Por lo demás exteriorizó "la entera disposición" de Rabat hacia Argel para poner término a este conflicto de “consecuencias nefastas”. Asimismo, el ministro marroquí del Interior, Chakib Benmoussa, consideró que "es imposible llegar a un reglamento" a este conflicto "sin una implicación total " de Argelia.
Según Benmoussa, "parece que Argelia no tiene ninguna voluntad de cerrar el expediente del Sahara", lamentó en una ponencia en el consejo del gobierno, sobre la participación marroquí en la cuarta ronda de las negociaciones sobre el Sahara que tuvo lugar entre el 16 y 18 de marzo en Manhasset en las afueras de Nueva York. Desde su propia percepción, Argel "persiste en su terquedad e incita a la otra parte (el Frente Polisario) a continuar con una mayor escalada y provocación en la zona tapón " de Tifariti.
"Como observador, parte o activo en los bastidores, Argelia tiene un papel importante, y esperamos que se inscriba en una dinámica positiva", añadió por su parte el jefe de la diplomacia marroquí, Taib Fassi Fehri, al término de esta última ronda de negociaciones en las cuales habían participado Marruecos, Polisario, Argelia y Mauritania.
El representante del secretario general de las Naciones Unidas en el Sahara, Peter Van Walsum, había declarado al término de esta última cita que "las partes se habían comprometido en proseguir las negociaciones en Manhasset para una fecha que será determinada por acuerdo común".
Una fecha que queda en el aire, mientras ambas partes siguen con unas posturas rígidas en la búsqueda de una solución a este conflicto. Marruecos propuso en 2007, un estatuto de autonomía al territorio del Sahara mientras que el Frente Polisario, apoyado por Argelia, reclama " un referéndum de autodeterminación", tachado de "inaplicable" por parte de Rabat.
ABE/PTZ
(31/03/08)