En concreto, el secretario general del Consejo de la Comunidad marroquí en el extranjero (CCME), Abdellah Boussouff, declaró a la agencia española Europa Press durante un coloquio sobre el islam en Europa celebrado en Fez que los marroquíes residentes en España “necesitan una organización fuerte que vele por el cumplimiento de la ley de libertad religiosa” en el país y “por el pleno ejercicio de sus derechos".
Unas afirmaciones que apuntan a la reforma de la Comisión Islámica española, órgano encargado de las relaciones con el ejecutivo español, la formación de imanes y el reparto de las subvenciones estatales.
Crear un órgano realmente representativo de los musulmanes en España cuyos miembros sean votados por toda la comunidad islámica
Además, considera que algunos de los puntos que contemplaba el acuerdo de cooperación que firmaron España y la Comisión Islámica en 1992 "no se aplican todavía con eficacia". Al respecto Boussouff declaró que "debe crearse un órgano realmente representativo y democrático porque muchos musulmanes no se sienten representados por la Comisión Islámica".
No obstante, el secretario del CCME, órgano consultivo creado por voluntad del rey de Marruecos Mohamed VI, apuntó que “todo proceso lleva tiempo, pero somos optimistas con el avance de la comunidad marroquí en España, porque ambos pueblos comparten mucho", afirmó.
Como medida concreta, Boussouff considera que el Consejo Islámico debe crear un censo de musulmanes en España que puedan elegir de manera directa a sus representantes, tal y como se hace en Francia y Bélgica. Una idea que garantizaría que toda la comunidad islámica que reside en España de su opinión sobre sus representantes.
El Islam en España se gestiona por dos órganos, pero la realidad actual ha evolucionado mucho desde los años 90 en que se crearon
Pero claro, este planteamiento, a simple vista evidente, esconde un contexto complicado.
Por un lado, no puede obviarse que la mayoría de la población musulmana que vive en España es de origen marroquí. De hecho, viven 644.688 marroquíes en territorio español. Un número que muestra la evolución que ha experimentado España desde los años noventa con la acogida de un importante colectivo inmigrante, siendo la comunidad marroquí una de las más potentes por número en la actualidad.
Por otro lado, la gestión actual del Islam en España que realiza la Comisión Islámica está dividida en dos organizaciones, creadas en 1992 en un contexto diferente al actual, y por lo que resulta un poco complicado comprender el funcionamiento de ambas y sus divergencias.
En un lado está la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), considerada como afín a Marruecos y dirigida por Mohamed Ali.
En el otro lado, está la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), que aglutina al 80% de las comunidades islámicas de España y está liderada por Riay Tatary.
A pesar de que la UCIDE aglutine el mayor número de comunidades islámicas y que por tanto el ejecutivo español le otorgue más ayudas a la financiación, algunos sectores afines a la FEERI consideran que esta ayuda financiera gubernamental va encaminada en realidad a alejar a los musulmanes de Marruecos.
Es decir, hay un evidente conflicto de intereses y sensibilidades divergentes respecto a la gestión del Islam en España que ensucian la imagen de éste.
El secretario de la CCME considera que las dos organizaciones actuales “no fueron elegidas y la democracia no ha sido respetada”, y que "los musulmanes necesitan un órgano más democrático porque los líderes de la actual Comisión no representan a nadie. El Gobierno español no debe tener miedo de hacer funcionar la democracia” apunta Boussouf.
La Unión de Comunidades Islámicas española considera estas declaraciones como una intrusión marroquí de connotación nacional
Por su parte, estas declaraciones han sido interpretadas por la Unión de Comunidades Islámicas de España como una intrusión marroquí en la gestión del Islam en el territorio español.
El presidente de esta unión, Riay Tatary, declaró al respecto que el gobierno marroquí “no es quién para decirle cómo se tiene que organizar la comunidad musulmana en España y cómo debe elegir a sus líderes”.
Según explicó a la agencia española Servimedia, "la comunidad islámica está eligiendo siempre a sus representantes, incluso, últimamente, hemos creado federaciones regionales y hemos refundado la comisión islámica", y que, tras cuatro años de reformas internas, “se está intentado hacer más partícipes a todos los musulmanes en España en nuestra forma de organización, pero sin tener una connotación nacional".
Si se reforma la Comisión Islámica española, debe hacerse desde España, y no desde Marruecos
En definitiva, parece que esto es un debate latente desde hace años que comienza a salir a la luz. En este debate, hay quienes opinan que hay una falta de representación o información real sobre la Comisión Islámica, ya que muchos inmigrantes que vienen a España no la conocen ni tienen idea alguna de su funcionamiento interno.
Otros piensan que es evidente que debe reformarse la Comisión Islámica para modernizarse a su contexto actual e incluso unificar a sus dos órganos que se disputan entre sí el protagonismo. Pero, que dicha reforma no debe realizarse bajo los pasos o direcciones de ningún país que no sea España. Y otros matizan pensando que la administración española debe cooperar pero que el cambio debe venir desde la propia comunidad islámica residente en España.
Por ejemplo, el abogado especialista en asuntos islámicos, Iván Jiménez Aybar, señaló a Europapress que frente a toda esta situación, el Estado español debe intentar situarse en una línea intermedia "para no caer en el excesivo intervencionismo o en el mero abstencionismo". "Las administraciones deben cooperar y facilitar la reforma de la Comisión Islámica, pero eso no significa que sea responsabilidad del Gobierno impulsarla, es la propia comunidad la que tiene que organizarse", subrayó.
Por su parte, el secretario de la Comunidad Islámica de Melilla (CIM), Abdelhafid Amar Abdela, recalca que aunque se deba reformar la Comisión Islámica “nos parece inadmisible una propuesta que provenga del reino de Marruecos", ya que “nos parece buena la propuesta de fomentar la participación", pero “cualquier decisión que se tome para unificar la Comisión Islámica ha de venir del Estado español a través del Ministerio de Justicia".
Pero claro, no podemos obviar tampoco que aunque sea un debate de cariz religioso, la política se inmiscuye por medio. Un debate latente de fuerte actualidad que no deja indiferente a nadie, y que, sin embargo, algo deja muy claro: la Comisión Islámica debe tomar las riendas de la gestión del Islam en España pero siendo realista a su contexto actual.
PTZ
(19/03/09)