Según informó el Ministerio marroquí del Interior en un comunicado difundido por la agencia marroquí MAP, la red, que trabajaba en coordinación con terroristas en Suecia, Bélgica y Siria, reclutó y envió a una veintena de candidatos a operaciones suicidas en Irak, y contactó con ese fin con otra decena de islamistas marroquíes.
Los detenidos también planificaban actos terroristas en el propio país, para lo que contaban con una próxima visita de expertos en explosivos de Al Qaeda, orientada a adiestrar a los miembros en el ámbito de la creación y manejo de explosivos.
La Fiscalía marroquí interroga en estos momentos a los presuntos terroristas, que han sido detenidos en diferentes ciudades de Marruecos, aunque el comunicado oficial no especifica los lugares ni la fecha de las detenciones.
Una acción directa de la lucha antiterrorista que, por un lado muestra la prioridad que supone para el gobierno marroquí detener células terroristas en su territorio, pero por otro, refleja que Marruecos no es un terreno ajeno al terrorismo, desde que en 2003 se produjeron los atentados en Casablanca, y que sigue siendo nido fértil para reclutar a futuros terroristas.
La sombra de Al Qaeda en el Magreb Islámico planea de forma constante en el país, sobre todo en ciudades de la zona norte. Pero la cooperación que mantiene Marruecos con países vecinos en esta materia, en concreto con España, así como su voluntad por erradicar los grupúsculos terroristas demuestran al menos la voluntad firme de que se deje de hablar de Marruecos como zona mezclada con el terrorismo.
(24/09/09)