Según la Constitución española, los extranjeros que residen en España sólo pueden participar en el sufragio español si sus países de origen otorgan el mismo derecho a los españoles que residen en su país, en este caso, Marruecos.
No obstante, a finales del año pasado, en la Cumbre de Alto Nivel celebrada entre España y Marruecos, el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi, anunció que Marruecos está "estudiando" la posibilidad de permitir que los extranjeros residentes en el país magrebí puedan votar en las elecciones municipales, lo que requiere, indicó, una "reforma constitucional".
Es decir, si se permite a los españoles votar en Marruecos, esto abriría la puerta a que los marroquíes pudieran votar en España, pues la legislación española impone el principio de reciprocidad. Un aspecto de gran interés para la comunidad marroquí residente en España, ya que se reconocerían sus derechos como ciudadanos con la obligación de votar en el país en el que viven y trabajan. Sin embargo, como indica el periódico español “El País”, en “ningún momento se adoptó un compromiso formal” al respecto.
El voto en las municipales, que será en 2011, sería una mejora de la situación de los marroquíes que residen en España desde al menos hace cinco años, ya que adquirirían el derecho ciudadano a participar en las elecciones del municipio en el que viven. Un objetivo que se marca en las prioridades de organismos marroquíes residentes en el extranjero, y que supondría un gran aumento del número de votantes en comunidades como Cataluña o Madrid.
Según indica “El País”, el mayor número de nuevos votantes procederá de Ecuador (327.209 mayores de 16 años; es decir, que cumplirán la mayoría de edad antes de los comicios), Colombia (226.048) y Perú (114.902).
Resulta llamativo que aún el gobierno marroquí no haya comenzado a mover los hilos para modificar su legislación al respecto, puesto que esto no haría sino beneficiar a su población residente en el extranjero. Población que alcanza una cifra de unos tres millones de personas en el mundo.
Los más de quinientos mil marroquíes que viven en España no tienen por qué no participar en las comunidades en las que trabajan.
Además, esto no le erradicaría su nacionalidad marroquí, sino que le otorgaría un derecho ciudadano que además fomentaría una mejor integración en la sociedad en la que reside y participa.
Cabe la posibilidad de que este año el ejecutivo alauita adopte la dinámica de cambio y fomente la mejora a estos MRE que tanto miman a la hora de recibir remesas. Asimismo, los españoles que viven en Marruecos y participan en su sociedad, podrían votar en los comicios del país y dejar patente su voz.
Sin embargo, los mecanismos legislativos, y sobre todo, referentes a modificar constituciones, suelen ser muy lentos, y, o la opinión pública hace verdadera presión, o el proceso se eternizará. Y es que, como suele decir el refrán, “las cosas de palacio, van despacio”.
PTZ
(15/02/09)