y en concreto se destacaba que se detuvieran a los ilegales marroquíes.
Titulares como "España se ceba contra los marroquíes", demuestran el malestar de la opinión pública ante estas supuestas medidas que señalan a los marroquíes como "objetivo principal" de los arrestos.
Un malestar manifestado no sólo por las autoridades marroquíes y la prensa, sino por el embajador marroquí en España, Omar Azzimán, quien llamó antes de ayer al director general de Política para el Mediterráneo del Ministerio de Exteriores, Fidel Sendagorta, para pedirle explicaciones, según indicó al periódico español "El País".
Según declaró Azzimán a este medio, le preocupa que "se ponga en marcha una campaña policial porque los agentes pueden caer en el exceso de celo; pueden producirse muchos excesos", y se pregunta "por qué los marroquíes son el principal blanco", ya que "si hay un país que coopera con España en materia migratoria, es Marruecos, y a la vista están los resultados".
Sendagorta recalcó por su parte que "Exteriores no tiene conocimiento de las instrucciones policiales" a las que aludió el embajador aunque en Madrid se hayan producido disfunciones.
Rubalcaba ordena a la policía acabar con los cupos de detención
Por otro lado, ante el revuelo mediático, político y social producido por esta noticia en ambos países, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ordenó a la policía nacional que ponga fin a la política de arrestar semanalmente a un número determinado de inmigrantes en situación irregular.
En un comunicado emitido a los medios de comunicación, el Ministerio del Interior ha precisado que para el caso de los extranjeros sin papeles, el ministro ordena a los policías que establezcan "únicamente objetivos cualitativos, atendiendo prioritariamente a la problemática delincuencial".
Inmigrantes sin papeles, ¿víctimas de la crisis económica?
En todo este revuelo mediático, se ha empezado a tachar a los inmigrantes en Europa como "víctimas colaterales de la crisis", tal y como indica el periódico marroquí "L’Economist", en cuya editorial se lamenta de que se esté acusando a los extranjeros "de todos los males de la sociedad" y en concreto, que en España "los ‘moros’ son invitados a marcharse".
Una línea que, según observa la agencia española Europapress, se cumple en otros medios como el periódico "Al Masae", que afirma que España "endurece su manera de proceder frente a los inmigrantes ilegales" debido a la crisis económica.
Sin embargo, las autoridades españolas han intentado calmar este malestar, enfatizando la importancia de los marroquíes residentes en España. En la visita de ayer en Rabat, Ángel Losada precisó que la comunidad marroquí en España "se trata de una comunidad de cerca de 700.000 personas, que trabaja legalmente en España, contribuye a la seguridad social y al crecimiento del país, de la que nos sentimos muy orgullosos".
Fassi Fihri, al respecto, declaró que "la comunidad marroquí siempre ha contribuido con generosidad y compromiso al desarrollo económico de España", y que "no puede constituir ahora el objetivo primero y selectivo de medidas destinadas a hacer frente a las consecuencias y contragolpes de la etapa que atraviesa actualmente la economía española".
Este episodio puede enfriar las relaciones entre Marruecos y España momentáneamente, aunque todo parece indicar que las aguas retornarán a su cauce natural tras la tormenta de declaraciones realizadas no sólo de marroquíes sino de sindicatos y colectivos sociales españoles que consideran estas medidas de racistas e hipócritas.
PTZ