Tras la tormenta causada por la visita del rey Juan Carlos a Ceuta y Melilla, ¿qué lectura haría usted sobre las relaciones bilaterales entre España y Marruecos, así como sus perspectivas?
Espero que después de la tormenta venga la calma y que las relaciones entre Marruecos y España retomen la vía normal. Son países vecinos, unidos históricamente por lazos muy fuertes y que se necesitan el uno al otro. La desavenencia no puede durar indefinidamente. Esto iría contra los intereses de los dos países. Sería por tanto deseable que el buen sentido se imponga y que importara más lo que nos une que lo que nos separa. Las relaciones bilaterales eran, hasta el momento, excelentes y sería una pena que este incidente estropee el buen entendimiento existente.
Muchos observadores marroquíes consideran que los marroquíes fueron invasores y ocupantes en Andalucía. ¿No considera usted que España es también un ocupante en los presidios de Ceuta y Melilla?
España fue invadida por los árabes en el año 711 (era cristiana), al igual que el norte de África lo fue un siglo antes. Se sabe que las tropas enviadas por Musa ben Nusayr hacia la conquista de España estaban sobre todo compuestas por bereberes bajo el mando de Tariq ben Ziyad. Nuevas olas de árabes procedentes de Oriente y bereberes del norte de África siguieron llegando a la Península Ibérica, y los nuevos habitantes se mezclaron con la población española autóctona; mucha de la cual se convirtió al Islam. En la Edad Media habrá aún nuevas invasiones: la de los almorávides (siglo XI de la era cristiana) y los almohades (siglo XII) con la formación de los grandes imperios bereberes que englobaban la Península Ibérica y Marruecos. Todo esto entrañó guerras y destrucción, pero también intercambios económicos y culturales fructíferos entre las dos orillas del Mediterráneo.
"Con el declive de los grandes imperios africanos y el debilitamiento de los reinos de los países magrebíes, fueron los reinos cristianos de la Península Ibérica los que prosiguieron su "Reconquista" del otro lado del Estrecho con la ocupación de plazas fuertes sobre el litoral norteafricano".
Ceuta, como ustedes saben, fue conquistada por los portugueses en 1415 y pasó a las manos de España tras la unión de los dos países ibéricos bajo el reinado de Felipe II en 1580. Aunque siguió como posesión española después de la separación de Portugal en 1640, este país no se la cedió oficialmente a España hasta 1688.
Respecto a Melilla, fue ocupada en 1497 por Pedro de Estopiñán, un caballero de la Casa del Duque de Medinasidonia, quien la cedió en 1510 a la corona española.
El pretexto para estas ocupaciones era la defensa de las costas españolas de las posibles invasiones desde el otro lado del Estrecho….y, después desde el siglo XVI, fue aún la protección de las costas de la Península de los ataques de los corsarios berberiscos. Todos estos hechos y acontecimientos forman parte de los flujos y reflujos de la historia.
Para seguir con esta rápida aproximación histórica, hay que decir que los marroquíes no han aceptado nunca la ocupación de estas plazas fuertes y que las tentativas por recuperarlas han sido numerosas, particularmente después del advenimiento de la dinastía alauí a mediados del siglo XVII.
Los "presidios" han sido a menudo objeto de de ataques y asedios, no sólo por parte de los sultanes, sino también de la población local. Uno de los asaltos de Ceuta por el sultán Mulay Ismail duró de 1694 a 1720!
Desde la segunda mitad del siglo XVIII, se asiste a un periodo de distensión, jalonado, no obstante, de altibajos. El 1º de marzo de 1799 se firmó en Mequínez un tratado de paz, amistad, comercio, navegación y pesca que regirá las relaciones entre España y Marruecos hasta el tratado de paz y amistad del 29 de abril de 1860, tras la guerra de Tetuán (1859-1860).
En conformidad con el tratado de Mequínez, el sultán de esa época, Mulay Sulayman reconocía "de facto" la posesión por España de las plazas fuertes en el litoral marroquí, puesto que.en ese tratado, al igual que en los siguientes entre otros sultanes y España, determinadas cláusulas se referían a los límites entre las posesiones españolas y el territorio marroquí, así como los enfrentamientos y litigios entre la población fronteriza y las guarniciones de los "presidios" . Era una especie de resignación ante el hecho consumado.
