En el discurso de Su Majestad, que se considera, una hoja de ruta para el Gobierno dice que "Marruecos ha franqueado, referente a la construcción democrática y de desarrollo, etapas principales que marcan un punto de inflexión importante en la historia del Reino".
Por un lado, el monarca alauita, dio la luz verde a un verdadero modelo de regionalización avanzada mediante la creación de una comisión que, según el Rey, "deberá llevar a cabo una profunda reflexión sobre las vías y medios a emplear para hacer de nuestras provincias del Sur un verdadero modelo de regionalización avanzada".
Se trata en concreto de una idea que remonta al pasado 6 de noviembre, en efecto, en otra alocución con motivo del 33 aniversario de la Marcha Verde, el monarca ya adelantó la puesta en marcha del plan, aunque hoy conminó a la creación de una "comisión consultiva" que emprenda sus labores "cuando antes".
Mohamed VI propuso hace ya dos años, en Naciones Unidas, una autonomía para el Sáhara Occidental y desde luego resolver así entonces el conflicto que enfrenta a Marruecos con el Frente Polisario desde hace un poco más o menos 34 años.
El Rey jerifiano llamó el Gobierno a realizar más esfuerzos con miras a proseguir las obras iniciadas, particularmente en materia de educación y el desarrollo social. También hizo hincapié en "la buena gobernanza pública", ineludible para "afianzar un clima económico propicio para las inversiones y el desarrollo".
Dicha "buena gubernanza" supone "un esfuerzo de moralización y protección de los logros públicos contra toda suerte de derroche", destacó, añadiendo por otro lado que es necesario "combatir todas las prácticas inherentes a la economía y los otros privilegios indebidos".
En su discurso, el rey aludió también a la necesidad de una "reforma profunda de la justicia"; comprometiéndose con "mantener próximadamente los ciudadanos marroquíes sobre esta reforma, después de haber recibido las conclusiones de las amplias consultas iniciadas a este respecto. "
De igual forma, llamó a la apertura de una obra, calificada de "fondamental", sobre la regionalización anunciando la creacion, "dentro de poco" de una comisión consultiva especializada. "La instauración de una regionalización avanzada (…) será un vuelco cualitativo en el proceso de democracia local", dijo el soberano.
Mohammed VI, anunció haber decidido dar "un nuevo y fuerte impulso" a la Iniciativa Nacional Para el Desarrollo Humano (INDH), "para favorecer la emergencia de un modelo de sociedad solidario y equilibrado. "
Por otro lado, pidió al Gobierno la elaboración de un proyecto de una "Norma Nacional" para el medio ambiente que permitiría la protección de los espacios, de las reservas y recursos naturales, en el marco del proceso de desarrollo sostenible y duradero.
Desde perspectiva diplomática, Mohammed VI reafirmó su "voluntad de normalizar las relationes" con Argelia, aunque consideró que esta relación está "marcada principalmente por la obstinación de las autoridades argelinas en el mantenimiento del cierre unilateral de las fronteras terrestres" desde 1994, reiterando el aferramiento de Marruecos en cuanto a la iniciativa de autonomia propuesta como solución para el conflicto del Sahara occidental.
Sin hacer caso omiso a queal fin y al cabo, expresó su sublime deseo de "proseguir sus esfuerzos y ardores para la consolidación de los vínculos de concordia y fraternidad árabe e islámica. "
Caber recordar que, desde que accedió al trono, Mohamed VI ha querido dejar su huella imborrable en la historia de la corona alauita, dedicándose a capa y espada para la cuestión interna, a saber, las obras sociales y el desarrollo sostenible y duradero.
Su obra maestra no era otra cosa que, la reforma del código de la familia en clave de "emancipación femenina", adoptado por el Parlamento en 2004. Un código que otorga una mayor libertad a la mujer, regulando por consiguiente, las cuestiones más polémicas, a saber, el divorcio y la poligamia.
Sin sombra de duda, queda la Instancia Equidad y Reconciliación, otra considerable hazaña, llevada a buen término por Su Majestad, por ser una suerte de reconciliación con el pasado y una rehabilitación de las víctimas de “los años de plomo”, consistente en indultar definitiva e integralmente a ex opositores y ex golpistas.
La reestructuración del campo religioso con reformas inéditas y sin precedente, en el mundo arábigo-musulmán, frente a la emergencia de un Islam radical, integrista y extremista, es otra asignatura, en que se entremete el monarca que, también, ostenta el cargo del Comendador de los Creyentes, líder religioso de los fieles, renovando y enmendando las deficiencias y disfunciones, reafirmando su mensaje en favor de un Islam "moderado y tolerante".
Ahmed Bensalh Es-salhi