La mayoría de los extranjeros observadores en estas elecciones provienen de la Unión Europea y EEUU, informa la agencia ACN, una apuesta clara por el gobierno marroquí para que “las elecciones legislativas se sucedan con transparencia y en un ambiente democrático”, según declaró el Ministerio de Interior marroquí.
El PJD posible favorito
Estas elecciones se muestran más que interesantes, en donde más de 20 partidos nacionales van a participar, de los que destaca el partido Justicia y Desarrollo (PJD), principal fuerza política marroquí en influencia social para muchos. Este partido definido como islamista moderado se quedó el tercero como fuerza política en las pasadas elecciones de 2003, ya que restringió sus candidaturas a la mitad de las circunscripciones.
Para el 7 de septiembre, los expertos en política marroquí empiezan a observar muy de cerca este partido islamista, ya que es candidato a ganar las elecciones, en un país en donde las asociaciones de corte islamista llegan a los espacios en donde no llega el Estado, y que cuentan con el apoyo total de la sociedad marroquí.
Muestra de este interés desde Occidente por este partido es por ejemplo el artículo “Radiografía de las dos Marruecos” del periodista José Catalán Deus (para Safe Democracy), en donde aporta declaraciones del secretario general del PJD, Sahad-Eddine el Othmani, quien “defiende más que nadie el nuevo Estatuto de la Mujer, y se muestra defensor de los Derechos Humanos”, afirma José Catalán.
“Tenemos 42 escaños, casi los mismos que los dos partidos que nos superan, y esperamos ser el primer partido marroquí en las elecciones de septiembre. Como nuestro nombre indica, queremos justicia social y desarrollo económico, las dos cosas juntas en un país con un 40 por ciento de analfabetismo”, afirma Sahad-Eddine el Othmani.
El movimiento Justicia y Caridad, del jeque Abdesalam Yasín, no se presenta a las elecciones, ya que Yasín no reconoce el título de Amir Al Muminim (Comendador de los Creyentes) del rey, lo que impide la legalización de su movimiento como partido político. Este movimiento tiene cientos de miles de seguidores que si votaran en estas elecciones, seguramente lo haría por el único partido político islamista, el PJD, lo que daría gran fuerza a este.
Es significativo que el régimen marroquí acepte la participación de 3.000 observadores nacionales e internacionales, puesto que es la primera vez que éstos estarán presentes en el proceso legislativo. Con esta invitación, el gobierno marroquí elude las críticas de fraude, acusaciones que han acompañado a las elecciones anteriores.
Declaraciones reales
El rey de Marruecos, Mohamed VI, llamó a la ciudadanía el pasado lunes 30 de julio en Tánger a participar en septiembre para afianzar la “normalidad democrática”. En palabras del monarca “todo el mundo debe hacer de las elecciones a la próxima Cámara de Representantes, una nueva cita para el afianzamiento de la normalidad democrática habitual (…) dando lugar a una mayoría gubernamental digna de credibilidad, y a una oposición activa y constructiva, sobre la base de programas concretos y con objetivos bien trazados”, precisó.
Mohamed VI, en su discurso con motivo del octavo año de su subida al trono marroquí, llamó a los partidos políticos a “concretizar la voluntad del pueblo y a no utilizar caducos lemas vacíos de reforma y del cambio, porque ello sólo puede conducir a absurdos regateos bajo consignas de reformar la reforma y cambiar el cambio".
Junto a la prioridad del rey marroquí a la cuestión de “la dinámica positiva" sobre la iniciativa de autonomía en el Sahara, Mohamed VI insistió en su discurso que hay que “ganar el reto de las próximas elecciones, a fin de que se instaure un paisaje político razonable y sano, basado en una mayoría coherente, de la que resulte un gobierno aunado y erigido sobre polos fijos, complementarios y eficientes, de acuerdo con unas prioridades de la política general del país, y no sobre estrechas consideraciones politiqueras, aritméticas o subjetivas”.
Mientras el contexto político está más que activo en la cuenta atrás de las elecciones de septiembre, sólo queda esperar a los resultados y las opiniones de los 3.000 observadores que por primera vez van a analizar las elecciones marroquíes.
Patricia Trejo
(03/08/07)