En el marco de la política de vecindad de la UE, Bruselas y Rabat se han reunido por primera vez los días 7 y 8 de marzo en Granada para “llenar de contenido” el estatuto avanzado otorgado a Marruecos en noviembre de 2008. Esta nueva fórmula relacional, explicada como “más que asociación y menos que adhesión”, concede privilegios a Marruecos sobre todo en el plano económico, pero en el primer encuentro este aspecto “ha quedado relegado por la preocupación de los Veintisiete sobre la situación de los derechos fundamentales en el país árabe”, explica El Periódico de Cataluña.
El recién estrenado presidente del Consejo de Europa, Herman Van Rompuy, ha sido quien ha exigido de forma más contundente a Rabat “que mejore la situación de los derechos humanos y de sus defensores”, mientras José Luis Rodríguez Zapatero ha destacado la importancia de "lograr un acuerdo para el futuro del Sáhara por el camino del entendimiento, que es el único camino para una solución".
Según un informe presentado por Human Rights Watch, durante 2009 “las condiciones generales de derechos humanos se deterioraron en Marruecos, aunque el país continuó teniendo una sociedad civil activa y una prensa independiente”. Sin embargo, el cierre de Le Journal Hebdomadaire (semanario crítico) el pasado mes de enero por “impago de importantes deudas” parece haber socavado de manera dicha independencia. El director de la publicación Alí Amar, ahora vetado de ejercer su profesión en Marruecos, se unió a las protestas y denunció “la asfixia a la que se ve sometida la prensa”, explica El País. Reporteros sin Fronteras ha aprovechado la cumbre para señalar el “deterioro inquietante” de la libertad de prensa en el reino alauí.
Por su lado, la activista saharaui Aminatu Haidar acusó a España y la Unión Europea de plegarse "al régimen totalitario" de Marruecos, y de anteponer sus intereses económicos al respeto de los derechos humanos en el Sáhara. Haidar ha reaparecido públicamente en la Conferencia Internacional de Apoyo al Pueblo Saharaui, que se ha desarrollado en Granada coincidiendo con la Cumbre UE-Marruecos.
Los agricultores españoles también se manifestaron frente al Palacio de Congresos de Granada para que la Unión no ratifique el Acuerdo Comercial firmado el pasado 17 de diciembre en materia agrícola. Este acuerdo liberaliza la entrada al mercado europeo de verduras y hortalizas procedentes de Marruecos, en consonancia con la nueva condición de éste como socio estratégico.
Respecto a este punto, Mohamed VI lamentó el retraso de la entrada en vigor del acuerdo agrícola. En un discurso hecho llegar a los dirigentes europeos a través del primer ministro Abbas El Fassi, también ha calificado el conflicto del Sáhara Occidental como “diferendo artificial” e insta a la UE a que apoye su iniciativa "de otorgar a la región del Sáhara una amplia autonomía en el marco de la soberanía del Reino y de su integridad nacional y territorial".
Cumbre empresarial
La cumbre política entre la Unión Europea y Marruecos se ha visto complementada por la cumbre empresarial de los días 6 y 7 de marzo en Granada. En este encuentro de empresarios de ambos lados del estrecho Rodríguez Zapatero señaló que Marruecos es el país del norte de África que ha experimentado en los últimos años "la transformación más profunda", un equilibrio macroeconómico y la apuesta de las autoridades por la modernización de la economía y por su apertura al exterior.
La reunión, auspiciada por la CEOE y la patronal marroquí en Granada, apostó por la creación de un mercado común en el que inversiones y capitales circulen libremente.
Declaración común de la Cumbre UE-Marruecos:
http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/es/er/113286.pdf