Está previsto que dentro de dos años los paneles solares se extiendan por el desierto y fuera de la ciudad de Uarzazate (sur de Marruecos) dentro de un plan nacional para acabar con el déficit de suministro eléctrico a través de la electricidad generada por energía solar y eólica.
Según informes del Banco Mundial, Marruecos es el país más pobre del mundo a nivel energético ya que importa el 95% de sus necesidades de energía. Las importaciones energéticas representaron un cuarto del total de las importaciones del país el año pasado y contribuyeron a elevar un 7,9% el déficit de la balanza comercial que alcanzó el nivel récord de 23.600 millones de dólares. Si este plan de energías renovables funciona daría un fuerte impulso a economía marroquí. El desarrollo de las energías solar y eólica reduciría las importaciones anuales de combustible fósil en 2,5 millones de toneladas de petróleo según informes de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE). Datos del Ministerio de Electricidad informan de que las importaciones de petróleo se dispararon un 10% en 2012 hasta alcanzar 19,7 millones de toneladas. Marruecos espera además exportar parte de la energía renovable que produzca a Europa a través de cables subterráneos, una experiencia que de resultar positiva, podría animar a Argelia y Túnez a seguir programas similares. Pero los obstáculos son muchos. La puesta en funcionamiento de instalaciones solares en el árido sur de Marruecos puede dañar el medio ambiente y ser una presión para las fuentes hídricas locales. Además, la financiación de algunos proyectos de energías renovables representa un problema porque no está claro si van a generar energía barata o suficiente para la exportación. Mehdi Lahlu, profesor de economía en el Instituto Nacional de Estadística y Economía Aplicada (INSEA) de Rabat, ha manifestado que la idea es muy buena pero no está seguro de que Marruecos pueda conseguir los miles de millones que requiere un proyecto de esas dimensiones.
Temores al impacto ambiental
Marruecos espera que en 2020 al menos el 40% de su capacidad de generación eléctrica provenga de fuentes renovables como el sol o el viento. En 2009 el gobierno anunció un plan con un coste de 9.000 millones de dólares para desarrollar la energía solar en cinco puntos del país y producir 2.000MW. La crisis financiera mundial ralentizó el ritmo de crecimiento de la economía marroquí dañando los presupuestos generales lo que afectó a este plan energético pero ahora el gobierno pretende impulsarlo de nuevo y en septiembre del año pasado adjudicó a la Agencia Marroquí de Energía Solar (MASEN) un contrato de 1.000 millones de dólares para el consorcio dirigido por la empresa saudí ACWA Power de cara a la construcción de la primera planta solar de Uarzazat. En virtud de ese acuerdo la empresa saudí construirá y pondrá en funcionamiento una planta solar de 160MW que suministrará electricidad a 1,63 dírhams (0,19 dólares) por kWh, frente a los 2,05 dírhams que ofertaron otras empresas que participaron en la licitación. Ahora MASEN ha puesto en marcha la licitación de la segunda planta solar de Uarzazat de 300MW.
La generación eléctrica con energía solar necesita agua para lavar los paneles y esto aumenta los temores al impacto medioambiental de este tipo de plantas. Según un estudio elaborado por el Banco Mundial el pasado mes de febrero, la cantidad de agua que se necesitará en la primera planta de Uarzazat será limitada lo que tendrá un impacto medioambiental negativo reducido o medio, aunque éste irá en aumento a medida que se construyan nuevas plantas solares.
Las plantas de generación eléctrica a través de energía eólica no despiertan los mismos temores medioambientales en Marruecos. La ONEE ha creado instalaciones eólicas con un potencial de 250MW en distintos puntos del país y planea instalar más. Nareva Holding, la empresa energética del holding de la familia real de Marruecos, es un importante actor en este ámbito. Ali Fasi Fihri, director general de la ONEE, ha manifestado en una rueda de prensa celebrada este mes que los costes del uso de la energía eólica son competitivos. La empresa francesa GDF Suez, en un consorcio en el que participa Nareva, comenzará a construir el mayor parque eólico de la zona MENA en el desierto del sur de Marruecos con una capacidad de 300MW. El proyecto requiere una inversión de 540 millones de euros (710 millones de dólares). Tres entidades bancarias marroquíes financiarán parcialmente el proyecto con un crédito de 360 millones de euros. Fihri informó de que la ONEE comprará al parque eólico el kilovatio hora a 0,64 dírhams durante veinte años.
Proyectos competitivos
El mes que viene la ONEE abrirá el plazo de entrega de ofertas para cinco proyectos eólicos con una potencia total de 850MW. Un proyecto de esas dimensiones exige inversiones de 1.700 millones de dólares de los que hasta el momento solo se han garantizado 201,7 millones de dólares en forma de acuerdos de crédito firmados con el Banco Africano de Desarrollo.
La obtención de financiación para los proyectos de energías renovables dependerá parcialmente de lo competitivos que sean esos proyectos frente a otras energías, y en este sentido la cosa no está muy clara. A pesar de que el carbón se lleva la parte del león de las importaciones energéticas de Marruecos, la ONEE pretende construir una central eléctrica que operará con carbón en la costa atlántica marroquí, cerca de la ciudad de Safi, en cumplimiento de un contrato de 2010 adjudicado a GDF Suez y Nareva. Según el ministro de Energía marroquí, la central estará operativa en 2017 si se cumplen las previsiones. Este mes Taqa, una empresa nacional de Abu Dabi, ha conseguido financiación por valor de 1,4 millones de dólares para ampliar una planta eléctrica de la empresa que opera con carbón en Al Yurf al Asfar con el objetivo de aumentar su potencia a 2.000MW. La ONEE también ha abierto una licitación para una central eléctrica de carbón que tendrá una potencia de 350MW y será levantada en la ciudad de Yerada, al este de Marruecos.
Teniendo en cuenta el crecimiento demográfico de Marruecos y el aumento de la demanda de electricidad en diez años, es muy probable que se amplíen las fuentes de energías tradicionales y renovables. Aunque Fihri ha informado de que los parques eólicos generan electricidad más barata que las centrales que operan con carbón, no está claro aún si todos los proyectos de renovables ofrecerán precios competitivos. La exportación de energía a Europa a corto plazo podría ser imposible debido a los precios. ACWA Power pretende, por ejemplo, suministrar el kilovatio hora a 0,15 euros, un precio superior al que ofrecen proyectos renovables en España. Una responsable de la Embajada de Alemania, país que coopera con Marruecos en este ámbito, ha manifestado que Marruecos no puede competir con los precios que ofrece España y que oscilan entre 0,05 y 0,06 euros por kWh. Es decir que las exportaciones no contaminantes a Europa deberán ser subvencionadas de una manera o de otra, según esta responsable.
Publicado en diario Al Arab (Londres)
Traducido y publicado en www.boletin.org