Con motivo de la VI Sesión del Consejo de Administración de la Academia de Educación y formación de la región Meknes-Tafilalet, Ajchichin afirmó en Ualili (centro) que, a pesar de este aumento de la escolarización, la enseñanza elemental “no obtuvo los resultados previstos, puesto que el la tasa de escolarización de los niños de 4 y 5 años se estableció en 59,7 por ciento”.
Unos datos que, a simple vista son alentadores, ya que la escolarización casi se ha doblado en los últimos años. Sin embargo, los estudios de otras entidades internacionales demuestran que uno de los peores parámetros alcanzados en Marruecos son los relativos a la educación y la formación de su población.
Fue el caso del informe elaborado por el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) de 2007, que sitúa a Marruecos en el puesto 126 sobre Desarrollo Humano (3 puestos más bajo que antes). Precisamente, el punto más débil de Marruecos se centra sobre todo en la educación y enseñanza según este informe, que indica que a finales de 2005, la tasa de alfabetización entre los adultos era del 52 por ciento, y el nivel de escolarización del 58 por ciento; resultados menores que en Uganda, Kenia o Madagascar.
Para el ministro de Eduación, es necesaria una reforma del sistema de educación y formación; lo cual supone implicar “a toda la clase política, los actores económicos, la sociedad civil y todas las fuerzas nacionales vivas”.
“El sector de educación, considerado como uno de los ámbitos prioritarios, invita a todos los actores, cada uno desde su posición y desde su marco de responsabilidad, a una movilización general y a un compromiso constructivo para llevar a cabo el proceso de reforma del sistema educativo”, estimó.
Cabe decir que Marruecos ya lanzó en 1999 una reforma del sector de enseñanza; y hoy en día cuenta con más de 6 millones de alumnos, un millón más que en 2000, según el presidente delegado del Consejo Superior de la Enseñanza, Abdelaziz Mezian Belfkih.
(15/02/08)