"Tras la independencia de Marruecos, la cuestión de Ceuta y Melilla ha planeado siempre sobre las relaciones con España, sin llegar, no obstante, a influir en la política de los dos países, caracterizada en general por un buen entendimiento, aunque con sus altibajos como es normal entre países vecinos. La reivindicación de los dos enclaves se produce periódicamente, pero sin que haya nunca llegado a provocar una ruptura de las relaciones.
"Creo que hay que saber ponerse siempre en la piel del otro y, en el caso que nos ocupa, comprender que los marroquíes han sido siempre muy sensibles a la cuestión, al igual que los españoles lo son a la cuestión de Gibraltar.
De ahí la necesidad de evitar situaciones susceptibles de degenerar en crisis. Espero que este malentendido entre los dos países no tarde en superarse y que tengamos pronto al embajador Omar Azziman de vuelta entre nosotros.
Cómo ve usted el final de esta cuestión que parece cada vez más romper los lazos entre los dos países vecinos?
Pienso que esta cuestión podrá resolverse un día intentando encontrar fórmulas innovadoras e imaginativas, en el marco, por ejemplo, de la Unión Europea, de la que Marruecos es un socio privilegiado. Las soluciones deben pasar siempre por el diálogo y no por el enfrentamiento, y tener en cuenta el factor humano; es decir, las poblaciones interesadas.
¿No cree usted que los dos países deben revisar su historia común, sobre todo la del periodo colonial?
Estoy de acuerdo totalmente en que haya una revisión de nuestra historia común, y sobre todo de la del periodo colonial. Es una tarea que incumbe a los historiadores, sobre la base de investigaciones serias y exhaustivas en los archivos marroquíes y españoles con el fin de establecer la verdad sobre hechos que han sido falseados muy a menudo en provecho de intereses ajenos a la historia. Hay que decir que en España ya se ha hecho un esfuerzo en este sentido, y algunos historiadores, entre los que me cuento, hemos efectuado trabajos sobre este periodo que han contribuido a esclarecer diversos aspectos bastante mal conocidos hasta entonces.
Se habla de una deuda histórica de España hacia Marruecos, y en concreto, hacia la región del Rif. ¿Qué opina usted?
No me gusta hablar de “deuda histórica” porque es una expresión usada por los gobiernos catalanes y andaluces para reclamar más dinero al gobierno central. La palabra “deuda” tiene una connotación demasiado pecuniaria que me disgusta. Si hubiese que hablar de “deuda”, más bien me gustaría que se hablara de “deuda moral” en el sentido de compensar en cierta medida los daños del periodo colonial.
A España se le puede, por un lado, reprochar, no haber hecho bastante o muy poco por la población de la región, por un lado y, por otro, haber cometido abusos o excesos en ese periodo. Como compensación, España debería pensar en aumentar de manera considerable las inversiones en el norte de Marruecos, para crear empleo., así como en organizar cursos de formación destinados sobre todo a los jóvenes".
Estudios catalanes y alemanes aprobaron la tesis de la utilización de gases tóxicos por las fuerzas de Franco. ¿Se adhiere a estas tesis? ¿Por qué?
Respecto a la utilización de los gases tóxicos durante la guerra del Rif en los años veinte del siglo XX, fueron dos periodistas alemanes, Rudibert Kunz y Rolf-Dieter Müller, los primeros en hablar de esta cuestión en un libro publicado en 1990, que ha sido traducido más tarde en árabe y publicado a Rabat en 1996.
Otros autores, entre los que me encuentro, hemos tratado posteriormente este tema sobre la base de investigaciones realizadas en los archivos militares españoles. Es un hecho históricamente probado que España utilizó gases tóxicos, particularmente la iperita, el fosgeno y la cloropicrina, contra la resistencia rifeña encabezada por Mohammed ben Abd-el-Krim. Sabemos que muchos rifeños, cuyo número es difícil determinar, fueron gravemente heridos o murieron, incluido mujeres y niños, a causa de los bombardeos con gases tóxicos.
