La liberación de este joven ingeniero de 27 años, que fue detenido el 5 de febrero y condenado el 22 de febrero pasado a pasar tres años de cárcel por “usurpar” la personalidad de alguien de la familia real, se debe precisamente a una gracia real con motivo del aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, según informaron fuentes del ministerio de Justicia.
Una puesta en libertad no exenta de ironía y que sigue cuestionando los mecanismos reales de libertad de expresión y el procedimiento judicial. En vez de haber sido liberado por vía judicial, se le libera por el perdón real gracias a una celebración. Cuanto menos, provoca una sonrisa irónica.
En este sentido, el abogado de Murtada, Ali Amar recordó que el proceso iniciado contra el joven ha sido "duro e injusto" y mantuvo que pese a su "satisfacción" por la noticia, ésta "tendría que haberse producido hace tiempo y debería haber partido de la Justicia, un instrumento para la conservación de los derechos y libertades de la gente".
Su detención, condena a tres años de cárcel y multa de 900 euros causaron una respuesta inmediata de la opinión pública vía internet, que mediante una web creada para apoyar a Murtada (www.helpfouad.com), enviaron correos electrónicos y notas de protesta para denunciar esta detención desmesurada.
Murtada fue liberado en Casablanca el pasado martes a las 17.30 horas, según confirmó su abogado, que se declaró "contento por la decisión real" de conceder la amnistía a su cliente, aunque también afirmó desconocer todavía si la medida de gracia afecta solamente a la estancia en prisión de Murtada o también al pago de la multa, y se mostró dispuesto a recurrir de nuevo ante el Tribunal de Apelación de Casablanca en caso de que la amnistía sea parcial.
Asimismo, expresó su agradecimiento "por su apoyo a los medios de comunicación y a los defensores derechos humanos en todo el mundo", cuya movilización ha constituido según él una "mundialización de la solidaridad" por parte de los defensores y de las víctimas de esos derechos.
Murtada había activado una cuenta en enero en la web “facebook.com” con el nombre del príncipe Mulay Rachid. Una idea que para este joven marroquí era “sólo una broma”, y que por ello “no se considera un malhechor” para ser juzgado. De hecho, afirmó a su familia que nunca pensó que diseñar este perfil del hermano del rey fuera a constituir una “ofensa” para Mulay Rachid.
Ahora, tras el “susto” de pasar un mes en la cárcel, en vez de tres años, este joven marroquí debe estar descansando en Oujda con sus familiares. Una historia con final relativamente feliz, pero que deja en el aire cierto olor a chamuscado respecto a la verdadera libertad de expresión de la que gozan los marroquíes hoy en día.
(25/03/08)