Parece que la presión diplomática española y conversaciones entre la agencia Reuters e instituciones marroquíes han surtido efecto. Marchante podrá continuar ejerciendo su profesión de periodista fotógrafo en Marruecos, en donde trabajaba desde 2006, cubriendo manifestaciones sociales que se desarrollaban en el país mediante reportajes fotográficos que, sin duda, denunciaban realidades de un Marruecos en pleno proceso de modernización conflictiva.
Según indica la agencia oficial marroquí MAP, “la decisión se ha tomado tras una serie de contactos entre el Ministerio de Comunicación y la agencia Reuters”.
En concreto, el miércoles pasado, el ministro de Comunicación marroquí Khalid Naciri, y el jefe del departamento de fotografía de Reuters en África, Steve Chrisp, mantuvieron una reunión para negociar sobre el caso del periodista.
Naciri reiteró el interés de Marruecos de que la agencia mantenga sus actividades en el país, y Chrisp se comprometió al respeto de la deontología periodística.
Por otro lado, el embajador español en Rabat, Luís Planas, escribió una carta a Naciri, pidiendo reflexionar sobre la decisión de la no renovación de esta acreditación, que hubiese equivalido a una expulsión de Marruecos, ya que se le impediría trabajar en este país.
El Gobierno marroquí había justificado la denegación de renovar la acreditación a Marchante por un supuesto “no respeto de las reglas de la profesión” por parte del fotógrafo gaditano, de 36 años, que fue “acreditado en Marruecos para ejercer libremente su misión y no para comportarse como un adversario político bajo el refugio del privilegio periodístico”.
Todo parece haberse resuelto. Aunque casos como éste, o como los de hace un año con las periodistas españolas Carla Fibla, de la SER, y Beatriz Mesa, de la COPE, que también pasaron por un episodio similar por cubrir noticias relacionadas con el conflicto del Sáhara Occidental, siguen llamando la atención sobre el conflicto actual que existe entre la cobertura abierta de las realidades marroquíes, el modo de cubrir dichas noticias y el respeto de las autoridades a la labor periodística.
PTZ
(06/04/09)