(06/01/2011).- Extinguidos del resto del Mediterráneo, estos cetáceos están protegidos por la legislación española, pero cuando se desplazan unos kilómetros al sur, caen con frecuencia en las redes de deriva de los barcos marroquíes.
Los apenas 10.000 ejemplares de esta especie caen en redes de pesca que están prohibidas por la UE desde 2002: telas de 35 kilómetros que barren la superficie del océano y arrasan con todos los animales que se encuentran a su paso, aunque los pescadores sólo se queden con atunes y peces espada.
En Marruecos, todavía faenan un centenar de barcos con estas redes, por lo que biólogos españoles están ya tratando de implicar a las autoridades alauíes y argelinas para que prohíban el uso de estos instrumentos de pesca.