En cuanto a los catalanes, no efectuaron nunca que yo sepa investigaciones sobre esta cuestión. Lo que pasó fue que un partido político, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), se ha servido de los estudios efectuados por otros, entre los que me encuentro, para apoyar reivindicaciones de algunas asociaciones rifeñas que pretenden reclamar al Estado español indemnizaciones pecuniarias a las víctimas rifeñas de los gases tóxicos o a sus descendientes.
El reclutamiento por el general Franco de Marroquíes en su ejército para contrarrestar a las fuerzas adversas en la guerra civil es un dossier que aún continúa abierto. ¿Qué puede decir usted al respecto?
El enrolamiento por el general Franco de marroquíes en su ejército para luchar contra el gobierno legal de la República española es un triste episodio que forma parte indisociable de la historia colonial. Fue la ocupación militar del Protectorado por los franquistas lo que permitió el reclutamiento de miles de soldados para defender en España una causa que estaba lejos de ser la suya. Estas tropas, que eran tropas de choque, utilizaron en España los mismos métodos de la guerra colonial que los que habían utilizado antes en Marruecos contra su propio pueblo.
No creo que esta cuestión sea un dossier abierto. Es simplemente una página de nuestra historia que hay que asumir y es también, de nuevo a los historiadores a los que nos incumbe la tarea de explicar los hechos.
Sería lamentable que esta cuestión fuese explotada hoy con fines políticos. Creo que lanzar recriminaciones unos contra otros o pedir cuentas no tiene sentido hoy día.
Rabat y Madrid tienen realmente interés por garantizar un futuro próspero entre sus pueblos y futuras generaciones. ¿Qué deben hacer?
Madrid y Rabat tienen muchos terrenos de entendimiento. Aunque la cooperación entre los dos países es excelente en diferentes ámbitos, sobre todo el económico, la cooperación cultural debería reforzarse, tanto mediante aumento del número de becas a jóvenes marroquíes para cursar estudios superiores en España, como mediante el desarrollo de los intercambios entre artistas -cineastas, pintores, etc..- de las dos orillas.
¿Hay algún papel para las estructuras civiles y no gubernamentales?
La sociedad civil y las ONG pueden desempeñar un papel muy importante en el acercamiento entre Marruecos y España. Muchas ONG españolas, a veces en cooperación con ONG marroquíes, ejecutan en Marruecos proyectos en varios ámbitos. Se trata sobre todo de proyectos socio-educativos, con especial atención a las mujeres, niños y jóvenes.
Los gobiernos deberían apoyar y fomentar estas iniciativas y proyectos de la sociedad civil, centrados en el presente, pero que buscan dar a las futuras generaciones un porvenir más próspero.
Entrevista realizada por Nouri Zyad para el diario marroquí Libération
Biografía de Maria Rosa de Madariaga
María Rosa de Madariaga, licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, doctora en Historia por la Universidad de Paris I (Panthéon-Sorbona) y diplomada en lengua y civilización árabes en el Instituto de Lenguas y Civilizaciones Orientales de Paris. Tras enseñar lengua y civilización españolas en la Universidad de Paris IV, fue funcionaria en la UNESCO, en el sector de la cultura, donde dirigió proyectos sobre la influencia de la cultura árabe en América Latina a través de la Península Ibérica.
Es autora del libro “España y el Rif. Crónica de una historia casi olvidada”, de otro sobre los marroquíes reclutados por Franco durante la guerra civil española (traducido en Marruecos en 2006), y de un tercero sobre las guerras entre España y Marruecos, sobre todo la guerra del Rif de los años 20 del siglo XX publicado en 2005 y que está siendo traducido al árabe actualmente. Es autora además de numerosos artículos sobre las relaciones entre España y Marruecos.
(29/11/07)
A continuación, presentamos la entrevista en francés:
Après la tempête causée par la visite du roi Juan Carlos à Ceuta et Melilla, quelle lecture pouvez-vous faire des relations bilatérales ainsi que leurs perspectives ?
