Ayer, por ejemplo, la policía marroquí detuvo a 59 personas procedentes de África subsahariana que intentaban cruzar ilegalmente la frontera que conecta con la ciudad autónoma española de Melilla por el puesto fronterizo del Barrio Chino, según informaron fuentes oficiales marroquíes citadas por la agencia MAP.
Todos los miembros de ese grupo, integrado por inmigrantes de diferentes nacionalidades, fueron detenidos antes de llegar a la zona aduanera. En junio, por ejemplo también se detuvieron a 40 personas que intentaba llegar a Melilla por el paso de Bab Melilia (Puerta Melilla).
Este tipo de operaciones, digamos que es una cara de la misma moneda, pero hay más. Los que consiguen cruzar la frontera en busca de “El Dorado” europeo, se topan con una realidad más dura de lo que creían. El sábado pasado, por ejemplo, llegaron 34 inmigrantes a Melilla en patera e ingresaron en el CETI, que ahora en verano acoge a unos 600 inmigrantes sin papeles, en espera de dar otro salto más quizás hacia el continente europeo, o salir adelante desde allí.
Por otro lado, Ceuta acaba de cerrar la llamada “operación feriante” con 109 inmigrantes detenidos, que intentaban llegar a la Península Ibérica en camiones de los feriantes que estaban en esta localidad. Estos arrestados, interceptados en el recinto ferial y el puerto de Ceuta gracias a un sensor de detección de los latidos del corazón, son en su mayoría marroquíes.
La Delegación del gobierno en Ceuta ha explicado que, de los 109 interceptados, 34 son inmigrantes residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local, adonde ya han regresado; seis son menores marroquíes, y el resto son adultos, procedentes también de Marruecos.
Más lejos, cruzando el mar, llegaron hace unos días 174 inmigrantes a Tenerife y Granada en menos de 24 horas. Por no mencionar el goteo constante a otras zonas como Rota (Cádiz) o Nerja (Málaga).Y como dato a retener: en sólo once días han llegado a Canarias un total de 335 inmigrantes.
Según informó el subdelegado del Gobierno en Canarias, José Antonio Batista, estas personas procedentes de Marruecos, Mauritania y Senegal alcanzaron las costas de las Islas en un total de cinco cayucos de las que sólo una ha llegado por sus propios medios, mientras que el resto fueron remolcadas por la embarcación de Salvamento Marítimo Conde de Gondomar.
Batista recordó que hasta julio de este año han llegado a Canarias 1.037 personas menos que en el mismo periodo durante el año anterior, lo que achacó al aumento de la vigilancia en los países emisores y al descenso de la media de personas que viajan en estas embarcaciones, pasando de una media de 90 a 60.
Este inciso por la reducción del número de inmigrantes ilegales que esperan en el Norte de África para llegar a España también estuvo presente en el último anuncio del Gobierno español. La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, se felicitó, además, por el “buen resultado” del trabajo del Ejecutivo en esta materia.
Rumí aseguró que tiene “estimaciones de cuantas personas pueden estar esperando en ciertos lugares para utilizar una embarcación clandestina y salir, y también algunas fotografías que nos pueden indicar cuántos cayucos pueden estar preparados” y, según sus cálculos, “son menos que el año pasado”. En lo que va de año, han llegado a Andalucía 1.668 inmigrantes de forma irregular, y 4.618 a las Islas Canarias.
De forma paralela, hay que destacar las declaraciones hace unos días de la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, en Santo Domingo, durante su gira iberoamericana. De la Vega aseguró que “la política de inmigración española no ha cambiado en nada” desde la aprobación de la Directiva Europea del Retorno, y aseguró que “nunca” se va a aplicar en España. “Nunca. Que quede bien claro”, apostilló.
Según De la Vega, la Directiva introduce garantías donde no las había en ámbitos como el control judicial, los permisos administrativos y, lo más criticado, un periodo de internamiento de 18 meses, “muy largo a nuestro juicio”. En todo caso, la Directiva “supone un avance” para algunos países; pero como la legislación española es “infinitamente más garantista” con los derechos de los inmigrantes, esa norma no es aplicable en España, informa la agencia Efe.
Está por ver si se aplicará o no esta directiva, y al mismo tiempo con qué número se cierra la llegada masiva de inmigrantes en verano a España. Sin embargo, a pesar de que las cifras sean menores, es evidente que la inmigración sigue siendo una realidad que no se puede obviar ni desde los países emisores ni de los receptores. Y sobre todo, no dejar pasar por alto que tras los números y la sobreabundancia informativa que acaba saturando, hay personas que en su intento de cruzar fronteras no buscan delinquir la ley, sino una vía para encontrar un mejor nivel de vida. Un deseo que todos, como seres humanos, tenemos.
PTZ
(12/08/08)