(01/09/2010).- En el fondo del asunto subyace una antigua discusión entre dos formas de entender lenguaje e identidad. Por un lado, los panarabistas defienden la lengua clásica por ser el idioma del Corán y símbolo común a todo el mundo árabe. Por otro lado, laicos y amazigh (bereberes) reivindican el dariya y, con él, la unicidad marroquí.
Tal y como señala EFE “los defensores del dariya argumentan por una parte las recomendaciones de UNICEF, que llama a respetar el derecho de los niños a educarse en la lengua materna, y por otra la vitalidad del árabe dialectal contra el estancamiento del clásico".
El debate se ha reavivado en las últimas semanas en la prensa marroquí, donde artículos de opinión y columnas tanto de partidarios del dariya como del árabe clásico, ven la luz cada día.
En Marruecos, aunque la Constitución afirma que el árabe clásico es el único idioma oficial del Estado, los marroquíes se comunican en árabe dialectal y tamazight (bereber). El árabe clásico se utiliza para la educación, la comunicación y la práctica religiosa musulmana.
Varios escritores marroquíes comenzaron hace años a escribir en dariya y, al no estar estandarizado el idioma, las obras se publican en caracteres latinos o árabes. Desde finales de 2006, con la liberalización del sector audiovisual en el reino alauí, varias emisoras privadas han empezado a emitir su programación en el idioma coloquial, lo que ha permitido a muchas clases sociales reconciliarse con este medio de comunicación.
El debate sigue creciendo en Marruecos sin que Rabat se haya pronunciado hasta la fecha.