La violencia que se desató el pasado jueves en Casablanca, antes y después del partido que enfrentó al FAR de Rabat con el Raja de Casablanca, ha reavivado el debate sobre la propuesta de reubicación del estadio Mohammed V, en el centro de la metrópoli. Cansada por las escenas repetitivas de violencia, una parte de la ciudadanía de Casablanca exige el cierre inmediato del estadio.
La ciudad todavía está en estado de shock tras las escenas de terror que se vivieron el pasado jueves en las calles de la ciudad, con cientos de partidarios del equipo de Rabat que sembraron el caos y el terror. El encuentro deportivo se jugaba dentro de la jornada 23 de la liga marroquí, y se saldó con un empate (1-1) entre el FAR de Rabat y el Raja de Casablanca. Los hechos acaecidos, que dieron lugar a 193 detenciones, han reavivado la polémica sobre el creciente problema de los hooligans en el fútbol marroquí y también en torno a la ubicación de los estadios en el centro de las ciudades de Marruecos.
Incluso está circulando por las redes sociales una petición que exige el cierre inmediato del estadio Mohammed V, en el que se jugó el partido en cuestión. Cuenta con casi 6.500 firmantes.
Un año después de la muerte de seguidor del WAC
Todo esto sucede un año después de que Bakkali Hamza, un joven seguidor del Wydad Athletic Club (WAC) de Casablanca, muriese a raíz de los disturbios acaecidos tras el partido entre su equipo favorito y el FAR de Rabat, el 14 de abril 2012.
La indignación y la ira de su familia todavía pervive, pues siguen esperando que se haga justicia. Apenas se han producido avances en este caso y la autopsia ha tardado un año. Tanto el tribunal de primera instancia como el Tribunal Administrativo de Rabat han intervenido, y finalmente la familia del joven Hamza percibirá una indemnización.