Las numerosas empresas occidentales ya se beneficiaron de los costes de la mano de obra barata deslocalizando en países extranjeros, un proceso llamado "subcontratación". Para desarrollar este sector y situar el país como un destino predilecto y favorito para las empresas extranjeras, Marruecos pretende lanzar un programa enorme de formación, para poder proporcionar una mano de obra calificada.
"Este sector figura entre los intereses porque reúne potencialidades de desarrollo debido a la fuerte demanda en prestación de servicios que emanará durante los diez años próximos de los países europeos", declaró el Primer ministro Abbas El Fassi, y añadió que " Marruecos es un polo de fuerte atracción para numerosas empresas que pretenden deslocalizarse."
El sector de la subcontratación procura desempeñar un papel importante que importa en la estrategia de Marruecos consistente en estimular su PIB de más de 110 mil millones de dirhams y de crear 100 000 empleos para el horizonte de 2015.
Cinco regiones están concernidas para albergar a los profesionales del offshoring: Casablanca, Rabat, Tánger, Fez y Marrakech. Un programa nacional destinado formar a unos 22.000 diplomados de aquí a 2009 en doce sectores especializados.
Los socios son varios, entre los que destaca la oficina de Formación Profesional y de la Promoción del Trabajo (OFPPT), la Agencia Nacional para la Promoción del Empleo y las Competencias (ANAPEC) y las universidades marroquíes; que se asociarán con el Estado en el marco de este programa de formación.
Además, el Estado se hará cargo de la totalidad de los gastos de formación de un programa de asistencia a la formación para los jóvenes contratados por primera vez. Este importe podría alcanzar 65.000 dirhams por persona sobre una duración de tres años.
Desde la perspectiva fiscal, las empresas instaladas en las zonas “offshoring” beneficiarán de una contribución del Estado que limitará los gastos fiscales del impuesto sobre la renta para los asalariados y ofrecerá una exoneración total del impuesto a favor de las empresas por los cinco primeros años. Entonces, a la luz de la competencia intensa para las inversiones en “offshoring”, estas medidas deberían colocar, sin sombra de duda, a Marruecos en una posición favorable.
ABE
(02/04/08)