El secretario general del Ministerio de Comunicación, Reduane Belarbi, llamó la atención de los miembros del canal sobre el "mal funcionamiento" de Al Yazira en "la mayoría de los asuntos que conciernen a Marruecos", informó la agencia oficial MAP. Según indica el gobierno alauí, “esta aproximación a los hechos tiene repercusiones negativas en la imagen mediática" del país.
El conflicto entre Al Yazira y Marruecos se prolonga desde hace un año. En junio de 2008, la cadena televisiva hizo una cobertura sobre una manifestación sobre el paro al sur del país, en Sidi Ifni, y la violenta represión que tuvo, informando sobre varios muertos, algo que fue desmentido por el gobierno marroquí.
En concreto, la cadena de televisión divulgó la existencia de fallecidos, citando como fuente de esa información al Centro Marroquí de Derechos Humanos que dirigía Brahim Sbaalil en esa ciudad. El Gobierno central negó que hubiera víctimas mortales y presentó ante la Justicia a Sbaalil y a Hasán Rachidi, entonces director de la oficina en Rabat de la cadena, al que también retiró su acreditación de prensa.
El pasado 6 de mayo, el Tribunal de Apelación de Rabat redujo la multa impuesta en primera instancia a Rachidi de 50.000 a 30.000 dirham (de 4.500 a 2.700 euros), sanción que se le aplicó por publicación de informaciones falsas y complicidad en los incidentes de Sidi Ifni.
Desde entonces, las relaciones entre Marruecos y este medio de televisión, uno de los más importantes en el mundo arabo parlante, siguen siendo un tira y afloja, como puede observarse con estas últimas declaraciones del ejecutivo marroquí.
Un capítulo más de la tensión entre los medios de comunicación no estatales, el modo de cubrir las noticias de asuntos “espinosos” para el gobierno marroquí y el estatuto de la profesión periodística en el país, que acaba poniendo en tela de juicio la libertad de expresión existente en Marruecos.
PTZ
(30/05/09)