J’espère qu’après la tempête le calme reviendra et que les relations entre le Maroc et l’Espagne reprendront bientôt la voie normale. Ce sont des pays voisins, unis historiquement par des liens très forts et qui ont besoin l’un de l’autre. La brouille ne peut pas durer indéfiniment. Ceci irait à l’encontre des intérêts des deux pays. Il serait donc souhaitable que le bon sens s’impose et que ce qui nous unit l’importe sur ce qui nous sépare. Les relations bilatérales étaient jusqu’à présent excellentes et il serait dommage que cet incident puisse gâcher la bonne entente existante.
Plusieurs observateurs marocains estiment que les marocains étaient des envahisseurs et occupants en Andalousie, ne voyez-vous pas que l’Espagne est aussi un occupant dans les présides de Ceuta et Mellila?
L’Espagne fut envahie par les Arabes en 711 (ère chrétienne) , tout comme l’Afrique du Nord l’avait été au siècle précédent. On sait que les troupes envoyées par Moussa ben Nouçayr à la conquête de l’Espagne étaient surtout composées des Berbères sous le commandement de Tariq ben Ziyad. De nouvelles vagues d’Arabes venues d’Orient et de Berbères venues de l’Afrique du Nord sont arrivées par la suite dans la Péninsule Ibérique, et les nouveaux habitants se sont mélangés avec la population espagnole autochtone dont une large partie s’était convertie à l’Islam. Il y a eu encore au cours du Moyen Âge les invasions des Almoravides (XIème siècle de l’ère chrétienne) et les Almohades (XIIème siècle de l’ère chrétienne) avec la formation des grands empires berbères qui englobaient la Péninsule Ibérique et le Maroc. Tout ceci a entraîné des guerres et des destructions, mais aussi des échanges économiques et culturels fructueux entre les deux rives de la Méditerranée. Au déclin des grands empires africains et l’affaiblissement des royaumes des pays maghrébins, ce sont les royaumes chrétiens de la Péninsule ibérique qui ont poursuivi leur "Reconquête" de l’autre côté du Détroit par l’occupation des places fortes sur le littoral nordafricain. Ceuta, comme vous le savez, fut conquise par les Portugais en 1415 et passa aux mains de l’Espagne suite à l’union des deux pays ibériques sous Philippe II en 1580. Restée en possession de l’Espagne après la séparation du Portugal en 1640, elle ne lui fit cépendant pas cédée officiellement qu’en 1688. Quant à Melilla, elle fut occupée en 1497 par Pedro de Estopiñán, un chevalier de la Maison du Duc de Medinasidonia, qui en fit cession en 1510 à la couronne espagnole. Le prétexte à ces occupations était la défense des côtes espagnols des invasions éventuelles venant de l’autre côté du Détroit, puis, dès le XVI siècle, c’était encore la protection des côtes des attaques des corsaires barbaresques. Tous ces événements font partie des flux et reflux de l’histoire.
Pour poursuivre ce rapide aperçu historique, il faut dire que les Marocains n’ont jamais accepté l’occupation de ces places fortes sur le littoral de leur pays et que les tentatives pour les récuperer ont été fort nombreuses, particulièrement après l’avènement de la dynastie alaouite au milieux du XVIIème siècle. Les "présides" ont été très souvent l’objet d’attaques et de sièges, non seulement de la part des sultans mais aussi des populations locales. L’un des sièges de Ceuta par le sultan Moulay Ismaïl a duré de 1694 à 1720! Dès la deuxième moitié du XVIIIème siècle on assiste à une période de détente, jalonnée, néanmoins des hauts et des bas. Le 1er mars 1799 fut signé á Meknès le traité de paix, amitié, commerce, navigation et pêche qui régla les relations entre l’Espagne et le Maroc jusqu’au traité de paix et d’amitié du 29 avril 1860 après la guerre de Tétouan (1859-1860). Au termes du traité dit de Meknès, le sultan du Maroc de l’époque, Moulay Soulayman, reconnaissait de "facto" la possesion par l’Espagne des places fortes sur le littoral marocain, puisque dans ce traité, tout comme dans les traités suivants conclus par d’autres sultans avec l’Espagne, certaines clauses avaient trait aux limites des possessions eapagnoles et du territorire marocain, ainsi qu’aux affrontements et litiges entre les populations frontalières et les garnisons des "présides". C’était une sorte de résignation devant le fait accompli. Après l’indépendance du Maroc la question de Ceuta et Melilla a toujours plané sur les relations avec l’Espagne, sans pour autant infléchir la politique des deux pays caracterisée en général par une bonne entente, quoique avec ses hauts et ses bas, comme c’est normal entre paysans voisins. La revendication des deux enclaves revient périodiquement sur le devant de la scène, mais sans qu’elle ait jamais risqué de provoquer une rupture des relations.
