La entrada en vigor el próximo 1 de abril de la nueva tasa aérea para vuelos internacionales, desencadena las primeras reacciones entre las dos principales compañías europeas de bajo coste.
La polémica medida aprobada por el Parlamento marroquí el pasado mes de noviembre, da luz verde a la iniciativa promovida desde el Gobierno para la aplicación de un recargo de 400 dirhams (36 euros) a los pasajeros de Primera Clase y/o Business, y de 100 dirhams (9 euros) a los de clase turista u económica; según explica el Ministro de Turismo, Lahcen Haddad.
En este sentido, la primera gran respuesta a la aplicación de esta nueva tasa llega de la mano de Ryanair. La aerolínea irlandesa en cuyo programa actual se encuentran las ciudades de Agadir, Marrakech, Fez, Rabat, Tanger, Essaouira, Nador y Oujda; suprimirá a partir del 1 de abril de 2014 30 de sus conexiones con Marruecos.
De hecho, no es la primera vez que la compañía de Michael O’Leary se las tiene tiesas con las autoridades marroquíes. Cabe recordar que en el año 2012, Ryanair suspendió durante meses algunos de sus vuelos a Marruecos como protesta ante la subida de los gastos de handling impuesta por el organismo regulador de la red de aeropuertos del estado (ONDA).
Easyjet es la otra gran compañía del segmento low cost en hacer frente a esta medida suprimiendo conexiones. La low cost británica eliminará sus rutas a Tánger y Fez a partir del 4 de Mayo.
La aerolínea considera que «la aplicación de este impuesto para apoyar el turismo, sin duda, impacta negativamente nuestro programa de vuelos al destino», alegando que la entrada en vigor de esta nueva tasa podría ser más perjudicial que beneficiosa para Marruecos. «EasyJet lamenta la introducción de este impuesto, lo que dañaría el sector económico del país y socavará su crecimiento. Con impuestos en aumento, los destinos marroquíes serán menos atractivos en comparación con otras ciudades europeas «, ha afirmado la compañía, en declaraciones recogidas por el diario especializado en información turística, Hosteltur.