Reporteros sin fronteras se felicita de que el juez “haya decidido finalmente poner fin al encarcelamiento de un periodista, una situación que resultaba inaceptable”, a lo que añaden que esperan que declaren al periodista marroquí inocente en la próxima apelación, como la “única salida honorable para un proceso que ya ha perjudicado considerablemente la situación de la libertad de prensa en Marruecos, y que ha dejado huellas en la profesión”.
Hurmatallah llevaba encarcelado desde el pasado 17 de julio de 2007, cuando él y el director del periódico en el que trabaja, el arabófono Al Watan Al An (La nación ahora), fueron arrestados por la publicación de un informe titulado “Los informes secretos que están detrás del estado de alerta en Marruecos”.
Tanto Hurmatallah como Ariri, el director, fueron acusados de “encubrimiento de documentos conseguidos con ayuda de un crimen” (art. 571 del Código Penal)”, y el 15 de agosto de 2007 el tribunal de primera instancia de Casablanca les condenó respectivamente a ocho meses de prisión incondicional y seis meses de cárcel, con el cumplimiento en suspenso.
El martes 11 de septiembre de 2007, los cuatro abogados que llevan el caso del periodista se sucedieron en el estrado, subrayando que la acusación de “encubrimiento” no podía aplicarse a los dos periodistas, puesto que eran documentos publicados previamente.
También han negado la acusación de “atentado a la seguridad del Estado”, insistiendo en que la única voluntad de ambos periodistas era llevar a conocimiento de la población marroquí todas las informaciones que tengan que ver con su seguridad, declara Reporteros sin Fronteras.
Como resultado de la vista de ayer, el juez ha concedido la petición de dejar en libertad condicional al periodista, para pasar junto a su familia el mes de Ramadán.
De momento, sólo hasta la sentencia del juicio de apelación, que se hará pública el 18 de septiembre de 2007. Hasta entonces, los abogados de Hurmatallah continúan defendiendo que “la prensa no esconde nada, revela todo”.
(12/09/07)