Je pense qu’il faut toujours savoir se mettre dans la peau de l’autre et dans le cas qui nous occupe comprendre que les Marocains ont toujours été très sensibles à cette question, tout comme les Espagnols le sont à la question de Gibraltar. D’où la nécessité d’éviter des situations susceptibles de dégénérer en crise. J’espère que cette mésentente entre les deux pays ne tardera à être surmontée et que nous aurons bientôt l’ambassadeur Azziman de retour parmi nous.
Comment voyez-vous la fin de cette question qui risque à chaque fois de briser les liens entre les deux pays voisins ?
Je pense que cette question pourra un jour se résoudre en essayant de trouver des formules innovatrices et imaginatives dans le cadre par exemple de l’Union Européenne dont le Maroc est un partenaire privilégié. Les solutions doivent toujours passer par le dialogue et non par l’affrontement et tenir compte du facteur humain, c’est-à-dire des populations concernées.
Ne croyez-vous pas que les deux pays doivent revoir leur histoire commune, notamment celle de la période coloniale ?
Je suis tout à fait d’accord pour une révision de notre histoire commune, notamment celle de la période coloniale. C’est une tâche qui revient aux historiens sur la base de recherches sérieuses et approfondies dans les archives marocaines et espagnoles afin d’établir la vérité sur des faits qui ont été très souvent faussés au profit d’intérêts étrangers à l’histoire. Il faut dire qu’en Espagne un effort a été déjà fait dans ce sens et quelques historiens, dont moi même, avons effectué des travaux sur cette période qui ont contribué a éclaircir divers aspects assez mal connus jusqu’à alors.
l’on parle d’une dette historique de l’Espagne envers le Maroc et en particulier envers la région du Rif, qu’en pensez-vous ?
Je n’aime pas parler de "dette historique". C’est une expression utilisée chez nous par les gouvernements de la Catalogne et de l’Andalousie pour réclamer plus d’argent au gouvernement central. Le mot "dette" a une connotation trop pécuniaire qui me déplait. Si l’on devait utiliser le mot "dette" j’aimerais plutôt dire "dette morale".dans le sens de compenser dans une certaine mesure les méfaits de la période coloniale. On peut reprocher à l’Espagne de ne pas avoir fait assez ou très peu pour les populations de la région, d’un côté, et d’y avoir commis des abus ou des excès à leur encontre, d’un autre côté. A titre de compensation l’Espagne devait penser à accroître d’une manière considérable les investissements dans le Nord afin d’y créer de l’emploi, ainsi qu’a mettre sur pied des programmes de formation adressés surtout aux jeunes.
Des études catalanes et allemandes ont approuvé la thèse de l’utilisation des gaz toxiques par les forces de Franco, adhérez-vous à ces thèses ? Pourquoi ?
Pour ce qui concerne l’utilisation des gaz toxiques au cours de la guerre du Rif dans les annèes vingt du XXème siècle, ce sont deux journalistes allemands, Rudibert Kunz et Rolf-Dieter Müller, les premiers à avoir parlé de cette question dans un livre publié en 1990, qui a été par la suite traduit en arabe et publié à Rabat en 1996. D’autres auteurs dont moi même avons traité ultérieurement le sujet sur la base des recherches menées dans les archives militaires espagnoles. C’est un fait historiquement prouvé que l’Espagne a utilisé des gaz toxiques, notamment l’hypérite, le phosgène et la chloropicrine, contre la résistance rifaine menée par Mohammed ben Abd-el-Krim. On sait que beaucoup de Rifains, dont le nombre reste difficile à déterminer, ont été grièvement blessés ou sont morts, y compris des femmes et des enfants, des suites des bombardements avec ces gaz. Quant aux Catalans ils n’ont jamais effectué, que je sache, des recherches sur cette question, seulement un parti politique, "Esquerra Republicana de Cataluña" (Gauche Républicaine de Catalogne) s’est servi des études effectuées par d’autres, dont moi-même, pour appuyer les revendications de certaines associations rifaines qui prétendent réclamer à l’État espagnol des indemnisations pécuniaires aux victimes rifaines des gaz toxiques lors de cette guerre ou a à leurs descendants.
