(12/03/2010).- El número de matriculaciones aumenta cada año en Marruecos a un ritmo del 17% en vehículos nuevos y de más del 4% en usados, debido al crecimiento económico del país de los últimos años. Los marroquíes quieren vehículos económicos, preferiblemente de gasoil, versátiles y de colores neutros.
Así se confirma en el último informe elaborado por AFRICAinfomarket, ‘La automoción en Marruecos’, que acaba de publicar en www.africainfomarket.org
El empuje económico del país abre las puertas a nuevas posibilidades de negocio en el segmento de la automoción, sobre todo a los turismos y a los vehículos especiales de segunda mano, porque si bien los primeros entrarán libres de aranceles a partir de 2012, los segundos prácticamente carecen de gravámenes. No ocurre lo mismo con el mercado de ocasión, que soporta tipo más altos.
El desmantelamiento arancelario total para el vehículo nuevo, previsto en el acuerdo comercial entre la UE y Marruecos, supone una ventaja competitiva para los europeos frente a otros competidores como los asiáticos que pagarán un arancel del 17,5%.
El documento ‘La automoción en Marruecos’ revela que la media en Marruecos es de 73 vehículos por 1.000 habitantes, frente a los 350-500 de la Unión Europea. Además, el parque móvil marroquí acusa signos de envejecimiento, ya que cerca del 60% tiene más de 10 años. El 70% de los vehículos que ruedan por el país son importados, mientras que este porcentaje se eleva hasta el 90% cuando se trata de vehículos comerciales pequeños.
Para estimular ventas y eliminar el problema de acceso al crédito bancario, algunos concesionarios tienen su propia financiera (Renault) y otros dan créditos a coste cero (Kia).
Segunda mano
Las marcas francesas tienen cuotas de mercado muy altas, debido a consorcios como PSA y Renault/Nissan, que a través de Somata, cuentan con plantas de montaje en el país. Hecho que repercute en el mercado de segunda mano porque la disponibilidad de piezas de recambio es un factor muy importante.
Sin embargo, este mercado de ocasión está desorganizado y atomizado entre los intermediarios conocidos como “semsara”, que se nutren del mercado local, sobre todo en Casablanca. En la región del Sous Massa Drâa, los concesionarios no importan vehículos de segunda mano y no existen muchas empresas dedicadas a este negocio que, en 2007, vendió 10.000 unidades.