L’enrôlement par le général Franco de Marocains dans son armée pour contrecarrer les forcces adverses dans la guerre civile est un dossier qui reste ouvert, qu’en dites-vous ?
L’enrôlement par le général Franco des Marocains pour lutter contre le gouvernement légale de la République espagnole est un triste épisode qui fait partie indissociable de l’histoire coloniale. C’est l’occupation militaire du Protectorat par les franquistes qui a permis le recrutement des milliers de soldats pour aller en Espagne défendre une cause qui n’était pas, loin de là, la leur. Ces troupes, qui étaient des troupes de choc, ont utilisé en Espagne les mêmes méthodes de la guerre coloniale qui avaient utilisé auparavant au Maroc contre leur propre peuple. Je ne pense pas du tout que cette question reste un dossier ouverte. C’est tout simplement une page de notre histoire qu’il faut assumer et c’est encore aux historiens qui revient la tâche d’étudier, d’analyser et d’expliquer les faits. Il serait regrettable que cette question soit exploitée aujourd’hui à des fins politiques. Je crois que lancer des récriminations les uns contre les autres ou en demander des comptes n’a plus de sens aujourd’hui.
Rabat et Madrid ont certainement intérêt à s’entendre pour garantir un avenir prospère à leurs peuples et générations futures, que doivent-elles faire ?
Madrid et Rabat ont de multiples terrains d’entente. Si la coopération entre les deux pays est excellente dans différents domaines, particulièrement dans le domaine économique, la coopération dans le domaine culturel devrait être renforcé encore davantage, tant par l’augmentation du nombre des bourses accordé aux jeunes marocains pour suivre des études supérieures en Espagne que par le développement des échanges entre artistes- peintres, cinéastes, etc.- des deux rives.
Y a-t-il un rôle pour les structures civiles et non gouvernementales
La société civile et les organisations non gouvernamentales peuvent, certes, jouer un rôle très important dans le rapprochement entre le Maroc et l’Espagne. Beaucoup d’ONG espagnoles, parfois en coopération avec des ONG marocaines, exécutent au Maroc des projets dans différents domaines. Il s’agît très souvent des projets socio-éducatifs ayant trait aux femmes, aux enfants ou aux jeunes. Il faudra que les gouvernements encouragent et appuyent ces iniciatives et ces projets de la société civile centrés sur le présent, mais qui cherchent à donner aux générations futures un avenir plus prospère.
Nouri Zyad (Libération)
BIOGRAPHIE
María Rosa de Madariaga est licenciée ès Lettres à l’Université de Madrid, docteur en histoire à l’Université de Paris I (Panthéon-Sorbonne) et diplômée en langue et civilisation arabes à l’Institut des Langues et Civilisations Orientales de Paris. Après avoir enseigné la langue et la civilisation espagnoles à l’Université de Paris IV, elle a été pendant des années fonctionnaire à l’UNESCO, notamment au Secteur de la culture où elle a dirigé un projet sur l’influence de la culture arabe en Amérique latine par le biais de la Péninsule ibérique.
Elle est l’auteur du livre "L’Espagne et le Rif. Chronique d’une histoire presque oubliée", d’un deuxième sur les Marocains enrôlés par Franco lors de la guerre civile espagnole, qui a été traduit en arabe et publié au Maroc en 2006, et d’un troisième sur les guerres entre l’Espagne et le Maroc, notamment la guerre du Rif des années vingt du siècle dernier, publié en 2005 et en voie de traduction vers l’arabe. Elle est également l’auteur de nombreuses articles sur les relations entre l’Espagne et le Maroc publiés dans des revues espagnoles et étrangères ou dans des ouvrages collectifs.